Un cómic nos descubre al Blasco Ibáñez más político y reivindicativo

Miguel Ángel Giner Bou y Cristina Durán repasan su vida en viñetas
Vicente Blasco Ibáñez: Una vida apasionante celebra el 150 aniversario del nacimiento del escritor

16.01.2018 10:35 horas

Por JESÚS JIMÉNEZ

Fragmento de la portada del cómic 'Vicente Blasco Ibáñez: Una vida apasionante'

Todos conocemos a Vicente Blasco Ibáñez como uno de los mejores escritores de la historia. Y en 2017, hemos celebrado el 150 aniversario de su nacimiento. Pero ahora, el cómic Vicente Blasco Ibáñez: Una vida apasionante (Ayuntament de València) incide en facetas menos conocidas de su vida, como las de político, orador, agitador de masas, periodista, guionista de Hollywood… Un cómic que han realizado el guionista Miguel Ángel Giner Bou y la dibujante Cristina Durán (Una posibilidad, Cuando no sabes qué decir).

“No sé si llamar a Blasco Ibáñez soñador –asegura Miguel Ángel-. Muchas de las cosas por las que luchó, aunque le costaron muchos disgustos, acabaron llevándose a cabo. Más que soñador lo llamaría luchador (o activista, si utilizara un término actual). Es una pena que justo por lo que más lucho, por la República, nunca llegase a verla. Pero bueno, revolucionó el panorama político de Valencia primero, y el de España después”.

“Lo que más me ha sorprendido –continúa el guionista- es que muchas de las luchas de Blasco siguen vigentes hoy en día. Su discurso es de una actualidad cuanto menos preocupante. Hay frases suyas que las podrían estar diciendo Pablo Iglesias o Alberto Garzón y no notaríamos que tienen más de un siglo de antigüedad. La lucha contra el poder, contra la opulencia de lglesia, contra la monarquía o contra la guardia civil son de una actualidad pasmosa. Así mismo, los mecanismos para censurar y para atemorizar a la población por parte de la derecha (coartar la libertad de expresión, por ejemplo) también son de una actualidad pasmosa. Es muy triste ver lo poco que ha evolucionado nuestra democracia”.

La artista del cómic, Cristina Durán, asegura que Blasco Ibáñez la ha sorprendido: “Para mi ha sido un auténtico descubrimiento. Es increíble, una auténtica pena, que su figura y su obra no hayan estado más presentes en nuestra educación. Yo solo conocía sus obras principales, pero no conocía la dimensión y la complejidad del personaje. Me ha sorprendido su energía, sus ganas de emprender nuevos proyectos, lo polifacético que era”.

Viñeta del cómic 'Vicente Blasco Ibáñez: Una vida apasionante'

Un hombre de acción

Guionista y dibujante están de acuerdo en que la vida de Blasco Ibáñez fue apasionante. “Es un poco –asegura Miguel Ángel- lo que contamos en el texto de la contra: fue periodista, creador y editor de almanaques y de periódicos, político, escritor, orador magnífico, colonizador en Argentina, guionista de Hollywood, cronista de la primera guerra mundial… lo mejor es que se lean el cómic, ja, ja.... Y lo menos conocido creo que es su faceta política. Como la literaria era imposible taparla, ha habido cierto interés por parte de la derecha de que no se hablara mucho de su faceta política, tan comprometida y tan actual, como decía más arriba”.

“Hemos querido mostrar todas sus facetas –añade Cristina-. Como dice Miguel Ángel, esa personalidad poliédrica que tenía, capaz de estar en varias cosas a la vez y no rendirse nunca, ni siquiera en las muchas ocasiones que estuvo en la cárcel. De él me han llamado la atención dos cosas, la primera, su pasión por la lectura, que le llevó a enfrentarse con su padre y a dedicar después mucho tiempo y esfuerzo para conseguir que fuera algo accesible para todos, creando para ello colecciones a precios populares para que pudieran llegar a cualquier persona. La segunda, su faceta de orador, por lo que cuentan de él y las imágenes que hay de sus discursos y mítines, era un orador increíble, conseguía congregar a miles de personas cada vez que se ponía a hablar. Viendo esas impresionantes fotos de las calles llenas para escucharle, daría lo que fuera porque hubiera existido una grabación de su voz, me hubiera encantado poder escucharle”.

