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Un drama familiar inspirado en la vida real

  • Te ofrecemos en exclusiva los capítulos completos de la serie
  • "Desaparecida" es el origen de la serie de TVE  "Unidad Central Operativa"

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Patricia Marcos es una joven que vive junto a su familia en un pueblo imaginario de las afueras de Madrid: Blancaró. La noche en que va a cumplir 18 años coincide con la celebración de las fiestas en un pueblo vecino y Patricia planea salir con su prima Cris. La negociación de la hora de regreso a casa desencadena la clásica discusión familiar con su madre, Lola. Tras el enfado, Patricia acaba logrando autorización de Alfredo, su padre, para alargar un poco más la hora de vuelta. "A las 4:30 en punto, en casa. Y acompañada de tu hermano", le dice su progenitor. Pero llega la hora convenida no aparece. Por fin, a las 4:45, la puerta se abre y Diego, su hermano, entra en casa... pero solo. El calvario de la familia Marcos no ha hecho más que comenzar. Al principio sólo es una preocupación, un enfado con la chica que no ha vuelto aún a casa. Pero según pasan las horas, la angustia y la tensión van en aumento. El teléfono móvil de Patricia está desconectado. Las llamadas se suceden: a las amigas, a su prima, a los hospitales, al instituto... nadie sabe nada. El padre, con la ayuda de su hijo, busca por todos los lugares que frecuentaba Patricia y en las fiestas del pueblo cercano. Pero no hay rastro de ella. Llegan los descubrimientos: la joven mintió, no estuvo con su prima en las fiestas, no volvió con ella en taxi, ni estuvo con su hermano. Estuvo con su novio... una relación que la familia desconocía. Cuando consiguen localizar al chico, tampoco obtienen datos determinantes: la noche anterior discutieron y ella se marchó. Entonces... ¿Dónde está? ¿Con quién? ¿Qué le ha pasado?

La Guardia Civil necesita un plazo más amplio de tiempo para considerar a Patricia Marcos oficialmente desaparecida. La familia, no.

Inspirada en la realidad

Miles de familias viven en España con la incertidumbre de no saber dónde se encuentra uno de sus seres queridos. De no conocer si están vivos o muertos. Ante la incertidumbre, llegan incluso a desatender su vida profesional, social y personal para centrar toda su energía en la búsqueda, a invertir en este empeño todo su dinero y a creer en cualquier pista porque necesitan aferrarse a la mínima esperanza. La mayoría de las veces sus casos no trascienden a la prensa y cuando lo hacen, en pocos días se olvidan. Pero las familias siguen adelante, porque tras las primeras semanas llega lo peor. El gran apoyo inicial que reciben comienza a diluirse y las fuerzas de seguridad se enfrentan a barreras que hacen muy difícil que la investigación siga avanzando con la urgencia que necesitan los familiares de los desaparecidos. En este momento es cuando muchas familias deciden avanzar por su cuenta. Seguir adelante.