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Miguel Herrero: "El público está pidiendo un nuevo 'Un, dos, tres'"

  • El periodista repasa la historia del programa en el libro Un, dos, tres... responda otra vez
  • "Este concurso es el gran totem audiovisual de nuestro país", asegura Miguel

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Foto de la primera etapa del 'Un, dos, tres'
Foto de la primera etapa del 'Un, dos, tres'

El Un, dos, tres...responda otra vez, no es sólo un concurso de televisión, es “El Concurso”. Sin duda uno de los mayores espectáculos televisivos de la historia de España, que fue creado en 1972 por Chicho Ibáñez Serrador y permaneció en antena, en TVE, durante diez etapas, desde 1972 hasta 2004. Ahora un libro del periodista Miguel Herrero rinde homenaje a este inolvidable programa. Su título: Un, dos tres, responda otra vez. La historia del mejor programa de nuestras vidas (Diábolo Ediciones).

“El Un, dos, tres –asegura Miguel- es un programa que está tan arraigado a nuestra cultura popular que era necesario dedicarle un libro para que sus seguidores disfrutaran de toda su historia en formato papel, con numerosa documentación y material fotográfico. Junto a La bola de cristal o Informe semanal se le puede considerar el gran Tótem del mundo audiovisual de nuestro país. Lo tenía merecido por tantos ratos de diversión y entretenimiento que nos ha dado, y ya es una realidad, que también llenará de alegría a todos cuantos han oído hablar mucho del concurso pero no conocieron sus primeras épocas. Les animará a saber más sobre él”.

El Un, dos, tres es parte de nuestros vidas y todos los mayores de 20 años tenemos recuerdos asociados al concurso. Y Miguel no es una excepción: “Para mí es un elemento muy importante en mi vida. No sólo por mi afición al Un, dos, tres como espectador sino por el hecho de querer saber más sobre su historia y sobre el mundo que lo rodeaba, investigando sobre el tema, compartiéndolo con amigos, colaborando en medios de comunicación”.

“Me interesa –continúa Miguel- cómo repercutió en la gente, en el vocabulario, la imagen icónica que nos ha quedado de él. Es tan habitual su estética que cualquier chica que lleve unas gafas grandes nos lo recuerda, en determinada pose, en una frase inacabada, en una enumeración, en una alusión al número 22... Todo es susceptible de devolver a nuestra mente el programa de Chicho. Viví la última etapa durante las grabaciones para conocer más de cerca el maravilloso entramado de trabajo que había detrás de dos horas de espectáculo”.

El Un, dos, tres nació por casualidad

Pero… ¿Cómo nació este mítico programa? "Un, dos, tres... responda otra vez –asegura Miguel- nace relativamente de la casualidad, de la innovación por querer ofrecer algo diferente en referencia al género de los concursos. Hasta el momento, esos programas tenían un concepto americano, de concursante sabio, con gran capacidad física o experto en una materia concreta”.

“Chicho –añade Miguel- quiso ofrecer un gran show (aún muy primigenio para lo que vendría después) a una base que consistía en cambiar un objeto por otro o por lo que escondiera una puerta. Pero el programa se enriqueció con la parte de preguntas, que Chicho ya había hecho en Argentina con el nombre de Un dos... Nescafé. Le dio una vuelta al título en base a esa primera fase y salió lo del "responda otra vez".

“La parte negativa –concluye- se heredó de una figura que siempre ha estado presente en la obra dramática de Serrador, especialmente en Historia de la frivolidad, donde Irene Gutiérrez Caba ya personificaba esa España negra que él usaba como crítica social. Las azafatas le daban un toque lúdico y agradable, que lo hacía más vistoso y eficiente”.

625 líneas - Reportaje sobre el 'Un, dos, tres'

Un programa que supo adaptarse a cada época

En un mundo, el televisivo, en el que hay tanta competencia, el Un, dos, tres supo adaptarse a cada época, como nos explica Miguel: “El éxito del Un, dos, tres estribaba en una cuidada elaboración de sus contenidos. Que siempre resultara sorprendente aún cuando la estructura siempre fuera la misma se debe a factores como el que cada semana se dedicara a una temática diferente. El que una emisión hablara de los piratas, otra del circo, la siguiente de Roma o Grecia, el cine o la música le aportaba una frescura que no solían tener otros espacios del mismo género”.

