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Este jueves se producía el tercer y hasta ahora más numeroso intercambio de presos palestinos por rehenes israelíes en lo que va de tregua en Gaza. Ha estado a punto de verse frustrado, pero finalmente el Gobierno israelí ha cumplido lo pactado.

Ha sido una operación triunfalista pero caótica con la que Hamás ha querido sacar músculo y mostrar el apoyo de la población gazatí. El grupo islamista ha liberado primero a la soldado de 20 años Agam Berger, a la que ha subido a un escenario junto a combatientes en el campo de refugiados de Jabalia, una de las zonas más devastadas por la guerra.

Foto: AP Photo/Jehad Alshrafi

La sede de la UNRWA en Jerusalén Este ya está cerrada y vacía. Este jueves ha entrado en vigor la nueva ley israelí que prohíbe funcionar a la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA, por sus siglas en inglés). Aunque todavía hay mucha incertidumbre, la organización cree que el veto israelí afectará especialmente a su trabajo en Jerusalén y en Gaza, donde se teme que deje de entrar ayuda humanitaria, algo que podría poner en peligro la tregua entre Hamás e Israel. En este "Lo de Hoy" analizamos las consecuencias de la polémica medida israelí para los refugiados palestinos.

Son decenas de miles de gazatíes, desplazándose desde el sur de la Franja al norte, donde antes de la guerra vivía la mayoría. Llevan lo poco que han podido salvar, en coche, en carros o a pie. Como máximo son unos 40 kilómetros, pero tardan días porque las dos únicas carreteras están colapsadas.

Hassan lleva 24 horas de viaje y se ha quedado sin gasolina. Le toca empujar el coche. También ralentizan el regreso los controles de seguridad. Son parte del acuerdo de alto el fuego: solo se permite el paso a civiles desarmados. Estos los llevan a cabo empresas privadas de Egipto y Estados Unidos, precisamente dos de los países mediadores entre Israel y Hamás.

En las últimas 48 horas, el ejército israelí ha matado en varios ataques a 11 gazatíes, incluida una niña de 5 años.

Con la noche, la falta de luz no ha impedido la marea humana de gazatíes de vuelta a casa, en el norte de la Franja. 650.000 tuvieron que abandonarla. Pero el futuro es incierto. Heba lleva cinco horas y media en la calle y nadie les ha preguntado nada.

Wassim, que resultó herido en la guerra, buscará un sitio en la calle para pasar la noche. No ha podido contactar con su familia. Otras personas han tenido más suerte. Después de 15 meses sin verse, madre e hija se han reencontrado. A la nieta casi no la conoce. No queda nada de la casa, pero no les importa. Dicen que la separación es dura, pero la espera, peor.

Según Hamás, que gobierna en Gaza, en 24 horas al menos 300.000 personas han regresado al Norte de la Franja tras evacuarla por orden de Israel. 5.500 funcionarios están facilitando el retorno. Viendo algunas imágenes parece que el reencuentro merece la pena.

Miles de palestinos han comenzado a regresar este lunes a lo que queda de sus hogares en el norte de Gaza después de que el Ejército israelí haya abierto a las 7 de la mañana, hora local, el corredor de Netzarim, en aplicación del acuerdo de tregua con Hamás. La apertura ha sido posible tras el compromiso de Hamás de liberar a otras tres rehenes israelíes antes del próximo sábado.

Por otro lado, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha reunido con el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, y le ha reafirmado el compromiso de España de lograr para que en el año 2029 el gasto en defensa sea del 2%. Según un comunicado emitido por la Moncloa, "ambos líderes han abordado cuestiones geopolíticas de interés para la Alianza Transatlántica, como el gasto en defensa, el firme apoyo a Ucrania, la industria de defensa en Europa, la relación entre la OTAN y la Unión Europea, así como la Vecindad Sur y las amenazas híbridas".

Hamás e Israel han solventado en las últimas horas una nueva crisis que había puesto en peligro el acuerdo de paz. Israel permite ya el desplazamiento de gazatíes al norte y, a cambio, Hamás acepta devolver a seis rehenes israelíes esta semana: tres van a ser liberados este jueves y otros tres el próximo sábado. A cambio, Israel ha elaborado una lista con cientos de presos palestinos que excarcelará también. En esta primera fase de alto el fuego tendrían que ser liberados por Hamás 33 rehenes, si bien Hamás ha confirmado que ocho de ellos están muertos.

