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Tres de los integrantes de la gloriosa final de 1974 que el Real Madrid ganó por 4-0 al FC Barcelona se sientan a comer con Paco Grande. Santillana y Rubiñan marcaron los dos primeros goles y el portero Miguel Ángel se ocupó de mantener la puerta a cero.

Los jugadores de la cantera del Barça, Sergi Gómez y Muniesa, nos hablan de cómo será la final de Copa junto al madridista Canales. Para los tres, una final como esta es el partido soñado.

El último entrenador del Real Madrid que ganó la Copa del Rey ha sido Benito Floro. TVE ha charlado con él para que nos cuente cómo ve la final y las opciones de cada equipo en ella.

Madrid y Barça volvían a encontrarse en una final de la Copa, esta vez llamada Copa del Generalísimo. El equipo culé consiguió ganar en el Santiago Bernabéu en la única ocasión en la que los dos equipos no se disputaron la Copa en un campo neutral. En el minuto cinco del partido llegó el gol que decidió el partido. Desgraciadamente para el equipo dirigido por Santiago Bernabéu, el gol fue en propia puerta. Un centro desde la izquierda de Rifé fue rematado en su portería por Zunzunegui cuando intentaba despejarlo. El Barcelona consiguió levantar su 16ª copa e impidió al Madrid conseguir el doblete ya que esa temporada había ganado ya la Liga. El partido se conocería popularmente como 'la final de las botellas' ya que el césped se llenó de botellas durante la entrega de la copa en protesta de los aficionados madridistas por la actuación del colegiado que no pitó dos penaltis a los blancos, uno sobre Amancio y otro sobre Serena.

La última vez que el equipo más laureado de Europa levantó el trofeo de campeón de Copa fue en 1993 tras una final que se jugó curiosamente en el mismo estadio que este año, el estadio valenciano de Luis Casanova (Mestalla). El partido enfrentó al equipo blanco con el Real Zaragoza el 26 de junio de 1993. El encuentro se resolvió para el equipo que dirigía entonces Benito Floro con los goles de Emilio Butragueño y Mikel Lasa.

La final del año 1974 se jugó el 29 de junio, en el mismo período en el que las selecciones nacionales preparaban el Mundial del 74. Esto hizo que ni Madrid ni Barça pudieran alinear a sus internacionales extranjeros en la final. El partido fue, seguramente, la final menos reñida de las cinco que han disputado Barcelona y Real Madrid. Los blancos salieron a por todas desde el inicio y no tardó en encarrilar el título con un gol de Santillana. Ha sido la última victoria de los blancos sobre el Barcelona en una final de Copa hasta ahora.

La última final en la que se han enfrentado Real Madrid y Barça fue curiosamente en el mismo campo en el que este año se van a jugar el mismo trofeo y en el mismo en el que jugaron en 1936: Mestalla, que había sido rebautizado Luis Casanova. Fue un partido celebrado en abril como este año y en el que comenzó el declive de una hornada de jugadores de la cantera madridista, la Quinta del Buitre de Butragueño, Sanchís, Míchel y Martín Vázquez. Guillermo Amor marcó el primer gol a pase de Begiristain tras rechazar Buyo un disparo de Koeman. Julio Salinas, en los últimos compases, anotó el segundo tanto que sentenció el partido. Fue una final muy polémica en la que Hierro fue expulsado por doble amonestación al final de la primera parte y en la que desgraciadamente Zubizarreta recibió un botellazo durante la celebración que le impidió terminar la vuelta de honor.

9 años después de su última final de copa, Barça y Madrid se volvían a ver las caras en el 83. Era el Barcelona de Maradona y en el que militaba un jovencito alemán llamado Schuster. El Barça se hizo con el triunfo en un partido tenso y lleno de faltas. Se adelantaron los culés con un gol de Víctor Muñoz tras una asistencia de Maradona. En la segunda parte consiguió empatar el Real Madrid gracias a un gol de Santillana. El partido se resolvió en el minuto 89 con el gol de la victoria de Marcos Alonso. La imagen la protagonizó el barcelonista Schuster que celebró el tanto haciendo varios cortes de mangas a los jugadores merengues que cinco años más tarde serían sus compañeros.

Sin duda alguna, el mejor recuerdo de una Copa del Rey para el madridismo es la Copa de 1980. Esa temporada se dio un caso único hasta ese momento y que no se ha vuelto a repetir: un equipo se encontraba en la final con su filial para dirimir quien recogía de manos de su majestad el Rey la copa. Todos los viernes durante esa temporada, el primer equipo se enfrentaba al filial cada viernes en el entrenamiento en la Ciudad Deportiva pero esa semana de la final no se produjo tal pachanga como muestra de la importancia que el equipo blanco le daba al partido. Finalmente el equipo filial acabó sucumbiendo por 6 a 1 frente a los Del Bosque, Santillana, Camacho y compañía.