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Libros

Federico Axat, el ingeniero que construye thrillers perfectos

  • El bonaerense presenta su último libro, Amnesia, sobre el poder de la mente y el laberinto de la memoria
  • El escritor e ingeniero revolucionó el panorama del suspense con La última salida, que en breve llegará al cine

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El escritor e ingeniero argentino Federico Axat. Editorial Destino.
El escritor e ingeniero argentino Federico Axat. Editorial Destino.

¿Cómo se construye un thriller perfecto? Mézclese en la coctelera un arranque contundente, tramas superpuestas con precisión milimétrica y un final que sorprende incluso al lector más avezado.

Al menos, estas son las bases que orientan la brújula literaria del escritor argentino Federico Axat (Buenos Aires, 1975), ingeniero civil de profesión y autor de thrillers psicológicos, que ha removido el muy revisitado género del suspense con sus bestsellers.

El bonaerense se lanzó a la escritura por la influencia de su familia, fervientes aficionados a la novela negra, y ha conseguido dinamitar el escenario con La última salida (2016) que fue publicado primero en España.

Una pesadilla mental tan angustiosa como original que dio el campanazo internacional entre los lectores y en breve llegará al cine. Sus anteriores creaciones, Benjamín, (2010); El aula 19, (2012); El pantano de las mariposas, (2013) han sido vendidas a 35 editoriales en todo el globo.

Tramas imposibles y entrecruzadas

Las inevitables etiquetas le señalan como nuevo maestro del thriller en castellano, pero el escritor se evade del vértigo del éxito, de hecho no ha abandonado la empresa de telecomunicaciones donde trabaja, enfocándose en Amnesia (Destino).

Su último libro absorbe de forma extrema algunas de sus obsesiones: el poder de la mente, los laberintos de la memoria y los límites de la locura. Ítems que llevan de la mano al lector en la historia de John Brenner, un ilustrador exalcóholico que se despierta con resaca y con el cadáver de una mujer a su lado.

Brenner no sabe qué diablos ha ocurrido porque sus recuerdos se han esfumado. Bienvenidos el juego de espejos sobre las diferentes percepciones de la realidad.

“Nuestra mente es un misterio en algún punto y este es uno de los temas de este libro. Qué olvidamos y qué recordamos aunque afortunadamente hay un mecanismo selectivo que recuerda lo que vale la pena y que deja de lado lo que es mejor olvidar. Eso sí, el lector también empezará a dudar y no sabrá fiarse de si está viendo esa realidad tal cuál es”, explica Axat en una entrevista para RTVE.es.

En Amnesia, Federico Axat recorre la huella de sus máximos referentes: el pulso latente del maestro Stephen King, que le marcó en su juventud ya que escribe desde los quince, pero también Connelly y los signos reconocibles de una cultura audiovisual que bebe de series como Twin Peaks. Es la recreación de la atmósfera inquietante de la ciudad ficticia de Carnival Falls donde ubica de nuevo la acción y nada es lo que parece.

El escritor se aleja del terror pero se equipara a su idolatrado King en cómo aborda las historias- dice- con giros entrecruzados que fluctúan por caminos imposibles. Como ingeniero que es, Axat se ampara en la racionalidad a la hora de encajar un engranaje perfecto, pero hay más.

“Voy pensando la trama a medida que avanza la historia y vuelvo hacia atrás y reescribo mucho aunque parezca un mecanismo perfectamente hilvanado”, relata sobre sus particulares resortes en un libro que también dedica a su padre, fallecido de cáncer mientras lo terminaba, y al que homenajea en personajes y gestos de un argumento complejo.

“Hay una investigación policial pero hay una trama que tiene que ver con la industria farmacéutica, pero quería contar el contraste entre una situación muy privada: la realidad de una casa perdida en un pueblo de EE.UU. con todo el poderío gubernamental”, añade sobre unas vueltas de tuerca que confiesa “están muy pensadas”.

Universo Axat

La agilidad y un estilo muy visual son santo y seña de su escritura, que en Amnesia el autor ha querido balancear con un mayor peso de las relaciones entre los personajes. Familia y amigos de la infancia ayudarán al atribulado Brenner a no deslizarse en la pendiente de la locura. Pero por encima de todo, Federico Axat ha cuidado al máximo la traca final que se ha convertido en “una especie de marca” en sus creaciones: “Siempre estoy pensando en cómo concluir la historia en todo momento y en conseguir esa sorpresa que el lector espera en ese tipo de libros, que esté a la altura y no sacar un conejo salido de la chistera. Si hay un libro que no encuentro la forma de cerrarlo ese libro nunca va a ser publicado”, afirma.

La mezcla que agita el escritor bonaerense, que a menudo sitúa sus novelas en EE.UU. donde residió durante un tiempo, es puramente adictiva y se enmarca de lleno en el thriller anglosajón.

Como guinda, brinda un guiño a sus lectores con metareferencias a lugares y personajes de otras de sus novelas tejiendo una suerte de red interconectada. Es el “universo Axat” que anticipa el preludio de una posible saga.

“Son libros independientes que los pueden disfrutar quien no me haya leído pero también están estos guiños y personajes secundarios que aparecen y algunos hilos sueltos que encuentran su conclusión. Es algo que siempre me ha gustado como lector y es algo que creo que los lectores valoran”, concluye convencido.