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Marvin Gaye, un gigante del Soul que no pierde relevancia

  • La Madeja dedica un programa especial en el 73 aniversario de su nacimiento
  • Autor de uno de los discos más importantes de la historia, What's Going On
  • Escucha programas ya emitidos de La madeja en RTVE A la Carta

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El trágico desenlace de su vida (su propio padre le disparó dos tiros tras una discusión a golpes), su destructiva adicción a las drogas durante décadas, sus tumultuosas relaciones sentimentales y sus problemas con la justicia y el fisco norteamericanos convierten la biografía de Marvin Gaye en un festín para los rastreadores de carnaza y un objetivo fácil para los que disfrutan tejiendo relaciones de causa-efecto entre el talento creativo y la inestabilidad mental.

Pero la obra de Gaye, coloso del Soul, es tan rica, exuberante e influyente que ni siquiera los episodios más lúgubres logran restar trascendencia a uno de pocos artistas realmente decisivos de la segunda mitad del siglo XX.

Emblema de Motown Records

Su recorrido musical es paradigmático, casi novelesco: tras dejar su Washington D.C natal -donde se curtió a la (mala) sombra de su padre predicador - se instala en la emprendedora Detroit de principios de los 60, se casa providencialmente con la hermana del fundador de Motown Records y se convierte en pocos años en una de las figuras más importantes del sello que va a redefinir y popularizar la música popular afroamericana para siempre.

En dos grandes trazos se puede dividir la abrumadora trayectoria de Gaye en Motown Records en dos etapas de similar repercusión comercial pero diferente poso artístico.

La primera es la que construye a partir de 1964 en una serie de duetos de alto voltaje emocional con algunas de las voces femeninas más populares del sello: Mary Wells, Kim Weston y, especialmente, Tammi Terrell, con la que grabó las inolvidables "Your Precious Love" y "Ain't No Mountain High Enough" en 1967 y "You're All I Need to Get By" un año después.

Himnos absolutos de la década, estas canciones sintetizaban no tanto el estilo del sello (artistas como Stevie Wonder o Smokey Robinson imponían su propia idiosincrasia) como la intención fundacional del patriarca Berry Gordy, que pretendía facturar música "que alcance los corazones, las almas, y las billeteras de todas las personas". Gaye se convirtió en emblema de Motown y su relación con Terrell resultaba absolutamente perfecta en términos comerciales, artísticos y estéticos.

Lamentablemente la relación sería efímera: en el verano del 67 Tammi Terrel se desmaya en el escenario en los brazos de Gaye debido a un incipiente tumor cerebral que acabaría con su vida tres años después. Es una tragedia que anticipa otra. Marvin Gaye nunca superaría la muerte de su amiga y su salud mental se inestabiliza progresivamente.

What's Going On redefine el Soul

De todos modos, la segunda etapa de Gaye en Motown es la que realmente define su personalidad musical y la que da brillo eterno a su figura en el panteón de la música negra.

Tras el rotundo éxito en 1968 de "I Heard It Through the Gravepine" (una de sus canciones más representativas), se aleja de los patrones industriales de Motown y comienza a fraguar un nuevo estilo, más personal y evolucionado, con el que pretendía dar rienda suelta a sus inquietudes políticas, sociales y medioambientales.

A pesar de las reticencias iniciales de Gordy, la iluminación de Gaye sería imparable. Sus nuevas canciones no solo incorporan el nuevo discurso benéfico e intimista sino que se construyen con una instrumentación barroca y minuciosa, de arreglos exuberantes, que dotaban a la obra de una solemnidad arrebatadora. What's Going On (1971), es el álbum que reconstruye la figura de Marvin Gaye, transformado en uno de los creadores más audaces, originales e influyentes de su tiempo.

Este álbum conceptual de nueve canciones narradas desde el punto de vista de un veterano de la guerra de Vietnam, más allá del inevitable éxito inmediato en su tiempo, se ha establecido como uno de los mejores discos de la historia de la música popular, más allá de géneros.

Aunque la carrera de Gaye a partir de What's Going On esté repleta de hitos, prodigios y desdichas, no hay un instante mejor para fijar el plano que ilustre su inabarcable talento que este momento de 1971 en el que un artista en estado de gracia sintetiza lo mejor de sí mismo en un álbum memorable.

Es Marvin Gaye, Flying High (In the friendly sky).

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