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El acuerdo climático de París logra un récord histórico de 175 países firmantes

  • Agrupan el 86% de las emisiones de gases de efecto invernadero
  • Para entrar en vigor tiene que ser ratificado por al menos 55 países que sumen el 55% de las emisiones

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El Acuerdo de París es el primero de alcance universal contra el cambio climático.
El Acuerdo de París es el primero de alcance universal contra el cambio climático.

Representantes de 175 países y de la UE, que agrupan el 86,06% de las emisiones de gases de efecto invernadero, han rubricado el Acuerdo de París sobre cambio climático, en una ceremonia celebrada en Nueva York (Estados Unidos) y convocada por el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, con lo que se ha convertido en el tratado internacional con más apoyos de la historia durante el primer día de apertura de firmas.

El acuerdo climático de París supera así el récord de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, que comenzó con el respaldo de 119 países cuando se abrió a la firma el 10 de diciembre de 1982 en Bahía Montego (Jamaica).

Para que el acuerdo entre en vigor se necesita ahora que al menos 55 países, que sumen en total el 55% de las emisiones globales, completen el proceso de ratificación. Quince, en su mayoría pequeños Estados insulares, ya lo han hecho este viernes y se espera que a lo largo de este año sigan el camino muchas otras naciones. En la mayoría de los casos, los países necesitan que el texto sea aprobado por sus parlamentos.

Los dos mayores contaminadores del mundo, Estados Unidos y China, se han comprometido a completar esos procesos este año y, en el caso de Pekín, antes de la cumbre del G20 prevista para septiembre.

A la ceremonia han asistido cerca de 60 líderes mundiales, entre ellos François Hollande, presidente de Francia, país que acogió el pasado diciembre la Cumbre del Clima (conocida como COP21), en la que 195 países y la UE adoptaron el Acuerdo de París, el primero de alcance universal contra el cambio climático y que sustituye al Protocolo de Kioto. La delegación española ha estado encabezada por la ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina.

Todas las partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) han estado invitadas a firmar el Acuerdo de París, que entrará en vigor al trigésimo día contando desde la fecha en que al menos 55 partes de la Convención cuyas emisiones de gases de efecto invernadero representen globalmente el 55% del total de las emisiones mundiales hayan depositado sus instrumentos de ratificación, aceptación, aprobación o adhesión.

Aumento máximo de 2ºC

Un total de 195 países y la UE adoptaron el pasado 12 de diciembre el Acuerdo de París con el propósito fundamental de que el planeta no se caliente más de 2ºC respecto a los niveles preindustriales, para lo cual todos los Estados se comprometen a presentar contribuciones para que las emisiones de gases de efecto invernadero alcancen su punto máximo "lo antes posible".

Los países admiten que "el cambio climático es un problema común de la humanidad" y es necesaria "una respuesta progresiva y eficaz" sobre la base de los mejores conocimientos científicos, por lo que se comprometen a adoptar medidas para combatirlo respetando sus obligaciones relativas a "los derechos humanos, el derecho a la salud, los derechos de los pueblos indígenas, las comunidades locales, los migrantes, los niños, las personas con discapacidad y las personas en situaciones vulnerables, y el derecho al desarrollo, así como la igualdad de género, el empoderamiento de la mujer y la equidad intergeneracional".

El objetivo a largo plazo es que el aumento de la temperatura media global esté "muy por debajo de 2ºC" respecto a la era preindustrial, con una mención a "proseguir los esfuerzos" para que limitar ese incremento en 1,5ºC, lo que "reduciría considerablemente los riesgos y los efectos del cambio climático" con medidas para combatirlo, siempre que ello "no comprometa la producción de alimentos".

Los Estados se proponen lograr que las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero lleguen a su punto máximo "lo antes posible", aunque teniendo en cuenta que los países en desarrollo "tardarán más en lograrlo", para a partir de entonces reducir "rápidamente" esas emisiones y llegar "en la segunda mitad del siglo" a un equilibrio entre los gases contaminantes y la absorción de CO2 causados por el ser humano.

Evaluación en 2018

Para ello, los países tienen que elaborar planes climáticos, llamados "contribuciones determinadas a nivel nacional". Los desarrollados están llamados a encabezar los esfuerzos en la reducción de emisiones de gases contaminantes y a los países en desarrollo se les alienta a que lo hagan "con el tiempo". En 2018 habrá una evaluación de cuál será la situación en ese momento y en 2020 habrá una actualización de esos compromisos nacionales.

Para alcanzar los objetivos recogidos en el Acuerdo de París, los países desarrollados se comprometen a movilizar 100.000 millones de dólares anuales a partir de 2020 a través de fuentes públicas y privadas, compromiso que se revisará al alza antes de 2025.

Respecto de los países en desarrollo, se establece la posibilidad de que participen voluntariamente en materia de financiación, aumentando así por primera vez la base de donantes en la lucha contra el cambio climático.