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Archivada la investigación por posibles delitos de incitación al odio a los dos titiriteros

  • Fueron detenidos por representar la obra La bruja y Don Cristóbal en el Carnaval de 2016
  • Exhibieron un cartel con la inscripción Gora Alka-ETA y se escenificaron acciones violentas
  • La Fiscalía concluyó que pretendían criticar los cuatro poderes que rigen la sociedad

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Los dos titiriteros, Alfonso Lázaro y Raúl García, actuando en la calle el pasado mes de junio.
Los dos titiriteros, Alfonso Lázaro y Raúl García, actuando en la calle el pasado mes de junio.

El Juzgado de Instrucción número 46 de Madrid ha archivado la investigación por posibles delitos de incitación al odio a los dos titiriteros que fueron detenidos por la obra satírica que representaron en los festejos del Carnaval de Madrid del pasado año.

En un auto al que ha tenido acceso Efe, el juez José María Escribano, de acuerdo con el criterio del fiscal, sostiene que no está fundamentada la comisión del delito y acuerda el sobreseimiento provisional de las actuaciones contra los titiriteros Alfonso Lázaro y Raúl García.

Esa denuncia que inicialmente presentó la concejala de Cultura de Madrid, Celia Mayer, llegó a los juzgados de Madrid después de que el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno decidiera archivar la causa en relación con el delito de enaltecimiento del terrorismo.

Inicialmente, ese mismo juez, a instancias de la Fiscalía, llegó a dictar prisión provisional para ambos por la representación de la obra La bruja y Don Cristóbal, en la que exhibieron un cartel con la inscripción Gora Alka-ETA y se escenificaron acciones violentas.

El juez cambió de parecer sobre la comisión del delito de enaltecimiento del terrorismo tras recibir un nuevo de informe de la Fiscalía, que concluía que con la obra pretendían criticar los cuatro poderes que rigen la sociedad española: la propiedad, la institución religiosa, las fuerzas de seguridad y el poder judicial, pero sin intención de ensalzar el terrorismo o humillar a sus víctimas.

Admitió que no quisieron "elogiar, enaltecer, alabar o justificar la actividad terrorista o menospreciar o humillar a las víctimas de delitos terroristas o sus familiares". Pero remitió las actuaciones a los juzgados de Plaza de Castilla por si hubiera incitación al odio. Ahora, casi un año después de la representación de la obra, el juez de Instrucción decreta el archivo provisional de la causa, una decisión contra la que cabe recurso.