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Semana de la alta costura

Vetements escandaliza a París

  • Demna Gvasalia, al frente de la firma, es el nuevo gurú de la moda
  • Elie Saab vuelve a los vestidos de encaje y bordados de cristal
  • Galliano, creativo de Margiela, dibuja el rostro de Kate Moss con tul negro

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Desfile de la firma Vetements, capitaneada por Demna Gvasalia.
Desfile de la firma Vetements, capitaneada por Demna Gvasalia.

Desde hace años el arte y la polémica van estrechamente unidos. La lista de obras expuestas que han levantado ampollas entre la crítica especializada (y el público) es extensa aunque en la mayoría de los casos ha servido para dar publicidad al creador, la galería o la obra.

A los medios de comunicación les encanta contar que se han pagado 20 mil euros por un vaso con agua de Wilfredo Prieto o 120 mil euros por una lata del artista Manzoni que contenía sus propias heces. Los coleccionistas son caprichosos y los consumidores de moda también lo son.

Propuesta de Vetements. AFP noticias

Ahora los más modernos se rinden ante Demna Gvasaliay adoran tanto lo que hace en la firma Balenciaga como en Vetements, un colectivo de seis personas del que es capitán. Esta firma, cuyo nombre significa ropa, hace eso: ropa.

Gvasalia (nacido en 1981) es un tipo listo y ha sabido ganarse a toda la gente que no se identifica con esas llamadas chicas influyentes, como Olivia Palermo o Kim Kardashian. La belleza es algo subjetivo y lo suyo son las personas que viven la moda desde el corazón, no a golpe de talonario.

El diseñador Jean Paul Gaultier ya no es l´enfant terrible de la moda francesa (sobre todo por la edad). Ahora ese título lo obstenta Gvasalia, un outsider de la moda, un estratega de barrio, un encantador de ratas (en las alcantarillas de París no hay serpientes) pero sobre todo es un artista, con sus defensores y detractores.

Un artista que ha sabido tocar la tecla necesaria para revolucionar la moda, para cambiar el sistema de la moda: coloca sus pasarelas en los lugares más baratos que encuentra, escoge a gente de la calle y amigos (o a su novio) para desfilar, dice que no hace colecciones, ni presenta propuestas y que no se inspira en nada en especial...

La ley de la calle marca la colección de Vetements. AFP noticias

Lo suyo es hacer ropa para verstir a la gente con la que se identifica. Aunque algunos piensen que tan solo coge la ropa que ve en la calle y la enseña en una pasarela.

Al principio parecía que vendía actitud pero tras este desfile no queda claro su mensaje: ¿quiere trasmitirnos el poder de las masas o se ríe de todos nosotros?

Este es el segundo desfile de la firma Vetements como miembro invitado a la semana de la alta costura de París y el lugar escogido para hacerlo ha sido el hall del museo Pompidou.

El alemán, de nuevo, ha contado con personas de lo más diverso: una mujer oriental de baja estatura, un chico negro de gran tamaño, un señor desgarbado, un punki, un macarra, una estrella de alfombra roja, una novia que parecía abandonada en el altar…

Vetements hizo el desfile en el Pompidou. AFP noticias

Todos se presentaban ante el público bajando las escaleras mecánicas, como si fuera una metáfora del descenso a los infiernos que vive la moda. Esa moda que Gvsalia desprecia.

Quizá quiera decir que allí, en el infierno, acabaremos todos, independientemente de lo que hayamos pagado por las prendas que nos hayamos puesto.

El denim, urbano y callejero, destaca en el show de Vetements. AFP noticias

¿Estaremos ante otra de las grandes revoluciones de la moda? ¿Está Gvasalia haciendo historia? ¿Pretende solo escandalizar y que hablen de él?

Yves Saint Laurent en 1971, Marc Jacobs en 1992, John Galliano en 2000 y David Delfín en 2002 también escandalizaron y las reacciones contrarias a su trabajo les hizo mucho más fuertes ( y más famosos en algunos casos).

Quizá no estemos preparados para los cambios que tenemos encima. ¿Se merecía Bob Dylan el Nobel de Literatura? ¿Se merece Vetements un hueco en la alta costura?

Diseños de la casa Margiela. AFP noticias

El huracán Gvasalia es capaz de eclipsar a John Galliano. Más ahora que el modisto parece haberse acomodado en ese estilo experimental que tanto gusta a la casa Margiela. El aspecto ‘inacabado’ de algunas prendas y el trabajo de deconstrucción de otras se vuelve cansinos por lo repetitivos que resultan y también por la intensidad y dramatismo de los looks que salen a la pasarela.

El color influye también, y más en esta ocasión en la que los rojos intensos y el negro tienen un mayor protagonismo. El diseñador, de nuevo, construye rostros muy expresivos sobre las prendas, un patchwork de retales e hilos que tienen un estilo a veces agresivo.

Uno de los rostros más amables es el que su adorada Kate Moss, su amiga, una de las pocas que le prestó apoyo incondicional en los peores momentos de su crisis personal y profesional. Galliano le rinde un pequeño homenaje creando su cara con tul negro.

Carrusel de Elie Saab. AFP noticias

Elie Saab no experimenta, ni arriesga, y eso que su desfile anterior, de prêt-à-porter, fue bien distinto. Ahora que las pasarelas vuelven a teñirse de colores empolvados él se frota las manos porque es su paleta cromática preferida, y la de sus fieles seguidoras.

Para ellas tiñe de tono nude arriesgadas transparencias y las más decentes llevan complicados y ricos bordados y aplicaciones en azul intenso que destacan con fuerza sobre los tonos de la piel. Tambien en azul, claro u oscuro, vemos vestidos para coctel y fiesta, esta vez en satén de seda liso, sin adornos.

El color azul cobra protagonismo en la colección de Elie Saab. AFP noticias

Descata el uso del pantalón para la noche, una prenda que se mostró por primera vez en la alta costura en 1960. Fue en un desfile del maestro Balenciaga que apostó por un modelo en color blanco. Seis años más tarde fue Yves Saint Laurent el modisto que los introdujo en sus colecciones de costura.

Al desfile de Elie Saab ha asistirdo la actriz Paz Vega, quizá buscando vestido para la gala de los Goya. En la fiesta del cine español es fácil ver diseños del libanés. Goya Toledo es una incondicional, y también ha recurrido a él en alguna ocasión la actriz Silvia Abascal.

Diseño de Armani Privé. AFP noticias

Antes pudimos ver la propuesta de Giorgio Armani. Un elegante (palabra que debemos redefinir) ejercicio de contención marcado por los guiños a la estética oriental y el uso de nuevos tonos, más cálidos y alegres que en otras ocasiones.

Armani y Gvasalia viven en universos paralelos, en realidades distintas. Pero así es la vida. Unos pisan todos los días una alfombra roja y otros suben y bajan varias veces al día las escaleras del metro.