Londres, la pasarela reivindicativa

• Vivienne Westwood critica el consumismo y apuesta por el reciclaje
• La moda sin género marca la mayoría de las colecciones
• La estética y los códigos deportivos son más que una tendencia
• Blog de Moda: El rosa no es un color

Ovación en Londres para la diseñadora Vivienne Westwood.

Es diseñadora y activista, y sus desfiles sirven para presentar las nuevas colecciones y para protestar o llamar la atención sobre el calentamiento global, las desigualdades sociales o el consumismo.

Vivienne Westwood es una de las mujeres más influyentes de la moda, una punki rebelde, una guerrera. Lleva 36 años en la moda pero desde hace siete ha potenciado su carácter batallador para emprender su propia cruzada contra las injusticias que recorren el planeta.

Desfile de Vivienne Westwood. AFP noticias

Esta colección, para el verano de 2018, es una de las más provocativas, tanto por su forma como por su espíritu. “Violamos el mundo, violamos la tierra… “¡somos unos bastardos!”, decía tras el desfile.

También lo es por su título, We Are Motherfkker, una frase que podía leerse en la camiseta que llevaba la diseñadora, un modelo unisex que ya está a la venta.

La inglesa ha jugado con los naipes estampando corazones y diamantes para decir cosas como "La prensa [del corazón] nos ha llevado al infierno en la Tierra" o “Los diamantes representan avaricia, putrefacción y propaganda”.

Diseño de Vivienne Westwood. AFP noticias

Muchas de sus prendas van decoradas con sopas de letras que, a veces, forman palabras o mensajes combativos. No faltan las prendas de algodón orgánico que encarga en Kenia a través de Artisan Fashion, una iniciativa en la que lleva implicada muchos años que trabaja para que los artesanos africanos entren en la cadena de valor y obtengan ingresos justos para promover así el mercado sostenible.

"El mejor mensaje que he lanzado en la moda es: comprar menos, elegir bien y hacer que dure'. ¡Eso es lo único sostenible!”.

Propuestas de Vivienne Westwood para el verano de 2018. AFP noticias

Por eso se utiliza materiales reciclados, a veces con colores muy llamativos, y botellas de plástico con las que hace sandalias (inspirándose en una fotografía de un africano que llevaba un calzado hecho con dos botellas de agua). Westwood quiere poner el foco de atención en los residuos con los que los humanos vamos llenando los océanos y apela en sus colecciones contra el calentamiento global.

La diseñadora se vale además de payasos, equilibristas y malabaristas para denunciar, de forma muy explícita, el circo que es para ella “este mundo podrido”, el escenario en el que vive una sociedad embrutecida por la ambición por el dinero, algo que Westwood plasma en unas gafas con monedas pegadas en el cristal.

Christopher Raeburn se inspira en el asfalto para su nueva colección. AFP noticias

"Rehacer, reducir, reciclar" es el mensaje que Christopher Raeburn escribe en sus prendas, todas inspiradas en la calles de las ciudades, en las sombras del asfalto y en estética de los obreros que cada día transforman nuestros barrios derribando siglos de historia para construir falsos templos de la moda low cost y negocios de falso aroma vintage.

Un estampado de ratones voladores marca la propuesta que juega con el contraste cromático de los grises y el naranja ácido.

La estética 'queer' marca la colección de MAN. AFP noticias

La London Fashion Week cumple cinco años como un espacio experimental, un escaparate de tendencias que se centra en derribar barreras de género y comulga con la tendencia inclusiva. Vemos propuestas de fuerte carácter ‘queer’ en desfiles que parecen un aperitivo del orgullo gay.

Pero destacan las colecciones que desprecian la diferencia de géneros para trabajar la sastrería tradicional desde una óptica urbana, moderna y vanguardista, con guiños a diferentes disciplinas artísticas.

La colección de John Lawrence Sullivan. AFP noticias

La moda avanza, y cambia, al ritmo de las transformaciones de la sociedad, como ha ocurrido desde siempre. A veces se convierte en un altavoz y por eso las camisetas con mensaje están tan de moda. Otras veces es un fiel reflejo de la calle y por ello abunda la estética agender o genderless, la moda sin género, una necesidad que tiene una parte importante de la población que no encaja en el estilo princesa o en el estilo dandi.

El movimiento 'agender' es la tendencia más clara de las pasarelas. John Lawrence Sullivan. AFP noticias

Los diseñadores más cercanos a la realidad -que no hacen vestidos de alfombra roja- trabajan duro para recodificar y reinventar los armarios para que esa nueva generación que es indescriptible, inclasificable e imposible de etiquetar.  A ella parece que va dirigida la propuesta de John Lawrence Sullivan, una colección que bebe de los éxitos de Vetements y de grandes como Raf Simons, Margiela, Kris Van Assche, Rick Owens o Helmut Lang. Prendas que se deconstruyen para construir un nuevo lenguaje, prendas que se reinventan trasladándose de armarios y viajando por el tiempo.

Propuestas urbanas de la casaa Mihara Yasuhiro. AFP noticias

Mihara Yasuhiro propone versiones de la bomber, la biker, la sudadera y el trench, deconstruyendo las prendas y aportando un aire más urbano. Destacan las prendas en punto grueso con enormes mangas y las prendas en tela vaquera de acento vintage.

Cottweiller revisa la estética noventera haciendo guiños al deporte y Mathew Miller reinterpreta los ochenta dando a cada pieza una nueva personalidad, con superposiciones, asimetrías y bloques de color.

El deporte inspira la colección de Cottwailler. AFP noticias

La estética deportiva ha sido la tendencia más fuerte de los últimos años. Muchos deportes (baloncesto, esgrima, judo, fútbol…) exigen el mismo atuendo para las mujeres y los hombres, y este factor ha sido decisivo para influir en las colecciones de prêt-à-porter ( en casi todas) e incluso en la alta costura, donde hemos visto vestidos de alfombra roja playeras y riñoneras, o faldas de tul y bordados de cristal combinadas con sudaderas de algodón.

El neominimalismo de Mathew Miller. AFP noticias

Si el deporte sirve para derribar algunas barreras, la moda también. La ropa sin género se pone al servicio de la gente para que cada persona se vista y se exprese con libertad. Los estampados y logos desaparecen -aunque hay firmas que intentan que esto no ocurra por miedo a perderse- y las colecciones se enmarcan en un nuevo minimalismo para presumir de estructura y patrón, casi siempre alejado del cuerpo.

Explosión de color y teatralidad en Craig Green. AFP noticias

Y es que solo así se evita dar pistas sobre el físico de quien las lleva, y se deja que sea la personalidad de cada individuo la que marque la prenda y le dé sentido. Es la ley de la calle. No se trata de llevar un uniforme y alienarse, se trata de llevar prendas que no eclipsen a la persona que las lleva.

Colección de D-Gnat. AFP noticias