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Volver con... Francisco a Valencia

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Volver con... - Francisco

Francisco vuelve a Valencia, la ciudad a la que llegó para ganarse la vida con su madre y sus cuatro hermanos después del fallecimiento de su padre. Volver con regresa con Francisco,acompañado de su hermana pequeña Ana María, al centro histórico de la ciudad recordando aquellos difíciles años en que el cantante intentaba abrirse paso en el mundo de la canción. 

Cerca de la Plaza de la Reina se encuentran con la furgoneta de Mármoles Cervera, empresa en la que Francisco estuvo trabajando durante varios años para ayudar a la economía de su familia. Los hermanos terminan el paseo en la histórica horchatería de Santa Catalina recordando su pasión compartida por la música que los llevó a ambos a participar en el Festival de la OTI.

Cuando Francisco era Frango

La playa de la Malvarrosa es el escenario donde el cantante se reencuentra con Suco, el último manager de Nino Bravo que trabajó con Francisco al comienzo de su carrera. Por aquel entonces el cantante valenciano se hacía llamar Frango por Francisco González, y en cada concierto cantaba una parte a capella para convencer al público que aquella voz tan potente realmente salía de la garganta de un chico tan delgado.

Durante su paseo el intérprete tiene la ocasión de charlar con Roberto, un viejo amigo dueño de un restaurante al que Francisco iba en su etapa de cantante de discotecas y pubs. Muchas fueron las noches valencianas que compartieron antes de que Francisco alcanzara la fama. El recorrido a orillas del Mediterráneo termina en una de las terrazas de Las Arenas junto a Enrique Ginés, locutor valenciano que ayudó al joven Francisco a abrirse camino en el panorama musical nacional. Una relación que con los años se transformó en una gran amistad.

Comienzos difíciles

En este regreso a Valencia, Francisco no podía dejar de visitar a su amigo Nacho Mañó, miembro del grupo Presuntos Implicados al que le une una relación de más de treinta años. Juntos recuerdan la imprenta que regentaba el padre de Nacho donde Francisco imprimió sus primeros afiches profesionales y los comienzos que compartieron tocando juntos en una orquesta que recorría los pueblos de la provincia. Después de muchos años, Nacho ha vuelto a trabajar con Francisco como productor de su último disco y el cantante se anima a interpretar uno de los temas en el estudio de su amigo.

Francisco es un gran aficionado a la fotografía y siempre que vuelve a Valencia siente la necesidad de acercarse a la albufera, un maravilloso entorno natural donde disfrutar de un paseo con su mujer Paca. Juntos recuerdan cómo se conocieron y los buenos y malos momentos que han pasado en sus 20 años de relación.

En sus comienzos, Francisco actuó en muchos locales que se encuentran en los pueblos de la albufera como la sala Canal regentada por Vicente Ramírez. Allí estuvo trabajando los tres meses anteriores a su primer triunfo en la OTI. El escenario de la sala es testigo de un reencuentro que se ha hecho esperar, el de Francisco con su primer pianista y amigo José Luis Faulí al que no ve desde hace 13 años.

Tiempo para su familia

Aquellos años de actuaciones en la albufera siempre terminaban en el restaurante Casa Román, lugar al que vuelve Francisco para degustar un excelente allipebre con su mujer Paca y su hija María. Una familia de la que Francisco está disfrutando más intensamente estos últimos años, especialmente desde que es abuelo de dos niñas: Marcela y Lucía.

De vuelta en Valencia, Francisco regresa al Palau de la Música, el escenario donde el cantante cumplió uno de sus mayores sueños, interpretar temas líricos acompañado de Montserrat Caballé. Mayren Beneyto, directora del Palau recibe a Francisco en el escenario que tantas satisfacciones ha dado al valenciano.

Francisco siempre ha estado muy unido al mar y organiza una salida en barco para disfrutar de su gente. El cantante charla con sus hijos Francisco y Cristian en el Club Náutico de Valencia mientras esperan al resto de la familia. A pesar de tener madres diferentes, sus hijos siempre le han agradecido el esfuerzo que ha hecho para que tuvieran una auténtica relación de hermanos. Con los motores en marcha, Francisco deja Valencia sabiendo que nunca dejará de volver a una tierra que tanto le ha dado.