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'La Cárcel de Papel', 15 años de pasión por los tebeos

  • Álvaro Pons recopila en un libro las mejores entradas de su blog, que fue pionero en España
  • “Es un testimonio directo de lo mucho que ha cambiado el cómic en estos años”, asegura

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Fragmento de la portada del libro 'La Cárcel de Papel'
Fragmento de la portada del libro 'La Cárcel de Papel'

Actualmente hay decenas de blogs y webs de cómics en internet, y de gran calidad, pero en 2002 prácticamente no existían. Hasta que llegó La Cárcel de Papel, de Álvaro Pons (Barcelona, 1966), una bitácora que enseguida se convirtió en un referente y que fue rápidamente imitada, aunque nunca igualada. Ahora, coincidiendo con su 15 aniversario, Pons recopila las mejores entradas en el libro La Cárcel de Papel. Diario de un lector de tebeos (2002-2016) (Editorial Confluencias).

“Era algo que venía ya rumiando desde hace años –asegura , pero el volumen que había alcanzado el blog me provocaba mucha pereza. Afortunadamente, Confluencias insistió e insistió y decidí que ya era el momento. Creo que, en efecto, el libro es un testimonio directo de quince años en los que el cómic ha cambiado profundamente en España”.

Pons nos comenta cómo nació el blog: “Mi idea inicial era hacer una web con lo que escribía en fanzines, revista u otras publicaciones, como la Cartelera Turia, un intento de ordenar el caos, de tener una cierta referencia de las muchas cosas que hacía. Hice varias pruebas, pero la aparición del formato blog en los USA me llevó a probar esta opción, sobre todo porque seguía mucho algunos que acababan de iniciarse, como el de Alan David Doane. Lo que no imaginaba es que casi de inmediato, esas ideas se irían al garete y comenzaría a crear contenidos directamente para el blog”.

Álvaro Pons retratado por Miguelanxo Prado
Álvaro Pons retratado por Miguelanxo Prado

Álvaro Pons retratado por Miguelanxo Prado

Un homenaje a ‘La Codorniz’

El título del blog es un homenaje a la mítica revista de humor La Codorniz (era el nombre de una de sus secciones de mayor éxito). “Lo elegí –asegura Pons- porque siempre me gustó mucho La Codorniz, tenía por casa más de 600 ejemplares de mi padre y el nombre de esa sección siempre me atrajo. Cuando busqué un nombre para el blog, ese nombre resultaba ser tremendamente simbólico, de una afición por el papel desmedida y de mi pasión por Krazy Kat. ¡Era perfecto!”.

Otra de las razones del éxito del blog es que mantuvo el ritmo de publicaciones diarias durante más de una década. “Ni yo mismo sé cómo lo logré –asegura Álvaro-. Hoy miro atrás y me parece increíble que escribiera tanto y de una forma tan disciplinada. Supongo que tener un trabajo que me permitía organizarme el horario, una disciplina férrea de lectura y muchas ganas. Pero me resulta difícil encontrar respuesta a esa pregunta…”

Cabecera del blog 'La Cárcel de Papel'
Cabecera del blog 'La Cárcel de Papel'

Cabecera del blog 'La Cárcel de Papel'

“El mundo del cómic ha cambiado de una forma brutal”

El libro también nos sirve para comprobar cómo ha cambiado el mundo del cómic en tan sólo 15 años: “De una forma brutal –asegura Pons-. A nivel de autores creo que en escala, hay más autores que nunca y eso se traduce en una producción increíble, pero creo que el espíritu de transgresión que hoy vemos, de romper con las limitaciones de los formatos y de estrujar le lenguaje del cómic para que dé todo de sí, es el mismo que siempre ha impelido a los autores de cómic, es algo que va en su ADN. Han cambiado las formas, el exterior, pero ese espíritu de contar historias es el mismo”.

Pero industrial y socialmente –añade- el cambio ha sido brutal. Hemos pasado de una industria que se basaba en el kiosko y en el circuito endogámico de la librería especializada, de editoriales que solo publicaban tebeos, de lectores que eran coleccionistas; a otro más abierto y diverso, donde las editoriales generalistas publican tebeos que se venden en cualquier librería o gran superficie para lectores que nunca se habían acercado al medio. Del cómic-book a la novela gráfica. De la consideración profundamente peyorativa del medio a una aceptación social y mediática que supera ya ese momento de ilusión transitoria que fueron los primeros 80”.

