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100.000 personas asistieron en Budapest a la marcha del Orgullo, según agencias de prensa, más del triple que en la anterior edición. Una cifra que la propia Policía eleva y que, según la organización, superaría las 200.000. Ha sido la más multitudinaria en los 30 años que se lleva celebrando, aunque solo aparece tímidamente en la prensa nacional, mientras el Gobierno impulsa una legislación para sancionar o prohibir los medios críticos.

Orbán ha dicho en un grupo cerrado en redes sociales que el Orgullo ha sido una campaña organizada desde Bruselas, en la habitual retórica que acusa a la Unión Europea de atacar la soberanía del país. También ha dicho que la marcha incluyó escenas "repugnantes y vergonzosas".

Foto: Lisa Leutner/REUTERS — Una pancarta con una imagen de Orbán en la marcha del Orgullo de Budapest

Miles de personas han reivindicado los derechos de la comunidad LGTBIQ+ por ciudades y municipios de toda España. En Santander, cientos de personas se han movilizado en contra de las agresiones homófobas.

En Tenerife y Gran Canaria han pedido, además, que los derechos del colectivo no se reviertan. En Valladolid salían reclamando una ley autonómica porque Castilla y León aún no la tiene. Tampoco la tiene Asturias. En Gijón, han pedido la aprobación definitiva de la ley para el Principado.

En Bilbao, cientos de personas clamaban contra la transfobia. En Madrid y Barcelona se han celebrado manifestaciones denominadas "orgullo crítico", que buscan ser el contrapunto a las principales marchas de cada ciudad.

Foto: Raquel Manzanares/EFE — Manifestación del Orgullo LGTBIQ+ de Logroño

"No nos acordamos, pero España fue el tercer país del mundo en reconocer el matrimonio igualitario. Con un cambio de 17 palabras en el Código Civil, abríamos una puerta cerrada al amor, a la felicidad a muchas parejas en nuestro país". Así recuerda José Luis Rodríguez Zapatero, entonces presidente del Gobierno, lo que supuso para nuestro país un cambio legislativo que convirtió a miles de personas, de repente, en ciudadanos de primera. Aquella ley abrió la puerta a planes de vida en común y a derechos hasta entonces negados al colectivo homosexual. Hubo rechazo frontal por parte del PP y de la Iglesia y todo derivó en un recurso ante el Constitucional, que finalmente fue resuelto siete años después. "Da igual, salió. Y, además, el Partido Popular no tocó luego ni una coma de esa ley", dice la exministra Celia Villalobos, la única dentro de las filas populares que, hace 20 años, se atrevió a romper la disciplina de voto.

En el ayuntamiento de Tres Cantos (Madrid), ante apenas 20 invitados y cien periodistas, Emilio y Carlos protagonizaron la primera boda, tan solo 11 días después de la aprobación de la ley. Emilio, viudo desde el año pasado, se emociona al rememorarlo: “Entre nosotros no cambió absolutamente nada, pero lo que sí cambió es que era una herida abierta que se cerraba". "La ley llegó, el matrimonio llegó, pero la sociedad estaba todavía muy cerrada a la hora de abordar nuestros derechos", cuenta Ana, casada con Gema: "Y lo notábamos a la hora de viajar, a la hora de ir a sitios y a la hora de salir a la calle, incluso".

Aunque aún quedan muchos muros por derribar, desde entonces, se han celebrado en España más de 80.000 enlaces. Francisco Maroto, alcalde de Campillo de Ranas (Guadalajara), fue el primer edil que aceptó casar a parejas del mismo sexo y confiesa que él se vio "en la obligación de dar un paso al frente. Y, eso, nos colocó en el mundo". Miles de personas, durante estas dos décadas, han tenido la opción de casarse y de formar una familia con todas las de la ley. Como Alicia y Adriana, que han permitido a ‘Informe Semanal’ ser testigo de su boda.

En la marcha del Orgullo de Budapest, Hungría, han participado al menos 200.000 personas de toda Europa, según los organizadores. Las autoridades habían prohibido esta movilización.

El primer ministro, Viktor Orbán, amenazó con consecuencias penales a los organizadores y como multas a los participantes. Pero decenas de miles de personas han desafiado el veto del Gobierno en un encuentro que los locales ya consideran histórico y en el que ha habido también mucha participación de gente que ha venido de otros países.

