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'Lady Macbeth': revisión y vuelta de tuerca de la mujer fatal

  • El director teatral William Oldroy debuta en cine adaptando al escritor ruso Nikolái Lesko
  • Una provocadora y pictórica cinta sobre la opresión de género y clase
  • RTVE.es te ofrece una escena de la película en exclusiva

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RTVE.es te adelanta una escena de 'Lady Macbeth' en exclusiva

No esperen a Shakespeare. Lady Macbeth de Mtsensk es una novela corta del escritor ruso Nikolái Leskov publicada en 1865. Tomaba prestada la referencia al bardo para relatar la deriva homicida de una mujer burguesa en la Rusia decimonónica. Han pasado 150 años, pero personajes y trama han sido rescatados por el director teatral británico William Oldroy para su debut en el largometraje. Tras obtener el premio FIPRESCI en el último Festival de San Sebastián, se estrena en España en 28 de abril.

Lady Macbeth cambia Rusia por la Inglaterra victoriana. Katherine (Florence Pugh) es una joven ingenua que aterriza en la casa de su nuevo marido. Su entusiasmo por convertirse en mujer acaba pronto ante el desinterés sexual de su marido y la dictarorial presencia de su suegro. Pero encuentra la pasión en un criado (Cosmo Jarvis) al que desea por encima de las costumbres época. Completamente atrapada, la tensión desencadena un baño de sangre.

“En el libro el personaje está apenas dibujado y lo que nos interesaba era profundizar en los personajes, provocar y no dar respuestas”, afirmaba Oldroy en la rueda de prensa de San Sebastián.

Oldroy mantiene la referencia a Lady Macbeth. “En Inglaterra es una imagen evocadora muy poderosa, sobre todo porque la gente está obligada a leer a Shakespeare en la escuela. Leskov la utilizó porque no podía concebir a una mujer haciendo atrocidades sin estar llena de pura crueldad, aunque no estamos necesariamente de acuerdo con eso”.

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Trama aparte, Lady Macbeth de Oldroy se relaciona más con otra obra maestra de la historia del teatro: La señorita Julia, de August Strindberg. Como en aquella, Katherine desafía las convenciones familiares y de clases de un mundo antiguo que se asoma a lo desconocido. E invierte la tensión de dos ejes: masculino-femenino y amos-siervos.

Dice Oldroy que aprendió el lenguaje cinematográfico fracasando estrepitosamente en cortometrajes: se basaba tanto en la palabra que“solo eran teatro filmado”. En Lady Macbeth casi se pasa al otro extremo: la pintura filmada. La pelíucula está fotografiada con luz de pintura holandesa del XVII y una obsesiva simetría en los encuadres para representar el enclaustramiento y soledad de Katherine. “Nuestra referencia fue el pintor danés Vilhelm Hammershøi, que a su vez estaba influenciado por Johannes Vermmer”.

En 1934, Dmitri Shostakóvich estrenó una ópera basada en el libro de Leskov que provocó la ira de Stalin y fue fulminada por la censura. Sin llegar a tanta provocación, Oldroy desea que el espctador vaya más allá en la lecturas de la opresión de su personaje. “Creo que es un drama que, por casualidad, sucede en el pasado: hay muchos paralelismos y espero que nos demos cuenta viendo la película”.