El libro

Portada del libro 'La Cárcel de Papel. Diario de un lector de tebeos (2002-2016)'

Portada del libro 'La Cárcel de Papel. Diario de un lector de tebeos (2002-2016)'

Cuando Álvaro decidió hacer el libro, lo primero que tuvo que pensar es ¿Cómo ordenar las entradas de quince años? “Inicialmente –confiesa- pensé en hacerlo cronológico, pero se hacía pesado. Así que decidí buscar una estructura que reuniera los temas más habituales del blog”.

“Hay una primera sección de ideas, de cómo veo yo el cómic; otra dedicada al mercado, uno de mis grandes intereses; otra dedicado a personajes y autores; un capítulo dedicado a mi amor-odio hacia los superhéroes y otro, inesperado en tanto no pensaba que había hablado tanto del tema, al paso del cómic al cine. Hay también una selección de reseñas y otro que reúne las entradas que hice de “Cosas que amo de los tebeos”.

Destacar también el prólogo de Luis Alberto de Cuenca.

“El cómic se ha disparado a cifras de locura”

Las nuevas tecnologías siguen provocando que cada vez se lea menos pero, curiosamente, hoy se editan más tebeos que nunca: “Sí –asegura Álvaro-, pero no creo que sea una burbuja del cómic, sino una burbuja del mundo editorial en general. El cómic, para lo bueno y para lo malo, ha entrado en la dinámica del libro, que se ha disparado a cifras de locura. Más de 80.000 novedades en 2016, más de 3.500 de cómic, diez novedades diarias”. (Para más información sobre ese aspecto, os recomendamos el informe anual de la Asociación Cultural Tebeosfera)

“Es una situación paradójica al enfrentarla a las cifras de lectura –añade-, pero que se traduce en ventas mínimas, en tiradas ajustadísimas y en una dualidad de la estructura editorial entre mega grupos y microeditoriales que es difícil saber dónde llegará, pero que tiene a los lectores en una situación dulce de oferta inmensa y a los autores condenados a asumir el riesgo de la publicación que antes tomaba el editor”.

“El mundo del cómic ha sido muy machista”

En el libro también encontramos interesantes entradas sobre la relación de las mujeres con el mundo del cómic. “Es una relación que avanza pero lentamente, demasiado lentamente –asegura Pons-. Hay alguna entrada que habla de eso y es evidente que está cambiando, pero los números siguen siendo muy lejanos a la lógica paridad”.

“Y es que –añade- el mundo del cómic ha sido muy machista, un medio que disfrutaban hombres con tebeos creados por hombres, y que recluía a las mujeres en el estereotipo, ya fuera por el papel de heroína para el disfrute masculino o en papel de niña princesa que no puede ni debe salir de sus tareas”.

“Eso –continúa Pons- está cambiando por una generación de autoras que está entrando en el cómic aportando una visión abierta y diversa. El ejemplo más claro lo podemos ver en un género como los superhéroes, profundamente endogámico en ese sentido, pero en el que la incorporación de autoras ha roto la inercia, aportando ideas nuevas por el simple hecho de no cargar con las mochilas del pasado, por acercarse al género sin la necesidad de repetir lo ya hecho, sino tomando sus bases y usándolas”.

“Y, por supuesto, por el propio papel de unas autoras que han alzado la voz y se hacen visibles, por encima de cualquier prejuicio. La labor en ese sentido de colectivos como la Asociación de Autoras de Cómic es importantísima y necesaria” -concluye-.

La democratización de la crítica

Como comentábamos al principio, la prensa del cómic ha encontrado el alíado perfecto en internet y las redes sociales. “Internet ha roto todos los esquemas –asegura Pons-. Hemos pasado de una crítica muy reducida, limitada a ciertos fanzines especializados, recordemos la calidad de U, Volumen, Guía del Cómic, Dolmen… pero también su soledad, como elementos casi residuales, a una popularización del formato blog y a es que llaman la “democratización” de la crítica que supone la irrupción de las redes sociales, donde la labor del crítico como prescriptor es completamente sustituida por los “me gusta” en Facebook o por la recomendación en 140 caracteres”.

