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Dapaong, escuela de maestros

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Pueblo de Dios - Dapaong, escuela de maestros

Los niños y jóvenes de Togo son el principal activo del país. Su educación se ha convertido en un objetivo prioritario. La tasa de escolarización en primaria ronda el 90%, una cifra que en la región rural de “Las Sabanas” se ve reducida a un 60%, la más baja del país. Pero el dato más alarmante es la escolarización femenina. Si en Togo van a la escuela ocho de cada diez niñas, en esta zona rural y desfavorecida sólo van tres de cada diez. La desigualdad de oportunidades para la mujer y el bajo nivel educativo son los dos problemas fundamentales de la región.

Dapaong

La diócesis de Dapaong que abarca la región de “Las Sabanas” , al norte de Togo, lleva casi 30 años trabajando en un programa de escolarización, nutrición y abastecimiento de agua. Los Hermanos de La Salle y la ong española PROYDE colaboran activamente en el proyecto. El curso de formación permanente es un lugar de paso obligatorio para los profesores de las escuelas que se incorporan a la red católica. También pasan por aquí los maestros que tienen carencias pedagógicas y los que peor funcionan. Durante un año los veinte profesores que asisten al curso reciben un salario para evitar que abandonen la formación.

Sin dinero

El presupuesto del Centro de Formación Permanente asciende a 5.500 euros anuales que financia íntegramente la ong Promoción y Desarrollo, PROYDE. Mantener las infraestructuras de las 84 escuelas de la red, cuesta 18.000 euros al año. Los hermanos de La Salle están sacando el dinero de debajo de las piedras, pero necesitan ayuda. Un maestro del Estado cobra 25.000 francos CFA, unos 35 euros al mes. Mientras que los profesores de la red católica sólo cobran 18.000 francos, que vienen a ser 25 euros. La mayoría de los maestros se forman en el Centro Diocesano que dirigen los Hermanos de La Salle. En cuanto tienen oportunidad dejan la escuela católica para cobrar más en la pública. En Togo el Estado lleva 12 años sin asumir los sueldos de los maestros de la red de escuelas católicas.

Muertes, salarios y vivienda

Cada año mueren 400 niños en las 84 escuelas de la red católica por falta de alimentos y medicinas. Los sueldos de los profesores son tan exiguos que muchos de ellos tienen que abandonar la enseñanza para poder sobrevivir con la agricultura. Aún hay 40 escuelas sin servicio de cantina que asegure a los niños una comida diaria y la construcción de casas para maestros y nuevas aulas para los alumnos siguen dependiendo de la generosidad del primer mundo. Cuando la escuela está muy lejos de la capital, de Dapaong, resulta complicado que los profesores quieran ir a vivir al poblado. Para motivarles, los padres de los alumnos consiguen un terreno y financian la construcción de viviendas tradicionales para que se queden. La red de escuelas católicas ya ha construido 75 casas con materiales sólidos para los maestros que viven en las comunidades más alejadas.