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Comando actualidad - ¿Esto cómo se come?

  • Los gustos gastronómicos evolucionan hasta lo impensable

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Comando actualidad - ¿Esto cómo se come?

Por economía, atrevimiento o simplemente ganas de probar algo nuevo: los gustos gastronómicos evolucionan hasta lo impensable o vuelven de manera inevitable a los viejos hábitos.  La casquería está viviendo una nueva edad dorada gracias a la crisis. Por otra parte, proliferan los productos exóticos, las modas como la maduración extrema, o el picante insoportable a modo de reto... ¿Probarían lo que van a ver?

En los últimos cinco años la casquería ha subido un 30% en ventas. Enrique era pollero y cambió su negocio por el de las vísceras, sesos, criadillas y callos, que siguen siendo el producto estrella. Asegura que quien renuncia a probarlo es por puro desconocimiento. Su proveedor vende incluso penes de toro que exporta sobre todo a China. Comprobamos que no hay restaurante que se precie que no incluya en su carta una evolución más o menos sofisticada de las interioridades animales.

Los caracoles, de moda

También existe un boom de la cría de caracoles. Juan tiene más de 4 millones en su granja de Guadalajara. Se trata de un animal que se reproduce con facilidad, pero no tanta como para cubrir la demanda española: buena parte llega de Marruecos y Rumanía. Cataluña es la principal consumidora de este manjar insoportable para muchos.

Marco tiene un bar en Valladolid que servía escarabajos, escorpiones y saltamontes en su carta hasta que Sanidad se lo prohibióHoy sigue consumiéndolos a título particular, importándolos de lugares donde su consumo es habitual. Nos muestra el modo de degustarlos bien crujientes y le acompañamos a su local a la competición de picante extremo donde avisa a los participantes de los riesgos para su salud de tamaño reto. Pot, por su parte, nos enseña orgulloso cómo cocina en su restaurante el plato que dicen, es el más picante de España. Lo cocina con guantes y mascarilla.

La experimentación se ha convertido en una máxima gastronómica. José tiene bueyes de 1.600 kilos en su explotación leonesa. Le gusta comprobar el alcance de la maduración de su carne. Hay quien asegura que tener en una cámara la carne del buey durante nueve meses es llevarla a la putrefacción. Él ha renunciado a tal punto, pero ha conseguido hacer un bocado especial de su carne con cinco meses. La revista Time la ha calificado como “la mejor carne del mundo”.