Viñetas del cómic 'Vicente Blasco Ibáñez: Una vida apasionante'

Un homenaje a Hemingway

El cómic se inicia con la llegada del féretro de Blasco Ibáñez al puerto de Valencia el 29 de octubre de 1933. Un viejo pescador explica a un chaval quién era el famoso escritor. “He usado la figura del narrador –asegura Miguel Ángel- porque quería transmitir lo que había sentido yo al ir averiguando la vida de Blasco, esa sorpresa constante en cada nuevo giro en su vida. Así que, un poco homenaje a Hemingway (y también al propio Blasco que utilizó a los pescadores en algunos de sus textos) se me ocurrió la idea de que el abuelo le cuenta la historia al nieto”.

“Además –añade el guionista-, quería un hilo narrativo que atrajese al lector más joven, que se sintiese identificado con Blasco a través de los ojos del niño. Lo que no quería era que fuese una sucesión de trozos de la vida de Blasco a modo de libro de texto. Si haces eso el lector seguro que abandonará a la cuarta página”.

Tanto el guionista como la dibujante han cuidado la documentación al máximo: “El proceso de documentación –asegura Miguel Ángel-, si tienes tiempo y lo puedes hacer bien, como es el caso, es apasionante. Casi es la parte que más nos gusta, tanto a nivel de la historia como a nivel gráfico. Le pudimos dedicar unos meses en los que pude leerme tres o cuatro libros sobre su vida que es de donde ha sacado el guion final y parte de la información gráfica (es una suerte que ya existiera la fotografía)”.

“Yo me he documentado de varias maneras –asegura Cristina-. Los libros sobre su vida y libros sobre Valencia en esa época contenían bastantes fotos. Además, en la Casa Museo Blasco Ibáñez pudimos ver y fotografiar muchos de sus objetos personales, sus muebles, documentos… etc. Y, tanto la Casa Museo como el Ayuntamiento de Valencia, nos facilitaron varias carpetas con archivos de fotos, algunas de ellas poco conocidas, incluso algunas inéditas. También he recurrido a varias páginas web en las que he encontrado auténticas joyas. Y he podido comprobar, desafortunadamente, que hay ciertos lugares de los que no hay documentación gráfica, como el Café España, ya desaparecido, del que sí hay imágenes del interior pero no del exterior”.

“He disfrutado muchísimo en esta fase –continúa Cristina-, me ha encantado ver cómo era la ciudad entonces y he descubierto un montón de cosas que no sabía. Por otro lado, también me ha entristecido comprobar la cantidad de patrimonio histórico que se ha perdido, así que he intentado que algunos de los edificios o detalles que se han perdido salgan reflejados en el cómic, recuperarlos de alguna manera al dibujarlos. Por ejemplo, en la portada, he hecho toda la composición a partir del mosaico que había en el suelo de la terraza de Blasco Ibáñez en la Malvarrosa, un precioso suelo hidráulico que se perdió en el derribo de la casa y que no se rehizo en la reconstrucción”.

“Todos los detalles son importantes”

Este no es el primer cómic de época que dibuja Cristina: “Es el segundo –confiesa-. El primero fue El siglo de oro valenciano, un encargo de la Biblioteca Valenciana. Ese libro lo disfruté muchísimo también, fue apasionante. La verdad es que siempre me ha gustado la historia, pero no había tenido la oportunidad de dedicarle tiempo, así que hacer este tipo de cómics ha sido fantástico porque me ha permitido estudiar y conocer en profundidad trozos de nuestra historia. Repetiría sin dudar”.