“También –continúa Miguel- es relevante que el programa tuviera un principio y un final tan marcado por cada temporada. Aunque Chicho siempre pensó que el 1,2,3 no tendría más recorrido, el hecho de concebirlo como "vamos a hacer una etapa más y ya lo matamos del todo" fue incrementando el concepto de mito, de algo insalvable y con fecha de caducidad, convertido ya en una colección de volúmenes en imagen. El punto entrañable con las mascotas, las sintonías, las despedidas como si fuera la pérdida de alguien querido le dotaba de un barniz que no tenían el resto de programas”.

“Supo adaptarse a cada época –añade Miguel-, como ocurrió en los 90 con los programas centrados en la música joven, los que eran como viajes en dos entregas cual Españoles por el mundo, o con microconcursos dentro del propio juego. 2004 tal vez falló en un dilatado minutaje que lo hacía traspasar la madrugada, cuando su hora más tardía había sido las 12 de la noche”.

Miguel Herrero con la Ruperta original que se guarda en Prado del Rey

Miguel Herrero con la Ruperta original que se guarda en Prado del Rey

El libro

Como todos los libros de la línea de cultura popular de Diábolo este volumen tiene una cuidada edición con cientos de fotografías que nos traen muchísimos recuerdos. Miguel nos cuenta cómo lo ha estructurado: “El libro se divide por etapas, de una manera cronológica –asegura-. Cada capítulo trata una de ellas, por lo que hay 11 capítulos aunque hablemos de 10 temporadas, y es que la tercera tuvo dos fases muy bien diferenciadas·.

“Aunque 1982-1984 es una larga temporada –añade-, en 1983 cambió la mascota, la cabecera, las azafatas, la estética, empezaron los números musicales de las nuevas chicas y hasta hubo relevo cómico. Fue una propuesta nueva, marcada por los musicales de la época como A Chorus Line, Empieza el espectáculo o la serie Fama. El Un, dos, tres se reseteó y dio un salto en su historia para ser cada vez más elegante y más firme en la programación”.

“En cada capítulo del libro –añade Miguel- se subvidive el contenido en "presentación", "azafatas", "cómicos", "parte negativa", "anécdotas", "premios"... Y concluyo con un epílogo a modo de homenaje a todos esos programas que han homenajeado frecuentemente al concurso de Chicho con parodias, especiales, reencuentros... Es "la huella del Un, dos, tres". Y ojalá en el futuro se pueda hacer una reedición con un capítulo más, al menos...”

Portada y página de Un, dos tres, responda otra vez. La historia del mejor programa de nuestras vidas (Diábolo Ediciones)

Portada y página de Un, dos tres, responda otra vez. La historia del mejor programa de nuestras vidas (Diábolo Ediciones)

Los protagonistas del programa han colaborado el libro

El libro incluye numerosas fotografías inéditas que han proporcionado los propios protagonistas del programa: “”l material gráfico se ha nutrido especialmente de fotos de los propios protagonistas del Un, dos, tres –asegura Miguel-. Gente a la que tengo el placer de conocer como Pepe Carabias, María Abradelo, Alejandro Milán, Cira Salinas, Aurora Claramunt...”

“También –continúa- se han incluido portadas de revistas con todos los históricos del programa porque dan cuenta del impacto mediático y social que tuvo el 1,2,3, tanto como para que Pronto le dedicara una portada a un Tacañón porque finalizaba el programa, que Tele Indiscreta saliera al mercado con Mayra en su primera página, ABC con don Cicuta recibiendo la Medalla del Mérito al Trabajo de manos de los Reyes, etc”.

“Son –añade el periodista- aportaciones realmente interesantes, como el numeroso merchandising que salió al mercado, tantos juguetes, llaveros, muñecos, discos... lo mismo que capturas de muchos de los programas que se conservan pues hay elementos, como el reloj sobreimpresionado en los concursantes, las cabeceras o invitados famosos de los cuales no hay fotos. Por eso, el libro del Un, dos, tres quiere recoger todos los elementos existentes para hacerlo más completo”.

Presentación del libro en Madrid: Raúl Sender, Mayra Gómez Kemp, Miguel Herrero y Alejandra Grepi

Presentación del libro en Madrid: Raúl Sender, Mayra Gómez Kemp, Miguel Herrero y Alejandra Grepi

Los presentadores: De Kiko Ledgard a Luis Larrodera

Uno de los elementos fundamentales del programa fueron los presentadores, cada uno en su estilo, desde el inolvidable Kiko Ledgard a Luis Larrodera: “Kiko Ledgard –asegura Miguel Herrero- tiene el mérito de haberse ganado el cariño del público cuando su forma de presentar era muy diferente a la habitual. Una cierta picardía, simpático al extremo y campechano, aportó una gran frescura a un género que dominaba al extremo en Perú. Con él el programa pasó del blanco y negro al color y hubiera seguido presentándolo sin problema si no hubiera sido por el terrible accidente que sufrió al caer de un piso alto”.

