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Benjamin Lacombe convierte a Carmen en una "mujer-araña" feminista

  • El francés ha ilustrado la famosa novela de Mérimée popularizada por la Ópera de Bizet
  • El personaje principal es una mezcla de Penélope Cruz, Paz Vega y una amiga suya

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Tráiler del libro 'Carmen'

Mito imperecedero de la mujer fatal, la Carmen que el escritor Prosper Mérimée creó en 1845 y que Georges Bizet inmortalizó en la ópera de 1875, regresa en su versión más feminista para atrapar a los hombres en una telaraña que teje a través de las páginas de uno de los mejores llibros ilustrados de este 2017: Carmen (Edelvives) ilustrado por Benjamin Lacombe (París, 1982); un experto en retratar a mujeres fuertes como Madama Butterfly, Frida Khalo o María Antonieta.

"Mi Carmen -aseguraba el ilustrador al programa Libros de arena (Radio 3)- no es el diablo ni esa bruja que describía Mérimée en el Siglo XIX. La suya era la visión de un hombre del Siglo XIX sobre una mujer inalcanzable que dominaba a los hombres. Sin embargo, mi Carmen es una mujer libre y feminista que representa la emancipación verdadera. Y en la cubierta vemos su tela de araña que irá tejiendo durante todo el libro".

Detalle de una ilustración de 'Carmen', de Benjamin Lacombe

Detalle de una ilustración de 'Carmen', de Benjamin Lacombe noticias

Una Carmen que ha convertido en "una bellísima mujer-araña que nos provoca rechazo pero al mismo tiempo nos atrapa".

Para su rostro el ilustrador francés se ha inspirado en tres mujeres reales: "Penélope Cruz, Paz Vega y una amiga mía. Aunque su aspecto físico va cambiando a lo largo del libro".

Fascinado por este personaje desde que era niño cuando su madre le llevó a ver la ópera de Bizet, Lacombe afirma que una de las decisiones que le llevó a abordar este personaje se debe a la "fascinación" que genera siglos después de su creación por ser "realmente el arquetipo de mujer fatal".

Detalle de una ilustración de 'Carmen', de Benjamin Lacombe

Detalle de una ilustración de 'Carmen', de Benjamin Lacombe

Un estudio etnológico

Lacombe asegura en el prólogo que, desde una lectura contemporánea; "Carmen es un estudio sobre los gitanos y una España desaparecida. Y desde nuestra perspectiva actual es posible sentirse ofendido ante ciertos enfoques que podrían considerarse racistas. Sin embargo la pretensión de Mérimée fue recrear España y las costumbres que percibió entonces entre los gitanos con una voluntad casi científica, como de etnólogo. No podemos sacar la obra del contexto histórico".

Otra de las cosas que le chirrían del libro es la "impronta del colonialismo" que se puede "leer entre líneas". Pero en general defiende la potencia de esta historia que ha traspasado fronteras para convertirse en un mito.

Mérimée aseguraba haber escrito Carmen en una semana pero la realidad es que el libro fue madurando durante 15 años, fruto de una serie de viajes que efectuó a España en la década de 1840.

Detalle de una ilustración de 'Carmen', de Benjamin Lacombe

Detalle de una ilustración de 'Carmen', de Benjamin Lacombe

Irresistible pero inalcanzable

Valle-Inclán definía a la Carmen de Mérimée como "esa clase de mujer que se ve una vez y se recuerda siempre".

Lacombe asegura que: "El poder de seducción de Carmen posee un toque de brujería. Cautiva a cada hombre con le que cruza su mirada y teje una telaraña a su alrededor hasta que lo envuelve, noqueado en su mantilla; de ahí que Mérimée se sirva con gran habilidad de la semejanza con la mantis, el inquietante insecto hembra que seduce y decapita al macho".

Detalle de una ilustración de 'Carmen', de Benjamin Lacombe

Detalle de una ilustración de 'Carmen', de Benjamin Lacombe

Una mujer que, según el dibujante es "múltiple, inalcanzable... y capaz de metamorfosearse ante nosotros en adivina, espía, eternamente enamorada, etc".

Gran amante de las mujeres de gran temperamento y pasionales, Lacombe reconoce -en una entrevista a EFE- que "en la actualidad es profundamente necesario la existencia de mujeres como Carmen, con toda esa seducción y ansias de libertad".

Detalle de una ilustración de 'Carmen', de Benjamin Lacombe

Detalle de una ilustración de 'Carmen', de Benjamin Lacombe

El origen de 'Carmen'

Destacar la estupenda edición de Edelvives, que incluye la tercera de las cuatro Cartas de España que Mérimée dirigió al director de La Revue de París y que apareció en 1831 en dicha revista. Esas cartas eran relatos de viajes novelados y exóticos en los que el escritor hablaba de temas como La tauromaquia, el ahorcamiento, los bandidos y bandoleros o las brujas.

Esa tercera carta sería la semilla de la que nacería Carmen, catorce años más tarde, en 1845.

El lbro se completa con las notas de Prosper Mérimée en las que explicaba a sus lectores las particularidades del mundo gitano en España.

Otra de las joyas que Lacombe, uno de los mejores ilustradores del mundo, nos regala cada navidad.

Portada de 'Carmen', de Mérimée y Lacombe

Portada de 'Carmen', de Mérimée y Lacombe