“Siempre es complicado recrear otra época –añade Cristina-, pero el de Blasco ha sido menos complicado que el anterior ya que, como comentaba Miguel Ángel, al existir ya la fotografía había mucha más información. De todas formas, en ambos casos hemos tratado de ser lo más rigurosos posible. Nos parece muy importante que todos los detalles estén cuidados y sean fieles a la época histórica en la que están enmarcados. Todo es importante, los edificios, los barcos, trenes, el vestuario… hasta una plumilla o un tintero encima de una mesa”.

La influencia de Blasco Ibáñez

Preguntamos a Miguel Ángel si, a la hora de escribir el cómic, le ha influido el estilo de Blasco Ibáñez. ”He de confesar que no he leído mucho de él (Los cuentos valencianos, La barraca, Cañas y barro) pero me han entrado ganas de leer más. Y sí que me ha influido un poco, ya lo comentaba más arriba. Por otro lado, cuando te acercas a una obra de cualquier otra época, tienes que ser capaz de hacerlo entendiendo el momento histórico y literario en el que se creó. No puedes criticarlo desde el punto de vista actual”.

“Digo esto –continúa- porque la literatura de Blasco es un tanto pomposa, que es lo que tocaba en aquellos momentos. A ojos de ahora se hace un tanto peculiar. No obstante, yo soy de un pueblo del sur de Valencia y me gusta mucho reconocer en sus escritos el ambiente de la Albufera, El Palmar, los campos de arroz, las barracas, las barcas y la vida de los barqueros, la marjal y los pescadores perchando, el ambiente de las fiestas de pueblo, que son recuerdos de mi infancia que tanto conozco y que nadie ha descrito tan bien como él.

Una gran dibujante

Destacar los dibujos de Cristina Duran, quién nos confiesa que: “He seguido trabajando con mi estilo habitual, pero, como cada vez que emprendo un proyecto nuevo, intentando hacerlo lo mejor posible. Lo que más me ha costado han sido las viñetas con multitudes de gente y, con el poder de convocatoria que tenía Blasco, ¡¡han sido unas cuantas!! Y lo que más he disfrutado ha sido la portada, porque me gusta especialmente hacer ilustraciones recargadas y con mucho detalle y las características de este personaje y su época se prestaban a ello”.

En cuanto al color. “En realidad –asegura Cristina- lo ha hecho Miguel Ángel (como en la mayoría de nuestros cómics). Ha sido curioso ver todas esas imágenes, que solo conocemos en blanco y negro, a todo color. Por ejemplo, me encanta ver cómo quedó la escena de la llegada del féretro en el barco. Es una imagen muy conocida y extendida, pero siempre la hemos visto en blanco y negro, así que verla ahora en color, ha sido una grata sorpresa”.

“Para los colores –continúa Cristina-, Miguel Ángel se ha basado en los colores mediterráneos que conocemos perfectamente: los tonos del mar, el cielo, la luz de Valencia… También hay una influencia, tanto en el dibujo, donde hay un pequeño homenaje, como en el color, a la obra de Joaquín Sorolla, tan presente en la tradición pictórica valenciana. Además, como Mariano Benlliure, coetáneo y muy amigo de Blasco”.

Sus proyectos

En cuanto a sus proyectos, Cristina nos avanza que: “Acabamos de terminar nuestro nuevo cómic, El día 3, que hemos hecho con la periodista Laura Ballester y en el que narramos el largo camino recorrido por las víctimas del accidente de metro de Valencia. Será editado por Astiberri y estará a la venta muy pronto, en febrero de este año”.

“Miguel Ángel tiene varios proyectos de cómic en marcha con otros dibujantes –añade-. Y yo estoy haciendo ahora algunos encargos de ilustración. Respecto al cómic, tengo varias ideas en la cabeza, pero después de este año y medio tan intenso voy a respirar un poco y tomármelo con más calma para poder coger energía antes de empezar a pensar en el próximo cómic. Pero vamos, seguro que no tardo mucho en ponerme manos a la obra otra vez”.

Portada del cómic y sus autores retratados por la fotógrafa Aina Buforn