Hace décadas hubo una ciudad en Ourense llamada Benposta que fue gobernada por niños y fue levantada por ellos en la década de 1960. Contaba con un Ayuntamiento y casas de oficios que daban trabajo a menores sin recursos, y todo ello al frente del padre Silva, que ubicó aquí la sede de un circo. Este fue una celebridad mundial que hacía giras mundiales y generaba unos ingresos que se reinvertían en la ciudad.
Ahora, la serie El circo de los muchachos, de Elías León Siminiani, cuenta también su final y el declive de la obra del padre Silva.
La hora de la 1