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Antes de conocer esa respuesta de los mercados el presidente del Gobierno ya ha dicho que se marchaba satisfecho de Bruselas. Mariano Rajoy cree que el Consejo Europeo ha lanzado un mensaje claro de apoyo al euro que beneficia a España.

Los acuerdos se consiguieron después de una larga noche de negociaciones en Bruselas. España e Italia sumaron fuerzas para arrancar a Alemania medidas que puedan aliviar la presión sobre su deuda.

Los detalles de los acuerdos en Bruselas se cerrarán el próximo 9 de julio en una reunión del Ecofin. El Gobierno español considera que lo importante es que el euro ha salido fortalecido de esta reunión.

Son las primeras palabras del presidente del Gobierno después de los acuerdos de esta madrugada en Bruselas que daban respuesta a las principales peticiones de España e Italia. Con esos acuerdos, los fondos europeos de rescate podrán comprar ya en el mercado secundario deuda de países en apuros. Y a final de año los bancos podrán recibir directamente ayudas de esos fondos sin pasar por los Estados.

El primer ministro italiano, Mario Monti, ha sido el encargado de hacer pública la decisión del Consejo Europeo de inyectar dinero directamente a los bancos. "Hemos sacado adelante medidas satisfactorias para la estabilización de la zona euro. En concreto, sobre un aspecto que interesa particularmente a España, que es la recapitalización directa a la banca por el Fondo Europeo sin pasar por los gobiernos", ha dicho Monti a la prensa en los pasillos de la cumbre, en Bruselas.

La colaboración entre la policía británica y española ha concluido esta madrugada con la detención en Londres de dos presuntos etarras, Antonio Troitiño Arranz e Ignacio Lerín.

Se trata de dos de los terroristas más buscados y ambos tenían una reclamación judicial por parte de la Audiencia Nacional.

Con Troitiño y Lerín son cinco los presuntos terroristas detenidos en una semana.

Italia y España han lanzado un pulso a la UE. El primer ministro italiano, Mario Monti, y el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy han condicionado su apoyo al plan de crecimiento europeo de 120.000 millones de euros a que la Unión Europea tome medidas para aliviar la presión sobre sus deudas soberanas a corto plazo, muy presionadas en los mercados.

Latinos contra sajones. Las afinidades lingüísticas parecen dibujar esta vez la frontera entre los dos bandos que se enfrentan en el Consejo Europeo. La canciller alemana, voz cantante de la austeridad a toda costa, ha entrado esta vez al campo de batalla con un mensaje más apaciguador. Angela Merkel no se ha referido a los temas espinosos y se ha limitado a constatar la necesidad de un pacto por el crecimiento. Más duro ha sido el primer ministro holandés. Según Mark Rutte, la inyección urgente de capital no es más que una palmadita en la espalda: no queda otra que apretar los dientes y seguir con los ajustes.

En el bando latino, Mario Monti reclama que el fondo de rescate europeo compre ya mismo bonos españoles e italianos para rebajar unas primas de riesgo desbocadas. En su apoyo, el presidente francés, Francoise Hollande, que apela a la solidaridad y, sin citarlos, reclama apoyo para países con dificultades que están haciendo esfuerzos para encauzar sus cuentas públicas. Y España.

De nuevo en el bando sajón, el primer ministro británico anuncia que su país se quedará fuera de una posible unión bancaria. Cameron no quiere más poder para Bruselas y dice que a los bancos británicos ya se les aprietan suficientemente las tuercas.

Lo importante es que España pueda financiarse. Con esa idea llega a Bruselas el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que ha insistido en que lo más urgente es solucionar el problema de la deuda.

Y en esta batalla, a pesar de las reticencias de Alemania, no está solo. Cuenta con el respaldo del presidente francés, con el que ha estado hablando bastante tiempo al inicio de la reunión, y con el del primer ministro italiano.

El Gobierno se muestra optismista sobre el resultado de la cumbre, pero Rajoy destaca que aquí las decisiones aquí se toman por unanimidad y que eso complica las cosas. Sobre el rescate bancario y la opción de que la ayuda de hasta 100.000 millones de euros vaya a los bancos, Rajoy duda de que salga adelante en esta cumbre: "Es una posibilidad que tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Eso iría dentro de la unión bancaria. Yo supongo que se apuntarán algunas ideas sobre este tema. Pero no veo que eso quede resuelte de manera definitiva, pero es una de las posibilidades que están abiertas".

Rajoy defiende, además, que el banco europeo de inversiones pueda financiar a las pymes para que creen empleo. Su apuesta, de nuevo, es más Europa.