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Exposición en el Museum at Fit

Vaqueros, la ropa de faena que se convirtió en objeto de lujo

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Pantalones para hombre fabricados hacia 1840.
Pantalones para hombre fabricados hacia 1840.

Son el comodín, nuestras mejores aliadas y el básico del armario por excelencia. Las prendas vaqueras no entienden de tendencias y siempre son tendencia. Son imprescindibles en el día a día, y tienen el poder de trasformar el estilo de cualquier prenda con la que se combinen.

Se pueden llevar con una camiseta pero también con una blusa de seda, una chaqueta entallada o unos zapatos de tacón. Lo admiten todo, lo cambian todo. El genial Yves Saint Laurent, una de las agujas más exquisitas, siempre mostró su admiración por los pantalones vaqueros.

“He dicho muchas veces que desearía haber inventado yo los pantalones vaqueros: la prenda más espectacular, la más práctica, la más relajada y desenfadada. Los vaqueros poseen expresión, modestia, sex-appeal, sencillez”. Palabra de maestro.

Denim: Fashion's frontier

La evolución de la moda vaquera

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  • Vestido de Comme des Garçons realizado por Junya Watanabe para la primavera de 2002

  • Traje de paseo realizado hacia 1915.

Ahora el Museum at Fitcambia de imagen y se convierte en territorio vaquero porque sus salas acogen 'Denim: fashion´s frontier'. Una exposición con la que pretende explorar los límites de la moda vaquera y, de paso, repasar su historia e imaginar su futuro.

La muestra exhibe más de 70 piezas, entre prendas y complementos. Objetos que forman parte de la colección del museo y algunos inlcuso salen por primera vez de los almacenes para mostrarse al público.

Símbolo de rebeldía

La palabra Denim, cuenta la historia, hace referencia a Nimes, la ciudad de donde salía el algodón teñido de añil con el que se hacían los primeros pantalones vaqueros, allá por el siglo XVI. Hubo que esperar cuatro siglos, hasta la década de 1950, para que dieran al salto a la calle y se impregnaran de glamour y sensualidad.

James Dean y Marilyn Monroe ayudaron a moldear su éxito e hicieron de ellos un símbolo de rebeldía y juventud. Firmas como Lee, Wrangler y Levi´s fueron pioneras en la fabricación de vaqueros y algunos de sus primeros diseños se siguen vendiendo hoy.

En la exposición se enseñan piezas antiguas que datan de 1830 y también los primeros modelos que se utilizaban como uniforme naval o se destinaban al vestuario de los presos.

Se incide en el estilo cowboy o western pero también en su salto a la pasarela. Su influencia siempre ha sido grande y Elsa Schiparelli en 1930 llegó a trabajar con un tejido que parecía denim.

Siempre pegados a los cambios sociales

En 1950 el uso del pantalón vaquero se extiende con facilidad con Estados Unidos y en la década de los 60 y 70 se hace imprescindible entre los hippies que son los primeros en customizarlos con parches de flores o pintándolos a mano.

A finales de los 70 y en los 80 surgen nuevas etiquetas que se centran en la moda vaquera, como Fiorucci o Calvin Klein. Se usan nuevas técnicas (tratamientos al ácido, lavados a la piedra…) y Ralph Lauren los utiliza para experimentar.

En la década de los 90, diseñadores como Roberto Cavalli, Jean Paul Gaultier y Tommy Hilfiger los convierten en objeto de deseo, en prenda de lujo, y un diseño de Tom Ford para Gucci, realizado en 1989, se llega a vender por 3000 dólares.

Tradición y vanguardia

Es importante el trabajo de los creadores japoneses como Junya Watanabe pero también el de diseñadores como Stella McCartney, Miucca Prada o Martin Margiela que logran crear prendas en denim que traspasan la frontera vaquera y se adentran en territorios como la sastrería y la costura.

Hoy la moda vaquera bebe de las tendencias que arrasan en la pasarela y en la calle. Diesel ha revolucionado el sector con los jogg jeans, pantalones y cazadoras con felpa que no se arrugan y proporcionan una gran comodidad.

Pero la sociedad manda. Seguiremos viendo pantalones con tejidos de nueva generación y acabados tecnológicos pero también los modelos más clásicos, con el botón delantero, el doble pespunte, bolsillos... Los viejos vaqueros, como los viejos roqueros, nunca mueren.