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Raimon lanza al viento su grito de despedida en un emotivo recital

  • El público en pie ha coreado Al vent en el primero de los 12 conciertos
  • El cantautor ha transmitido energía, fuerza y sabiduría en la Palau de la Música

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Raimon lanza en el Palau de la Música su grito de despedida en un emotivo recital

Raimon, el cantautor del grito comprometido y visceral, se ha despedido este sábado de los escenarios, a los 76 años, con el público puesto en pie coreando Al vent, canción mítica e himno generacional con el que ha cerrado un emotivo concierto en el Palau de la Música de Barcelona.

El recital ha sido el primero de los doce que Raimon ofrecerá este mes de mayo en este mismo lugar, y que serán los últimos de su larga carrera, a la que ha decidido poner punto final ahora que se encuentra "bien de voz" para "dejar un buen recuerdo", tal como dijo cuando anunció su despedida.

Ciertamente Raimon dejará un buen recuerdo en todos los presentes en el Palau, donde ha cantado con energía, fuerza, sabiduría y "una voz magnífica, mejor incluso que cuando era joven", ha dicho un veterano espectador que, como muchos de los presentes, lo vio en directo por primera vez en los años sesenta, cuando la dictadura franquista todavía censuraba a los cantautores, y lo siguió de cerca durante la Transición, que tan intensamente vivió Raimon, la democracia y hasta hoy.

Jo vinc d'un silenci, Digue'm no, D'un temps d'un país y Al vent han sido coreadas y aplaudidas por un público incondicional que ha acudido al Palau de la Música a despedirse de unas canciones que marcaron su juventud y les han acompañado toda la vida.

"Al vent", de Raimon

Pocas referencias a su Adiós

Fins demà (Hasta mañana), ha sido lo último que ha dicho Raimon desde el escenario, en referencia al concierto de mañana, el segundo de los 'Doce recitales de despedida', y con la intención más que probable de quitar dramatismo y evitar la lagrimita.

De hecho, durante las dos horas de espectáculo ha hecho muy pocas referencias a su despedida. Tan sólo un comentario irónico al inicio del concierto y una referencia a la vejez al final.

El comentario del inicio lo ha hecho nada más salir al escenario y ver el Palau de la Música lleno hasta el último rincón de gente aplaudiendo con cariño y calidez.

"Ya me dijeron que habría mucha gente, unos porque me quieren y otros porque quieren comprobar si me marcho de verdad", ha dicho medio en broma medio en serio este cantautor comprometido con su conciencia hasta el último día, y no siempre bien entendido.

La referencia a la vejez la ha hecho en el último tramo, cuando ha recordado unos versos de Rubén Darío en los que repite "que anciano soy, que anciano soy".

Canciones para Analisa

Pero lo ha dicho sonriendo, con su guitarra apoyada en la rodilla y en plena forma, mientras su mujer, Analisa, lo miraba entre nerviosa y contenta desde un lateral del Palau, muy cerca del hombre que conoció en una manifestación antifranquista en el año 64 y que desde entonces está a su lado.

A ella están dedicadas hermosísimas canciones de amor de Raimon, como Parlant-me de tu y Com un puny, que son las últimas que ha interpretado antes de los bises y han sido muy aplaudidas.

El concierto ha empezado con Entre la nota i el so y ha seguido con canciones de todas las épocas, algunas muy conocidas y otras menos, pero todas escuchadas con respeto y admiración por su público.

Por supuesto las más aplaudidas han sido los viscerales himnos antifranquista que compuso en su juventud, como Quan jo vaig nàixer, sus versos de Espriu musicados y las composiciones que forman parte de la memoria colectiva.

También ha sido muy emotiva su interpretación en catalán de Te recuerdo Amanda de Víctor Jara, pero Raimon no ha querido explotar la vía sentimental y ha intentado, y conseguido, ofrecer un buen concierto y, como él mismo dice, "finire en bellezza".