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¿Hay demasiados aeropuertos en España?

Aterriza donde quieras

  • El aeropuerto de La Seu d’Urgell alquila las pistas para rallyes de coches
  • En una quincena de aeropuertos españoles apenas aterriza un avión
  • Ryanair amenaza con dejar muchos aeropuertos si suben las tasas

Por
Repor - Aterriza donde quieras

“Aterriza donde quieras” se emite el próximo lunes 7 de enero de 2013 en el Canal 24 Horas y el martes 8 en La 1 de TVE. Es un reportaje de Carlos Enrique y Nacho Rodríguez

Salas de espera vacías, cintas porta maletas sin equipajes o paneles luminosos sin nada que destacar. Esa es la imagen que ofrece a día de hoy alguno de los aeropuertos españoles. En nuestro país hay cerca de una cincuentena de aeropuertos operativos pero eso no significa que los aviones aterricen en todos ellos. A vista de pájaro, en España sobran pistas para aterrizar.

Aeropuertos en el desierto

El aeropuerto de Lleida-Alguaire se levantó entre campos de cereal. Lo construyó el gobierno catalán con el objetivo de atraer a medio millón de turistas al año. Hoy apenas llegan 30 mil. Las instalaciones están casi vacías y Gersán, el dueño de la cafetería, no sabe como apañárselas para seguir con el negocio. Lo mismo piensa la Generalitat catalana que en un intento de evitar la ruina andan buscando inversores para darle nuevos usos al aeropuerto, como el que ha propuesto una compañía: convertirlo en una especie de garaje para aeronaves.

Mucho peor es la situación del aeropuerto de Huesca-Monflorite. 50 millones de euros invertidos en el aeropuerto y ningún avión en sus pistas desde que la compañía Pyrenair echó el cierre.

Pescado y marisco: los pasajeros de Vitoria

Vitoria-Foronda sólo opera de noche. Es el cuarto aeropuerto de carga más importante del país pero vuelos comerciales no llega ninguno. Por la noche llegan mercancías de toda Europa, entre ellas el pescado que se distribuirá a la mañana siguiente en la mayoría de mercados españoles. Es una de las medidas que ha impulsado AENA, el gestor aeroportuario, en su plan de choque para combatir su deuda de 12 mil millones de euros. Pero AENA ha tenido que aplicar medidas más duras y está negociando un ERE para 1.600 trabajadores. Sólo en Vitoria se perderán cerca del 80% de puestos de trabajo.

El low-cost: ¿una solución trampa?

Ryanair es sin duda la viva imagen de compañía low-cost. Nada de lujos y reciben dinero de instituciones por operar en aeropuertos secundarios como Girona o Reus y reclaman una política de tasas blanda. Su vicepresidente, Michael Cawley, lo tiene muy claro: “o nos rebajan las tasas o nos vamos”. En su defensa arguye que son los únicos que traen pasajeros a unos aeropuertos que agonizan.