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Mujica respalda la retirada de Cuba de la lista antiterrorista de EE.UU.: "¿Costó un poquito, no?"

  • El expresidente de Uruguay lidera un coloquio en Casa de América
  • Apoya el proceso de paz en Colombia y la normalización con Cuba
  • Considera que la globalización es un "hecho", pero que no tiene gobierno

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JOSÉ MÚJICA EN JORNADA SOBRE RETOS DE AMÉRICA LATINA
El expresidente de Uruguay José Mujica, durante su asistencia a una jornada sobre los retos de América Latina en el siglo XXI, en la Casa de América, en Madrid.

“¿Costó un poquito, no? Yo me puse viejo”, señala el expresidente de Uruguay, José Mujica, cuando le preguntan sobre el paso histórico de EE.UU. de retirar a Cuba de la lista de grupos terroristas. El expresidente de Uruguay, de visita en España y que ha mantenido un coloquio en Casa de América, ha respaldado el moviento estadounidense.

“Me parece que es un paso en el sentido de distender las tensiones. Me parece que (el proceso) va bien, ahora… ¡le cuesta a EE.UU!, matiza con una sonrisa. Mujica ha respaldado también el proceso de paz en Colombia donde considera fundamental apoyar todos los esfuerzos para acabar con la guerra.

“Es complejo, pero naturalmente en tanto años de guerra tiene muchos interrogantes, pero hay que hacer y respaldar todo lo posible para que Colombia encuentra una salida sin guerra”, ha señalado.

Visitas en el extranjero

Mujica ha descartado, de momento, realizar una visita a los líderes opositores venezolanos recientemente encarcelados en Caracas, tal y como sí han hecho otros expresidentes latinoamericanos, como el colombiano Andrés Pastrana o el Boliviano Jorge Quiroga.

“Mire, yo tengo que ir para mi casa”, ha apuntado Mujica. “Yo voy a donde me parece que tengo que ir y el próximo viaje va a ser a Brasil. Por ahora no tengo nada que ir a hacer a Venezuela”, ha añadido.

Mujica, quien se ha encontrado estos días con la candidata a la alcaldía de Madrid, Manuel Carmena, no ha querido hacer valoraciones sobre las elecciones de este pasado domingo. “Yo la conocí un día… ¿La impresión? Esa la tiene que resolver el pueblo español, yo no voto en España”, ha señalado.

“Solo soy un viejo que de joven quiso cambiar el mundo”

Sin papel ni guión, con la serenidad de la experiencia, José Mujica ha mantenido un coloquio distendido en Casa de América centrado en sus impresiones sobre los principales problemas de la actualidad. “Yo un viejo que cuando era joven quiso cambiar el mundo, como tantos otros, y ahora estoy pensando en mejorar la avería de mi casa”, ha dicho antes de empezar.

Para el expresidente de Uruguay, el mayor problema es la falta de altura política en un mundo globalizado.  “No tenemos altura política para la civilización que hemos creado”, ha señalado. “Nunca tuvimos tantos recursos técnicos, científicos, de capital, pero no razonamos como especie”.

Para Mujica, la discusión sobre la globalización es baldía porque “es un hecho”, pero la pregunta es qué hacemos con ello. “Algunos piensan que se puede hablar de competencia sana cuando unos trabajan 10 o 12 horas al día sin ningún derecho y otros con las reglas de la OIT”, ha apuntado.

“Si la globalización es inevitable, necesitamos acuerdos de comercio mundiales y no remiendos locales”, ha señalado. “Hay más de 300 acuerdos de libre comercio y otros negociándose, luego no hay libertad de comercio”, ha añadido. Para Mujica, el problema de la globalización es que “no tiene gobierno” ni dirección política. “Los gobiernos pueden ser buenos, malos o regulares, pero hay una cosa peor: no tener gobierno”.

Avances en América Latina

Para el expresidente de Uruguay, América Latina ha logrado avances importantes en los últimos años. “Muchos millones de personas están mucho mejor de los estaban. Y ahora, por primera vez, los gobernantes de América Latina hablan entre ellos”.

Sin embargo, para el expresdiente de Uruguay a muchos políticos latinoamericanos aún les falta “estatura”.  "A veces competimos para ver quien se baja más los pantalones”. Mujica ha manifestado un enorme respeto por las religiones. “Me considero una amigo de las religiones”, ha apuntado. “Si bien las religiones me suenan a utopía… ¡vaya servicio noble que cumplen!”.

A sus 80 años, señala, muchas cosas han cambiado de cuando quiso cambiar el mundo. Hoy, apunta, acompaña “todas las propuestas de acción social, vengan de donde vengan”. Considerado uno de los políticos más honestos de América Latina, reacciona con sarcasmo cuando le preguntan cuál es el secreto para horado frente a los otros políticos. “Yo no soy ningún fenómeno, los fenómenos son los otros”, señala.