El euro es el fundamento de nuestro éxito. Así empiezan la larga carta en la que la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Nicolás Sarkozy dan cuenta al Presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy de lo que acordaron ayer. 10 puntos en los que hablan de crear un verdadero Gobierno económico europeo. Pero en esa carta hay algo que Angela Merkel empezó a bosquejar ayer pero no concretó: Proponen suspender la entrega de los fondos estructurales y de cohesión si un país no cumple con las recomendaciones de la Unión Europea para reducir el endeudamiento: "Los fondos deben servir para para mejorar el crecimiento económico y la competitividad en la zona euro".
Antes de conocer el contenido de esa carta, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso y el Comisario de economía Olli Rehn ya habían dicho que las propuestas francesa y alemana son un paso adelante para fortalecer la gobernanza en la zona Euro, incluyendo la introducción de una tasa sobre las transacciones financieras y la fijación por Ley de un límite en la deuda. Lo que nadie explica y tampoco la carta de Merkel y Sarkozy es qué pasa si un Parlamento no aprueba esa ley en su Constitución.
