Lucrecia es condenada a muerte por la Inquisición y Sátur vende sus ojos por Gabi
- Te contamos el capítulo 77 a través de los mejores momentos
- Aviso: si no has visto el capítulo el texto te puede desvelar algunas tramas
En el Palacio de la Marquesa de Santillana no se puede vivir más angustia en el capítulo 77 de Águila Roja. Acusada de brujería, Lucrecia recibe un nuevo dictámen de la Inquisición. Será ejecutada en su propio Palacio con la máquina de tortura 'la doncella de hierro'. Nuño y el Comisario no saben qué hacer para salvarla. Nadie puede vencer a la Inquisición. Hernán, convencido de que esta vez sí puede perder para siempre al amor de su vida, sufre una terrible pesadilla:
Gonzalo y Sátur buscan la forma de conseguir el dinero que permitirá a Gabi estudiar música en París. Cada uno por su lado. Gonzalo intenta apuntarse a un torneo de arqueros. El ganador será premiado con 50 doblones de oro. Sátur en cambio ha encontrado una solución muy extrema. El conde de Villagrán está dispuesto a pagar el dinero que necesita si le deja arrancarle los ojos para experimentar una posible curación de su hija ciega. Sátur acepta. Su vida pende de un hilo...
Solo los nobles son admitidos como participantes en el torneo de tiro con arco. Así que Gonzalo se disfraza, consigue ropajes y falsifica un emblema, el del conde de Bellver. Margarita lo sorprende así vestido. Qué guapo está… Cruzan unas pocas palabras. Sátur reprende a su amo, a ver si espabila. Pero Gonzalo cree que Margarita está interesada en otra persona...
Gonzalo da el pego y se inscribe en la competición. Otro noble, este real, le pone el torneo difícil, es Luis de Andrade. Pero el héroe es el héroe:
Ha llegado el momento de la ejecución de Lucrecia. El Comisario ha hecho todo lo que está en su poder para impedirlo. El esfuerzo ha sido en vano. El Inquisidor se mantiene imperturbable. Lucrecia entra en 'la doncella de hierro', las púas le atravesarán el cuerpo. El Comisario hace un último intento. Los hombres del Santo Oficio le reducen. La tensión es máxima. La Marquesa va a morir... ¡Águila Roja irrumpe en la sala!
Por esta vez Lucrecia se ha salvado. Pero la Inquisición la seguirá buscando. El Comisario pacta entonces (a espaldas de la Marquesa) con el Cardenal y la Reina. Les dará al hijo ilegítimo del Rey a cambio de que sea perdonada y de que firmen la nulidad del castigo de Lucrecia.
Gonzalo ha ganado el torneo, y por lo tanto, los 50 doblones de oro con los que Gabi se va a París. Para Sátur, la despedida de su hijo es mucho más dura de lo que pensaba:
Lucrecia vuelve a vestirse con sus mejores galas. Ahora solo necesita ver a su pequeño bebé. No está. ¿Dónde está? El Comisario le cuenta el pacto que ha hecho. Lucrecia estalla. El Comisario la para y le explica que el bebé que le entregó a la Reina no era el suyo, su bebé está siendo cuidado. Lucrecia pasa del dolor a la alegría en un segundo y agradecida se avalanza sobre Hernán, ¿qué va a hacer? La Marquesa lo besa salvajemente, como si no hubiera mañana. La pasión se vuelve a apoderar de la pareja más explosiva de Águila Roja.
¿Cómo será la vida de Sátur sin Gabi? ¿Y el renacer de Lucrecia? ¿Qué papel tendrá Nuño en Palacio? ¿E Irene? Os dejamos con el avance del próximo capítulo.