Foto: Attila KISBENEDEK/AFP

El pasaje Begoña está en Torremolinos, Málaga. Fue un refugio de color durante los años grises del franquismo y también escenario de una gran redada en 1971. El colectivo lleva tiempo luchando para que se rehabilite como lugar clave de la memoria LGTBIQ+.

Foto: Jorge Zapata/EFE — El Pasaje Begoña, en Torremolinos

El ministro de Cultura y portavoz de Sumar, Ernest Urtasun, y la vicepresidenta del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, han viajado a Budapest para participar este sábado en la marcha del Orgullo.

Urtasun ha declarado a los medios desde la capital húngara que "el Orgullo no se puede perseguir, no se puede prohibir y no se puede silenciar". El ministro de Cultura ha añadido que "defender los derechos del colectivo LGTBI no es solo defender los derechos de su colectivo, es defender las libertades de todos y de todas". "Estamos aquí para defender la democracia y las libertades en Europa", ha subrayado.

En el mismo sentido se ha expresado Díaz, quien ha declarado que este sábado, desde Budapest, van a mandar un mensaje "desde el Gobierno de España al conjunto del mundo". "Los derechos humanos no se tocan", ha afirmado.

"La prohibición de esta manifestación vulnera el convenio de derechos humanos —ha añadido la vicepresidenta del Gobierno— y Europa no lo puede permitir, tiene que reaccionar". Díaz ha concluido con un llamamiento a la Comisión Europea, para que "reaccione" y "condene" lo que está pasando en Hungría.

Foto: Chema Moya/EFE

Desde Colonia hasta Budapest, activistas como Benjamin, Asni y Tim han viajado para participar en la Marcha del Orgullo como gesto de solidaridad, defensa de los derechos humanos y visibilidad LGBTI+. Se espera la presencia de unos 70 eurodiputados, además de la vicepresidenta segunda Yolanda Díaz, y el ministro de Cultura, Ernest Urtasun.

El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, ha advertido que la Marcha representa un riesgo para los menores y ha amenazado con consecuencias legales. Mientras tanto, el alcalde de Budapest la ha defendido como un "evento municipal" para evitar su prohibición. Más de 30 países y la Comisión Europea han mostrado su respaldo al Orgullo en Hungría.

Foto: ATTILA KISBENEDEK/AFP

Llega el Orgullo y queremos rendir homenaje a los que plantaron cara y abrieron puertas en los momentos más difíciles. Buscamos negocios pioneros en la lucha por los derechos LGTBIQ+. Mucho antes de que negocios y marcas sacasen la bandera arcoíris, a las empresarias que lo hacían les llamaban “valientes”. Hoy contamos sus historias: pioneras en trabajar por la diversidad. Mili y Mar arrancaron el primer punto literario del colectivo en España: Berkana.

Otro negocio pionero y de los más míticos, es el Black and White, la discoteca de Chueca, donde drags como La Plexy llevan actuando desde los 80 y ahora es la gerente.

Federico también fue pionero. Creó hace 15 años el único centro comunitario especializado en mayores LGTB de España. Pertenece a su Fundación, en la que trabajan unos 20 profesionales y más de 50 voluntarios. Los profesionales que se acercan más a la Fundación son desde la psicología, desde el trabajo social y desde la educación social, pero también necesitan profesionales sanitarios, de enfermería y geriatría… Son proyectos que abrieron caminos y que hoy siguen teniendo un largo recorrido.

Son las palabras de Jose María Núñez, fundador de De Par en Par, la primera entidad LGTBIQ+ en Extremadura. Ha trabajado por los derechos del colectivo y ha participado en la elaboración de la ley LGTBIQ+ extremeña y de la Ley LGTBIQ+ estatal. En la actualidad, como presidente de Fundación Triángulo Estatal, sigue desempeñando su labor con la mirada puesta en el ámbito internacional.

José María está en Budapest, donde va a participar en la marcha del Orgullo en un momento en el que los derechos humanos en Hungría están amenazados por el primer ministro ultranacionalista Viktor Orbán. El desfile festivo y reivindicativo fue prohibido oficialmente por la policía el 19 de junio en aplicación de una reciente enmienda parlamentaria a la ley sobre derecho de reunión.

También hemos hablado con Elvira Jambrina, educadora social y referente de género en el Centro penitenciario de jóvenes en la prisión de Quatre Camins, situada en el municipio de La Roca del Vallés. Hay referentes de género en todas las cárceles catalanas. Trabajan con los internos (que en el centro de jóvenes donde trabaja Elvira son chicos desde 18 a 24 o 25 años) y también con los profesionales de prisiones, tanto contra la discriminación del colectivo LGTBIQA+ y los prejuicios homofóbicos como contra el machismo, en favor de la igualdad entre hombres y mujeres.

