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La primavera es tiempo de renovación, cambio de paisaje, clima y temperaturas* y por qué no, también en nuestra mera de vestir. Eso mismo ha querido transmitir el diseñador Javier Larrainzar a través de sus nuevas propuestas para la temporada 2011: una colección completamente renovada, fresca y actual, enfocada a la mujer real a la que le gusta sentirse guapa sin recurrir a demasiados artificios.

Inspirada en los tejidos de un hogar con sabor a campo, Kina Fernández, encargada de abrir la última jornada de Cibeles Madrid Fashion Week, ha presentado una colección con la estética de los años 50, donde el busto adquirió protagonismo y la cintura de avispa se encargó de reclamar las eclipsadas curvas de la mujer.

Con una especial atención a tres estampados digitalmente, dibujados por ella, la diseñadora bilbaína Miriam Ocáriz ha creado una colección con siluetas limpias, aunque elaboradas, mucha variedad de propuestas y muchos matices. "Los colores se repiten y se alternan. Una parte es de tonos pasteles, suaves, que se mezclan con malva, turquesas, rosa palo, verde, hasta llegar al negro que se matiza combinándolo con el maquillaje".

Con una puesta en escena con un punto de humor, con gafas de bucear o linternas de cristales de Swaroski, Roberto Verino presentó una colección intemporal, en colores neutros, como el camel, el negro o el blanco, con toques de rosa, azulón, rojo, estampados de animal, lunares, tejidos Chanel y rafias.

La primera en pisar la pasarela cibeles esta tarde ha sido la modelo Nieves Álvarez, musa de Roberto Torreta. El diseñador ha presentado una colección sin grandes sorpresas excepto por los colores: chicle, dorados y rojos, poco habituales en él. Después han presentado sus propuestas Ángel Schlesser, con nuevos volúmenes, Roberto Verino, el más sensual y atrevido de la tarde, y por último Miriam Ocáriz.