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Milenios de ritmo

  • La voz, la flauta y la vina fueron los primeros elementos para crear música
  • Los bailes coreografiados están al orden del día

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Milenios de ritmo
La música, una de las grandes tradiciones hindúes.

“Anna, music?”, se le puede preguntar a un conductor de rickshaw en Anantapur, dirigiéndonos a él como “hermano”. Si el viajero está de suerte, habrá montado en un auto con altavoces y, sin dudarlo, el taxista le dará un sí por respuesta. Comienza el viaje por las calles anantapureñas al son de los últimos hits de la música india cantados en telugu, la lengua local del estado donde se ubica esta ciudad, Andhra Pradesh.

Esta costumbre no es sólo habitual en este rincón de la India, sino en todo el país. Una experiencia totalmente recomendable. Las imágenes de la ciudad, mezcla de tráfico, comercios, vacas y otros animales, se presentan de manera diferente al ritmo de este son.

Los instrumentos del sonido indio

La música hace vibrar el día a día de los indios desde hace milenios. Aunque ahora se puede escuchar en todas partes, su origen procede de los templos del norte del país y de las cortes de los monarcas del sur, que se iban transmitiendo de una generación a otra por vía oral. En sus inicios, la voz, la flauta y la vina, un instrumento de cuerda y similar al sitar, eran los principales elementos que se empleaban para crear música. La vina pudo ser la antesala a la aparición del tradicional sitar, poco después de que los musulmanes se extendieran por el país entre los siglos XI y XIII.

Mientras la música tradicional india casa con los ritmos árabes y de Oriente Medio, no lo hace con el occidental. La música india juega con un tono fijo al que se le suman sonidos; sin embargo, la música occidental se basa en la armonía: la conjunción de sonidos diferentes a un mismo tiempo. A un oído ajeno al ritmo indio le cuesta hacerse con él, así como a unos pies principiantes seguir un baile. Todo es cuestión de práctica.

Otros instrumentos básicos de la música india son los de percusión, como los norteños tablá, dos pequeños tambores de diferentes tamaños, y el pákhawach, un único tambor de mayor longitud; o el sureño mridángam, de doble cara. Entre los más habituales también están el sarod, de cuerda, o el shehnai, de viento.

Más allá de lo tradicional

Actualmente, la música india es un vasto complejo de ramificaciones e influencias y ha ido evolucionando con el paso del tiempo hasta ahora. En una tienda de música puede encontrarse entre sus estanterías cualquier tipo de género: tradicional, clásico, popular, pop, dance o bandas sonoras (por la supremacía de Bollywood).

Así, la música se cuela en cada rincón del país para ser cantada y bailada en rickshaws, calles y discotecas. Porque si algo la caracteriza actualmente es que se concibe como un elemento de disfrute social. Está presente en encuentros familiares, ceremonias, ritos y procesiones, y los bailes coreografiados están al orden del día. Toda una corriente lejana a los templos y palacios de marajás, donde tuvo su origen.