El lema del Orgullo LGTBIQ+ de este año es "20 años avanzando en derechos: ni un paso atrás", con el que se conmemorarán las dos décadas del matrimonio igualitario que algunos partidos políticos intentan eliminar.

Orgullosos y desafiantes, la comunidad LGTBIQ+ de Hungría se prepara un Pride en Budapest, prohibido por la policía. La cita tiene el respaldo organizativo del alcalde de Budapest y acudirán activistas y políticos de toda Europa, incluidos 70 eurodiputados y los españoles Yolanda Díaz y Ernest Urtasun.

El primer ministro, Viktor Orbán, advierte a los asistentes de las consecuencias legales: "Habrá sanciones y la policía podrá dispersarles". No da un paso atrás, pese a que se lo ha pedido la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. La prohibición viene de la mano de la reforma legal del derecho de reunión aprobada en marzo. Para el ejecutivo de Orbán, son los derechos de la infancia los que están en juego. Defiende que se críen en un ambiente sano y equilibrado, donde no tiene cabida la homosexualidad.

Imagen de REUTERS/Marton Monus/Foto de archivo

Irse de vacaciones, sí, por supuesto, faltaría más, claro, cuanto antes, ya…. Pero no hay que irse de cualquier manera. Hoy traemos unos consejos para organizar el trabajo antes de marcharnos en busca de la playa, la montaña, el pueblo o nuestra casa que es donde mejor se está.

  • Planifícate y termina todas las tareas que puedas. Muchas veces las ganas de irnos hacen que dejemos todo manga por hombro. “Ya lo haré a la vuelta”. No, no es una opción inteligente. No sabes qué te puedes encontrar a la vuelta.
  • Si no te da tiempo a cerrarlo todo, delega los proyectos más importantes. Coméntalo con el resto del equipo para que puedan hacerse cargo del trabajo y buscar soluciones.
  • El día que te vas de vacaciones es uno de los más bonitos de tu año, pero no tienen por qué saberlo todo el mundo. Avisa a tus compañeros de que te vas. Y si tratas con clientes, avísales y diles a quién pueden llamar si necesitan algo. Deja también un mensaje automático en tu correo electrónico por si alguien te escribe.
  • Ya sabemos que da pereza, pero si puedes antes de irte organiza tu vuelta. Una buena forma es proponer una reunión de equipo para el primer día de trabajo. Así te pones al día nada más llegar y te enteras de lo que pasado durante tu ausencia.

Con las vacaciones preparadas y estas 4 claves para volver bien al trabajo, solo queda una cosa pendiente: ¡Desconectar! Sí, sí DESCONECTAR. Todos los trabajadores tenemos derecho a la desconexión digital. Lo dice el Estatuto de los Trabajadores y la Ley de Protección de Datos.Tu tiempo de descanso es sagrado, tienes derecho a que nadie se ponga en contacto contigo: ni llamada, ni mensaje, ni correo, ni nada. Solo te pueden molestar si hay un pacto voluntario de verdad con la empresa, pero una cosa puntual.

Si te interrumpen constantemente no son vacaciones, no descansas ni desconectas. También te pueden llamar si hay una auténtica catástrofe tipo “se nos hunde la empresa si no encontramos ese documento que tú sabes dónde está”. Si estás en un grupo de WhatsApp puedes archivarlo para que no te molesten o salirte del grupo para volver a entrar a la vuelta. Coméntalo que nadie se enfade. Por cierto, ojo con los grupos de WhatsApps del trabajo, para incluirte en uno tienen que pedir tu consentimiento. Una empresa española no se lo pidió a una trabajadora que estaba de vacaciones y de repente se encontró con que la habían metido en un nuevo grupo. Pues la broma le ha salido cara a la empresa: 70.000 euros de multa por vulnerar el derecho a la desconexión digital de una trabajadora.

Aquí hay trabajo repasa en esta edición, la importancia de organizar el trabajo antes de las vacaciones y el derecho la desconexión digital durante el descanso. El programa presenta negocios pioneros en la lucha de los derechos LGTBI, ofrece asesoramiento en prestaciones, agenda de oposiciones y 2197 empleos.