Según las autoridades locales, unas 200.000 personas han vuelto al norte de Gaza, aunque son muchos más los que tuvieron que irse. La ONU calcula que hay casi dos millones de desplazados, el 90% de la población de Gaza. Hamás acusa a Israel de dificultar el regreso de los gazatíes e Israel ha advertido que considerará una grave violación del acuerdo transportar armas o milicianos. Se calcula que 9 de cada 10 edificios del norte de Gaza están destruidos o seriamente dañados y las organizaciones humanitarias advieten del riesgo que supone el regreso masivo de la población a una zona sin agua corriente ni electricidad ni servicios sanitarios.

Decenas de miles de palestinos inician su éxodo hacia el norte de Gaza. Más de un año después, los desplazados que se hacinaban en el sur de la Franja regresan a su hogar, o lo que queda de él. Pocos albergan la esperanza de que sus casas sigan en pie. De momento, los desacuerdos de última hora entre Israel y Hamás se han resuelto. En consecuencia, Israel está permitiendo el regreso de los gazatíes y a cambio Hamás ha aceptado devolver a 6 rehenes israelíes esta semana. Tres rehenes saldrán el jueves y otros 6 el sábado. Es decir, faltan todavía por ser liberados en esta fase 26 rehenes. Hamás ha confirmado que 8 de ellos están muertos. En un comunicado, las familias de los rehenes, transmiten su angustia por sus seres queridos y su esperanza de que no se rompa la tregua. El Gobierno de Netanyahu ya ha dicho que no tolerará ningún incumplimiento por parte del grupo rebelde.

Miles de palestinos han comenzado a regresar este lunes a lo que queda de sus hogares en el norte de Gaza, después de que el Ejército israelí haya abierto a las 7 de la mañana, hora local, el corredor de Netzarim, en aplicación del acuerdo de tregua con Hamás. La apertura ha sido posible tras el compromiso de Hamás de liberar a otras tres rehenes israelíes antes del próximo sábado.

Foto: EFE/EPA/MOHAMMED SABER

En Israel, miembros del Gobierno de Benjamín Netanyahu han aplaudido la idea de Donald Trump de que Egipto y Jordania reciban a un millón y medio de desplazados de Gaza para su "alojamiento". Especialmente, el sector ultraderechista, que sueña con colonizar Gaza y Cisjordania.

La Autoridad Nacional Palestina rechaza esa propuesta y asegura que los palestinos no abandonaran sus tierras. Trump ha dicho que Gaza es "un lugar de demolición" que hay que "limpiar", y enviar a los palestinos a Egipto y Jordania, países que también rechaza esa idea.

Israel, por otra parte, va a permitir ya la vuelta de miles de gazatíes a sus casas en el norte de la Franja, tras lograr que Hamás y la Yihad liberen a una rehjén civil antes del sábado, cuando está previsto el nuevo canje de rehenes israelíes por presos palestinos.

Foto: REUTERS / LEAH MILLIS

Hasta ahora, el alto el fuego en Gaza ha permitido liberar a siete rehenes israelíes que estaban en manos de Hamás. Israel, como parte del trato, ha excarcelado a 290 presos palestinos. Entre ellos había menores y mujeres. Un equipo de RTVE ha hablado con una de ellas. Su nombre es Amal Suyaiya. Estudia periodismo en la universidad de Ramala, en Cijsordania, y es presentadora y directora de un videopódcast que habla de la situación de los palestinos. Uno de sus últimos programas lo dedicó a denunciar los abusos que sufren los presos palestinos y semanas después, decenas de soldados israelíes rodearon su casa: "Me esposaron y me llevaron a la cárcel".

Amal ha estado siete meses en prisión sin cargos y "con mucho frío, con poca comida". "He visto malos tratos, soldados pegando a las mujeres y arrancándoles el pañuelo de la cabeza para humillarlas", cuenta.

Esperar es lo único que les queda a los miles de gazatíes que intentan llegar al norte de la Franja. Se agolpan en los alrededores del corredor de Netzarim, bloqueado por Israel. "Pensábamos que podríamos volver a casa", dice una mujer afectada, "ya hemos sufrido demasiado".

Los primeros en llegar a esta zona ya han pasado aquí su primera noche y las fogatas son imprescindibles. El hambre empieza a apretar y la ayuda humanitaria escasea. La caravana de coches que se dirige hacia el norte sigue creciendo. Israel tiene cerrado el acceso al norte de Gaza porque dice que Hamás debía haber liberado a una civil israelí en el intercambio del sábado. La milicia asegura que lo hará la próxima semana y acusa a Tel Aviv de incumplir el acuerdo de alto el fuego al no permitir a los ciudadanos de la Franja regresar a sus hogares.

Foto: EFE/EPA/HAITHAM IMAD