“Eso también tiene –continúa- su lado perverso: se pierde profundidad, se evita la reflexión más pausada, pero gana en una vertiginosa rapidez y potencia de difusión. La facilidad con que se viraliza un tuit y la influencia que tiene era impensable en una de las críticas que hacíamos en el EMM en los 90, por ejemplo”.

“Si aprendemos a que conviva la crítica más profunda y la difusión masiva de las redes, encontraremos una piedra filosofal de valor incalculable –añade Pons-. Y ahí la ACDC (Asociación de Críticos y Divulgadores de Cómic) tiene una labor importante, haciendo de puente entre los que ya peinamos canas y entendemos la crítica a la antigua usanza y las nuevas generaciones de booktubers que conectan con miles de seguidores. Todos podemos (y debemos) aprender de todos y la ACDC puede ser un puente perfecto, favoreciendo que el cómic se conozca y divulgue por todos los medios posibles”.

La promoción del cómic: blogs y editoriales

En cuanto al papel actual de los blogs de cómics, Álvaro asegura que: “Es difícil saberlo, pero es evidente que su papel es hoy muy residual. En apenas cinco años las redes han arrasado el modelo blog. Hoy el blog es un lugar al que derivar desde las redes, más que un lugar de partida”.

“Y debemos entender ese cambio profundo y aceptarlo –continúa-, aprendiendo a usarlo y aprovecharlo. En ese sentido, creo que hoy no recomendaría blogs específicamente, sino cuentas de twitter y facebooks muy activas que ayudan a descubrir esos blogs”.

“Respecto al papel de las editoriales –añade Pons-, el problema es que muchas veces estamos hablando de microeditoriales sin apenas estructura que tienen difícil hacer esa promoción. Pero, pese a todo, es evidente que las editoriales están apostando muy fuerte por la promoción, algunas más que otras, desde luego, pero creo que el nivel medio comienza a ser muy importante. Y no solo por la promoción, apoyando presentaciones, presencia en medio, etc, sino por la venta de derechos en el extranjero, buscando una globalización que hoy es necesaria para el autor”.

Sus proyectos

En 2012 Álvaro Pons decidió cerrar La Cárcel de papel. Sus razones fueron: “Sobreexposición, cansancio, trabajo…¡Y un pequeñajo de dos años al que le quería dedicar todo el tiempo posible! La verdad es que necesitaba respirar, oxigenarme y romper con una situación casi tiránica. Había perdido el disfrute de leer sin obligación, estaba haciendo una reseña mentalmente mientras leía… y no podía ser”.

“Romper con todo –continúa- me vino muy bien y me dio fuerzas para volver a disfrutar de los tebeos. Ahora en este momento el blog está en standby, sigo colgando cosas, pero muy de vez en cuando, aunque mi idea es recuperarlo al menos semanalmente”.

Aún así, Álvaro sigue siendo hiperactivo y actualmente podemos leerle: “En Babelia, en Cartelera Turia, en colaboraciones con los libros de Tebeosfera,,, ¡bastantes sitios! Pero mis proyectos fundamentales son las colaboraciones que estoy desarrollando con el IVAM, que ya han dado lugar a dos exposiciones y en breve tendremos la tercera, dedicada a los fanzines y como parte del proyecto de Fanzinoteca del IVAM, dentro de todo un gran plan del museo por incorporar el cómic a su discurso”.

“A lo que hay que añadir el proyecto de jornadas COMIC-TOOLS, dedicada a profesionales de diferentes ámbitos que pueden usar el cómic como herramienta y otros cuantos de los que todavía es mejor no hablar…”

Lo que está claro es que, aunque haya decidido salir de la cárcel, Álvaro Pons sigue dedicando su vida a los tebeos.

La Cárcel de papel recibió en 2005 el premio de Expocomic a la mejor web. Como divulgador, Álvaro Pons ha recibido el Premio Diario de Avisos 2004 al mejor comentarista de cómics, el premio popular a la mejor labor de divulgación del XXV Saló Internacional del Cómic de Barcelona (2007) y el premio a la mejor labor de divulgación.