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Paris Fashion Week

¿Hombre o mujer? Da igual, es moda

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Detalle de un diseño de Kenzo
Detalle de un diseño de Kenzo

El color y los estampados son dos de las señas de la casa Kenzo. Carol Lim y Humberto Leon, sus directores creativos, apuestan en esta ocasión por los tonos morados y el color amarillo, un tanto pop y un tanto difíciles.

La paleta cromática compite con los arriesgados estampados de cuadros y rombos, siempre en generosos tamaños y a veces mezclados entre sí, logrando una potente carga estética que no se rebaja a lo largo de la colección. Un estilo que se potencia con las superposiciones de prendas de distinta naturaleza, medida y color.

Las asimetrías marcan vestidos patchwork, plumíferos llamativos y jerséis de punto con colores formando figuras geométricas.

Se aprecia una revisión de la estética sesentera, tan marcada por la carrera espacial, pero también una reinterpretación de la ropa deportiva, tanto en los patrones como en los motivos decorativos e incluso en los acabados.

Propuestas de la casa Kenzo. AFP noticias

Kenzo pone fin a cinco días intensos marcados por la ausencia de firmas muy conocidas que han optado por hacer un único desfile, para hombre y mujer, durante la semana de la moda femenina.

Sin embargo, entre los que se han quedado en este calendario hemos visto muchos desfiles mixtos. No es una tendencia, es una realidad. Kenzo ha sido uno de ellos pero también han optado por esta fórmula Haider Ackermann ( que ha hecho doblete porque además ha firmado la colección de Berluti), Rick Owens, Givenchy, Balmain y Paul Smith, entre otros.

Pero a pesar de este furor por la mezcla de géneros y por el look ambiguo, se aprecia otra tendencia potente: la vuelta a los clásicos masculinos, a las prendas de toda la vida.

Un diseño de la casa Kenzo. AFP noticias

Los jerséis de cuello vuelto, los abrigos y los pantalones de pinzas. La trenca es otra de las prendas que vuelve con fuerza y la hemos visto en casi todos los desfiles. A veces con un estilo tradicional y otras, actualizada con nuevos tejidos y patrones más atrevidos.

La consigna es reinventar pero sin excesos. Las prendas no pierden su esencia; no son, ni pretenden, ser otra cosa. Un abrigo es un abrigo y un pantalón es un pantalón y por eso se tiende a diseñarlos de una forma natural, sin excentricidades.

La moda masculina se impulsó desde Londres en el siglo XIX. Es entonces cuando el traje se vuelve sencillo, despojándose de ornamentos y extravagancias.

Propuestas para el otoño de 2017 de Paul Smith. noticias

Desde entonces apenas ha sufrido variaciones. Ha habido años en el que ha mutado por el empeño de agujas rebeldes como Jean Paul Gaultier pero por suerte ahora vuelve a recuperar su pureza e intemporalidad.

Hemos desterrado el neopreno y los pantalones pitillo para abrazar los tejidos nobles y el pantalón amplio. También el denim, eterno aliado de la juventud urbana, parece atravesar un momento triste eclipsado por la vuelta del estilo dandi.

El estilo british de Paul Smith. AFP noticias

La colección del caballero Paul Smith es un buen ejemplo. Cada una de las prendas se basa en los cánones de la sastrería clásica, un guiño a la capital británica, cuna del buen vestir masculino.

Los trajes lleva un patrón que se ajusta el cuerpo, con chaquetas entalladas, a veces cruzadas, y pantalones rectos y estrechos. Smith proyecta así una silueta vertical, alargada. Un efecto que se potencia con el uso de botas de piel de serpiente al más puro estilo rock&roll.

Colección de la casa Balmain. AFP noticias

Los cuadros son el estampado más utilizado en esta colección, especialemente los cuadros ventana que hay en los trajes de lana fría. El punto se aferra al cuerpo y se decora con rayas de cólores cálidos que aportan una sensación de confort agradable.

