Cuando Lena y Sergei volvieron a casa esta mañana, no podían creerlo. Es la segunda casa que pierden en poco más de un año. Primero, la de la madre de Lena. Y ahora, otro misil les arrebata la casa natal de Sergei. Nadie les ayudó a reconstruir la otra y nadie, dicen, les ayudará con esta. Con el susto en el cuerpo, Sergei explica cómo la viga le rozó la espalda al caer.
El compromiso de no atacar intereses energéticos se plantea como un primer paso en la guerra en Ucrania y el siguiente podría ser un alto el fuego en el mar Negro. Lo van a negociar Estados Unidos y Rusia a partir del domingo en Arabia Saudí. Cualquier acuerdo choca, sin embargo, con la desconfianza de los ucranianos, como ha podido comprobar un equipo de TVE.