Mayra Gómez Kemp –continúa- es la dama de la comunicación. Cuando pocos apostaban por ella, primero porque no hay antecedentes de presentadoras de concurso en prime time (sí con Rosa María Mateo en "De la A a la Z"), supo ganarse el cariño de todo un país, que hoy día la respeta como uno de los nombres más ilustres del medio televisivo de todos los tiempos. Presentando el Un, dos, tres era perfecta. Empezó tímidamente, como cauta con el formato y acabó dominándolo con fuerza, llevando las riendas cual directora”.

Jordi Estadella y Míriam Díaz Aroca formaron la pareja perfecta, seriedad (inicial) de él y divertida locura de ella, modernizando el formato. Josep María Bachs tenía un toque british, irónico en su seriedad, muy profesional. Y Luis Larrodera conservó el tono tradicional del 1,2,3 pero aportando la frescura de las nuevas generaciones, más gamberro y directo”.

Fue Informe - Un, Dos, Tres: Suma de éxitos - Ver ahora

“El público está pidiendo un nuevo ‘Un, dos ,tres’”

Preguntamos a Miguel si cree que el Un, dos, tres podría ser un éxito en la competitiva televisión actual. “Creo que el público ya está pidiendo un nuevo Un, dos, tres –contesta- y va siendo hora de darle esa dosis necesaria para quienes lo mantienen vivo en su memoria. Habría que adaptarlo a los nuevos tiempos aunque dejando elementos absolutamente necesarios para que no se echaran en falta determinadas cosas”.

“Tal vez –continúa- recuperaría a otra mascota, como Botilde, pondría unas sobrinas rebeldes de las Tacañonas, algo pasotas, nuevos cómicos (con alguna referencia a los clásicos), que no superara los 120 minutos y con temáticas que no se hubieran hecho en otras etapas. Chicho podría ceder el trono, aunque fuera breve y simbólicamente, a su hijo, que es quien lleva las riendas de la productora hoy en día. Alejandro ha vivido el espíritu del programa desde peque y deberíamos darle la oportunidad al menos, aunque fuera con entregas mensuales de tanteo con el público. De hecho en algún país que versionaba nuestro 1,2,3 se veía mensualmente”.

El Un, dos, tres ideal

Ya que hablamos de un concurso, un juego, retamos a Miguel Herrero a que nos monte su Un, dos, tres ideal, mezclando las diez etapas: “Haciendo una mezcla de etapas, estilos y personajes, sería interesante un Un, dos, tres con Mayra de presentadora recogiendo el testigo de los clásicos (en otros países hay presentadores más mayores en televisión, o Luis del Olmo en radio), recuperando al Chollo, simpático aunque engreído y ostentoso, con las Derrochonas (si volvemos a la época de bonanza económica), con el humor de Beatriz Carvajal, Raúl Sénder y algunos aportes noventeros tipo Silvia Abascal”.

“En azafatas –continúa- sería un grupo ideal el formado por Kim, Lydia Bosch, Nina, Mayte Navarrete, María Abradelo y Marta de Pablo, por ejemplo. Los premios deben ser suculentos puesto que el concurso se caracterizaba por ser goloso para quienes participaban. No hace falta que sea algo desorbitado pero tampoco quedarse menguado respecto a otros que ya reparten cifras astronómicas, aunque no semanalmente. Sería tentador un apartamento pero ya no en la costa española, sino en algún país colindante, tipo Italia”.

Sus proyectos

Tras este complicado libro, Miguel sigue trabajando en su gran pasión: “En estos momentos ya preparo el proyecto del siguiente libro, el quinto, que estará dedicado al universo de los muñecos y marionetas que hemos conocido en televisión, incluida la publicidad, cine, videoclips... con interesantes aportaciones de cómo se crea vida desde la nada, desde seres inertes nacidos de látex, plastilina, barro o plástico. Muy entrañable y curioso. Y sigo con mis colaboraciones en medios, canal de youtube y facebook mostrando lo mejor de nuestro pasado televisivo, blog en Teleprograma.tv (El retrovisor)... entre otras tareas”.

Por cierto, no dejéis de visitar la página del archivo de RTVE.es dedicada al Un, dos, tres.

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