El azul y el rojo destacan en la carta de colores que se centra en los tonos oscuros. Nunca en solitario. Smith huye del total look y en casi todas las salidas vemos elegantes, y efectivas, combinaciones cromáticas.

Diseños de la casa Lanvin. AFP noticias

El diseñador Lucas Ossendrijver, al frente de la casa Lanvin, también se centra en los básicos. Trencas con capucha, pantalones de caja ancha, chaquetas marineras y camisas de cuadros saltan a la pasarela mezcladas con prendas ligeramente deportivas: sudaderas y parkas de tejido tecnológico.

Se busca, eso sí, un look desaliñado, informal, para restar seriedad a esas prendas más clásicas que se combinan mediante superposiciones con chalecos y jerséis de punto más innovadores.

Trenca de la casa Lanvin. AFP noticias

La paleta de color es oscura y discreta, marcada por el negro, los grises y el granate, uno de los tonos estrella de la temporada. Los estampados se reducen a los cuadros ventana y las rayas que se alejan de esa estética arty que tanto hemos visto para volver, como los trajes, a su estilo más tradicional.

Son pocas las mujeres que hacen colecciones íntegras para hombres. La casa Hermés, paradigma del lujo, cuenta con el buen hacer de Veronique Nichanian desde 1988, algo que tampoco es usual en estos tiempos.

Propuestas de la casa Hermés. AFP noticias

Su estilo es refinado y muy clásico. La colección contiene básicos, o fondos de armario, que resistirán años por la gran calidad de los tejidos. Lanas, paños, pieles y sedas se unen en una propuesta distinguida, tranquila y sobre todo muy masculina, al menos en el sentido que hasta hace poco tenía esta palabra.

Destacan los jerséis de punto grueso con manga ranglán y las cazadoras de piel que mezclan dos texturas, uno de los pocos caprichos que se permite Nichanian. Y apuesta con fuerza por los tonos lisos de azul, negro, gris y granate y tan solo algún tímido estampado se asoma por la pasarela.

Propuestas de la casa Dior. AFP noticias

Kriss Van Assche se lleva unas de las ovaciones de esta semana de moda parisina. Su propuesta para Dior sigue los pasos de la anterior que tiene a estrellas como Boy George, Rami Malek y Asap Rocky como embajadores.

La nueva desprende nostalgia. El punto de partida es la estética de las raves (con fotografías de noches locas convertidas en estampados) pero no faltan guiños a los Gabbers y otros estilo del Hardcore, pero también del tecno o el punk.

La colección apela a la rebeldía jugando con prendas en las que el derecho parece el revés. Casi toda la propuesta se tiñe, como no, de negro y por eso destacan pinceladas en piel de pelo largo teñidas de azul eléctrico y naranja bomber.

Pasarela de Dior Home. AFP noticias

Es, en definitiva, una osada mezcla de sastrería y códigos urbanos. Con esta colección la casa quiere inaugurar una nueva era, HarDior. Quizá para volver a hacer lo que logró Hedi Slimane cuando se estrenó al frente de la división masculina de Dior.

El día del desfile, celebrado en enero de 2001, estaban Yves Saint Laurent y Pierre Bergé, Catherine Deneuve y Karl Lagerfeld que adelgazó todo lo que pudo para ponerse uno de sus trajes ajustados. El diseñador alemán estaba ahora en este desfile. Quizá haya vuelto a ser testigo de otra revolución.

Diseos de Études, Berluti. Givenchy y Cerruti. AFP noticias

También vimos las propuesta surbanas de Études, el clasicismo de Berluti y Cerrutti y el desfile mixto de Givenchy, que contó con la top española Blanca Padilla. Su presencia fue lo más interesante del show en el que destacaron las camisas de cuadros con volantes drapeados y el uso del rojo en trencas y prendas con una intensa carga dramática.

No todo es buen gusto en París. Olivier Rousteing, de Balmain, vuelve a la carga con un desfile mixto que parece enteramente destinado a sus clientas famosas, estrellas de las redes sociales. Su barroquismo cansa, tanto como las chaquetas sin solapa y los pantalones vaqueros con rotos.