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Michel (Funcionario de prisiones): "Este programa ha servido para que los internos recuperen la ilusión"

  • Michel nos ha desvelado lo importante que ha sido "El coro de la cárcel" para los presos
  • Destaca que, gracias al programa, los internos han decubierto "que ahí fuera hay mucha gente buena"

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Michel, funcionario de prisiones de Mansilla de las mulas
Michel, funcionario de prisiones de Mansilla de las mulas

Michel, uno de los funcionarios del módulo de respeto de Mansilla de las mulas, es quien mejor conoce a los internos del coro y lo importante que ha sido esta experiencia no solo para ellos, si no para toda la cárcel en general.

"Yo he visto, claramente, un antes y un después en todos los internos. Por ejemplo, Toni, que era un poco inmaduro y no estaba centrado, ahora tiene ilusión por salir y crear su propia familia, Rosco también está mucho más seguro de si mismo... este programa les ha hecho sentirse importantes", asegura Michel, quien se siente conmovido por el cariño que han recibido los internos por parte del público del programa.

"Todos han recibido muchas cartas, de gente que sólo les conocía a través del programa y les mandaban todo su apoyo, lo que les ha hecho darse cuenta de que ahí fuera hay mucha gente buena", destaca Michel, que ha vivido casi con tanta o más pasión que los internos la experiencia del coro de la cárcel.

Xavi, el mejor amigo

Michel también ha mantenido una estrecha amistad con Xavi, el profesor del coro, de quien destaca que no sólo fue a la cárcel a enseñar música, si no también "a arañar el corazón, a sacar lo que ellos encerraban".

"Nosotros dos hablabamos mucho, sobre todo de los internos más problemáticos, como Gabarri, que nunca tuvo mucho interés en cantar pero que era necesario que estuviera en el coro porque en la cárcel hay mucha gente que funciona como él: gente que nunca ha tenido familia, que siempre ha vivido en la marginalidad, que no tienen esperanzas. Pero también logramos ilusionarle", asegura Michel, aunque lamenta que finalmente se vieran obligados a expulsar a Gabarri del coro. 

"Empezó faltando cuando quería, luego le robaba cigarros a los compañeros, y ya cuando le levantó la mano a Xavi nos vimos obligados a expulsarle", dice Michel.

Amigo y confidente

En esta edición de "El coro de la cárcel" no sólo hemos conocido de cerca la vida de los internos, si no también la de los funcionarios, como Michel. Él asegura que no es el típico funcionario "de bocata y oficina", si no que prefiere involucrase, ser "una especie de madre Teresa, de psicólogo, de confidente, con la finalidad de servir de nexo de unión entre los internos y la sociedad del exterior". De sus 20 años trabajando en prisiones, destaca que, en la mayor parte de los casos, los presos "están muy carentes de cariño. Por eso, un simple apretón de manos, para ellos es un mundo. Y por eso este programa es tan importante, porque el protagonista es el alma, el corazón".

"Los internos se encariñaron muchísimo con el equipo del programa, porque veían que eran gente joven, como ellos", afirma Michel, que destaca que este programa les ha servido a los internos "para ver la luz": "la cárcel corta ilusiones, pero gracias al programa, a la relación el equipo y a las cartas que han recibido, se han dado cuenta de que en el exterior hay vivencias y personas maravillosas".

Tras la cárcel, el apoyo social

"El coro de la cárcel" ha sido un éxito, el empujón que necesitaban los internos para recuperar las ilusiones perdidas. Pero cuando salgan a la calle, ¿qué les espera? Michel lamenta que muchos de ellos, como Tania, no tienen a nadie esperándoles fuera, lo que, en muchos casos, propicia que vuelvan a la delincuencia.

"El apoyo de la sociedad y de la familia es fundamental, y también que tengan ocupaciones. Si salen a la calle y no encuentra trabajo, es muy complicado que puedan reinsertarse en la socidad".