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'Carol', los retos de un amor prohibido

  • El filme, de Todd Haynes, está protagonizado por Cate Blanchett y Rooney Mara
  • La historia narra el amor entre dos mujeres y suma 6 nominaciones a los Oscar

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Trailer de 'Carol' de Todd Haynes

6 NOMINACIONES A LOS OSCAR6 NOMINACIONES A LOS OSCAR

- Mejor actriz protagonista: Cate Blanchett

- Mejor actriz de reparto: Rooney Mara

- Mejor guión original

- Mejor fotografía

- Mejor vestuario

- Mejor banda sonora

La complejidad de la construcción del enamoramiento y los mecanismos que mueven el deseo en una pasión prohibida son los elementos esenciales que fluyen en Carol, el sutil drama romántico dirigido por Todd Haynes (Lejos del cielo), que llega a las pantallas este viernes con Cate Blanchett y Rooney Mara como protagonistas.

El melodrama suma seis nominaciones a los Oscar, entre ellas mejor actriz principal y de reparto para ambas actrices.

Carol es una sobresaliente adaptación de la segunda novela de la escritora de policiaco Patricia Highsmith. El libro es un mito de la literatura lesbiana y su camino estuvo jalonado de dificultades.

Publicada inicialmente en 1952 con el título del Precio de la sal y bajo el seudónimo de Claire Morgan, fue rechazada por los editores al narrar una historia de amor entre dos mujeres, un hecho inconcebible para la época, y también por su inusual final positivo.

Highsmith la reeditó en los 80, ya con el nombre de Carol, con un prólogo en el que explicaba los hechos.

Todd Haynes traslada a la pantalla la hondura psicológica de los personajes de la novela, en un acertado conjunto en el que cada plano irradia sensibilidad, emoción y elegancia.

El filme supone una inmersión total en un romanticismo en el que subyace un deseo expresado a través de miradas y silencios elocuentes, y que muestra la factura social que pasa a las protagonistas la culminación de un amor considerado ilícito.

Carol es una mujer distinguida y al borde del divorcio.

El argumento narra el encuentro entre dos mujeres procedentes de mundos muy diferentes que se sienten profundamente atraídas entre sí, en una representación creíble del ambiente de una sociedad represiva. Una temática que ya abordó Haynes en Lejos del cielo, un filme con el que Carol mantiene algunos puntos en común.

En la historia, Carol (Cate Blanchett) es una mujer sofisticada y muy bella, en un papel inspirado en Grace Kelly, atrapada en un matrimonio sin amor, que conocerá a Therese (Rooney Mara) una veinteañera abrumada por la soledad que busca su lugar en el mundo.

La cinta muestra la evolución de los diferentes puntos de vista de ambas: Therese es un enigma en descubrimiento de su identidad sexual, y Carol, bajo su aparente seguridad, una mujer en ruinas que lucha por una vida auténtica.

La ley de la atracción

La película es un canto a la belleza en la narración y en el virtuosismo de su estética. Pinta un hermoso retrato del Nueva York de los 50 inspirado en el trabajo de fotógrafas como Vivian Mayer, y en las imágenes publicitarias de la época:

“Muchas de las fotos tenían colores preciosos, muy tenues, suaves, como tiznados. Tanto en el diseño como la iluminación, intentamos incorporar estos colores a la película”, explica el director de I’m not there.

Carol mantiene un ritmo pausado que transmite la confusión emocional de la pareja, pero no cae en la frialdad a pesar de su romanticismo nada exhibicionista.

Su imagen está bañada en melancolía, y en su fotografía abundan los reflejos de las miradas a través del cristal, enmarcados en una óptica brumosa filmada en 16mm.

Rooney Mara interpreta a la joven Therese.

Todd Haynes tomó como referencia el cine clásico para construir un argumento ensalzado por la fascinante actuación complementaria de Cate Blanchett, en el rol de mujer madura y vulnerable, y Rooney Mara, que interpreta a una tímida joven que va ganando en seguridad y confianza.

Ambas actrices son merecedoras de premios por la verdad y emoción que trasladan al espectador, en unas actuaciones en las que predomina el mensaje de que el amor está por encima de todo.

La película supone el reencuentro de Blanchett, doblemente oscarizada por El aviador y Blue Jasmine, con Haynes, tras la impactante I’m not there, inspirada en los años eléctricos de Bob Dylan.

La actriz australiana asumió la complejidad y profundidad de este nuevo papel como una oportunidad: “Creo que lo mejor de poder trabajar una novela de Patricia Highsmith es que la vida interior de los personajes es tan rica. Es magistral en tratar con personajes que reconocen, en cierto modo, que cada adulto tiene un secreto”, señala Blanchett en las notas de producción.

Patricia Highsmith y 'Carol'

El origen de la historia surge en 1948. La escritora Patricia Highsmith vivía en Nueva York y para ganar algo de dinero trabajaba como dependienta en la campaña de Navidad en unos grandes almacenes.

Desde su puesto, en la sección de juguetes, Highsmith vivió el momento que inspiró su futuro relato:

Una mañana, en aquel caos de ruido y compras apareció una mujer rubia con un abrigo de piel. Se acercó al mostrador de muñecas con una mirada de incertidumbre -¿debía comprar una muñeca u otra cosa?- y creo recordar que se golpeaba la mano con un par de guantes, con aire ausente. Quizá me fijé en ella porque iba sola, o porque un abrigo de visón no era algo habitual, porque era rubia y parecía irradiar luz. Con el mismo aire pensativo compró una muñeca, una de las dos o tres que le enseñé y yo apunté su nombre y dirección en el impreso porque la muñeca debía entregarse en una localidad cercana. Era una transacción rutinaria, la mujer pagó y se marchó. Pero yo me sentí extraña y mareada, casi a punto de desmayarme, y al mismo tiempo exaltada, como si hubiera tenido una visión.

De aquel episodio surge el argumento de Carol, publicada en 1952 con el título El precio de la sal. Por entonces, Highsmith ya había triunfado con Extraños en un tren, que Alfred Hitchcock había trasladado a la gran pantalla en 1951, y comenzaba a ser encuadrada como autora del género policiaco, en el que conocería el éxito con sus personajes retorcidos y enigmáticos como Tom Ripley.

Según relata el director del filme, Todd Haynes:”Es la única [novela] que escribió fuera del género policiaco. Y lo que hace es explorar la subjetividad de Therese, la joven protagonista del libro, con la misma fijación que utiliza para sus criminales creando un paralelismo único entre la mente acelerada de alguien que se enamora y la de un criminal. La criminalidad, la idea de que este es un amor ilícito, es una presencia continua en la trama y provoca que ambas mujeres hagan cosas al final del libro que, si no, no habrían hecho”.