Grandes Ciclos: Eduardo Toldrá

• Recordamos al compositor catalán en el 50 aniversario de su muerte
• Escuchamos algunas de sus páginas más relevantes
• Grandes Ciclos se emite de lunes a viernes de 16.00 a 17.00 horas

Grandes Ciclos, el espacio presentado por Eva Sandoval, dedica esta semana a la figura del violinista, director y compositor catalán Eduardo Toldrá, conmemorando así el 50º aniversario de su muerte. Desde el 24 al 28 de septiembre nos centramos en la faceta compositiva del artista, escuchando algunos de sus más relevantes títulos.

Eduardo Toldrá (1895 – 1962)

Nacido en Vilanova i La geltrú el 7 de abril de 1895, Toldrá perteneció a la denominada como Generación de 1920, junto a Frederic Mompou, Robert Gerhard, Manuel Blancafort y Ricardo Lamote de Grignon. Comenzó su enseñanza musical de la mano de su padre, para más tarde estudiar violín y composición en la Escuela Municipal de Música de Barcelona, con maestros como Lluis Millet, Rafael Gálvez y Antoni Nicolau. Allí se inició como intérpretes de orquesta, hasta que llegó su debut como violín solista en 1912, en el Ateneo de Barcelona, el mismo año en el que formó el cuarteto Renaixement. Continuó perteneciendo a este grupo como primer violín hasta 1921, cuando comenzó a desempeñar las labores de profesor de violín en la Escuela Municipal de Música de Barcelona, donde había estudiado.

Su debut como director llegaría en 1916. Dirigió conciertos regularmente desde 1924 hasta 1935 con una orquesta amateur, la Orquesta Estudios Sinfónicos de Barcelona. Cuando se formó la orquesta municipal de la ciudad fue nombrado director de la formación en 1944. Esto supuso el espaldarazo definitivo a su carrera, ya que desde entonces comenzó a ser invitado por otras orquestas españolas, francesas y portuguesas.

Como compositor, el catálogo de Toldrá no es muy extenso, y se concentra básicamente en unos pocos años del período central de su vida artística. Destaca el gran número de canciones que escribió el autor catalán, música instrumental como los 6 sonetos para violín y piano o el célebre cuarteto Vistas al mar; también páginas orquestales, música para piano solo y más de 30 sardanas para cobla, la más típica agrupación folklórica catalana.