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'O Porto' el fascinante retrato de un pueblo gallego de los años 40

  • Una novela gráfica de pequeños personajes y sus pequeñas historias
  • Es obra del dibujante y guionista Manuel Mata Argüelles "MATA"

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Fragmento de la portada de 'O Porto', de Mata
Fragmento de la portada de 'O Porto', de Mata

Hederedero de los grandes clásicos de la literatura, O Porto (Edicions de Ponent) es el fascinante retrato de la vida de los habitantes de un minúsculo pueblo de pescadores de la costa de Galicia, con sus historias aparentemente vanales,  pero que nos atrapan desde el primer momento. Uno de esos interesantes retratos de personajes inolvidables cuyas pequeñas miserias, alegrías y peripecias, conforman un conjunto realmente irresistible. Es obra del guipuzcuano Manuel Mata Argüelles "MATA", un artista que ha destacado como pintor, muralista, en dibujos animados (Los Intocalbes de Elliot Mouse) y que, como suele pasar, ha trabajado más en Europa que en España.

"La acción se sitúa en una pequeña aldea del litoral gallego, hacia mediados de los años 40 -asegura MATA-; uno de esos pueblos tranquilos, de los que la gente que en ellos vive apenas sale más de una o dos veces en su vida, como no sea a Santiago con motivo del viaje de novios, o para arreglar unos documentos de propiedad ante el notario".

"El único elemento que enturbia apenas la paz de la aldea es la eterna pugna entre los dos amigos contrabandistas y el sargento de la guardia civil, que trata con todas sus fuerzas de atraparlos “in fraganti” en plena fechoría. Pero esas escaramuzas y correrías son precisamente la sal y la chispa de las habladurías en el bar, que es el lugar donde se cuenta, se escucha, se transaciona todo, el centro social del pueblo, en definitiva".

"Será en este espacio, precisamente, donde irrumpa el primer elemento forastero que romperá la paz del pueblo, implicando en su remolino a prácticamente todos sus habitantes o sea,  el mafioso que encarga a los contrabandistas, que debido a una desgracia están en la miseria, la misión de recoger del mar el diamante robado en un trasatlántico fugaz que pasará bordeando la costa".

"A la barbería, en cambio, bastión de la civilización, las noticias llegan por el periódico, que lee de manera harto fantasiosa el chico protagonista a los contertulios que allí se reúnen habitualmente. Y será leyendo el periódico como el chico llegará a comprender el asunto que se trae entre manos la compañía “Pestinor”, que trata, valiéndose de muy rastreras artimañas, de edificar junto al mar un complejo fabril de consecuencias nada ecológicas. Este será el segundo elemento ajeno al pueblo que traiga consigo la discordia y que, a su vez, logre aglutinar a todos sus habitantes en una acción conjunta contra el no deseado incursor, de marcado carácter coral".

Los protagonistas

"Los protagonistas de esta historia -nos comenta MATA- son: "O Porto, un pueblo marinero situado en las costas gallegas y sus gentes, empezando por "Pizzano" y su compañero “Pataquiña”, simpáticos contrabandistas, a quienes unos extraños individuos encomiendan el trabajo de recoger un misterioso paquete en alta mar, cuyo contenido se verán más tarde obligados, por diversas circunstancias, a esconder en un embutido.- Estos personajes jugarán un papel muy importante en esta historia".

"El Sargento de carabineros “Negreira”, eterno antagonista de "Pizzano” y “Pataquiña", que siempre ve frustrados sus intentos de atraparlos in fraganti, aunque en su fuero interno sienta cierta simpatía por ellos. Le acompaña en este empeño su disciplinado ayudante".

El Pedrero", el tonto del pueblo, que su principal afán es recoger las piedras que el mar deposita en su orilla y que en ocasiones cambia por cigarrillos con Pizzano, quien tiene la creencia de que le dan buena suerte", apostilla el autor.

Anton, ese cerdo, que con su campana al cuello deambula por el pueblo reclamando su comida para engordar y al fin ser sacrificado tradicionalmente en matanza popular el día de San Martín. Por él, el Pedrero siente un gran cariño hasta el punto de que hurta sus despojos convertidos en jamones y embutidos para darles cristiana sepultura a las puertas del cementerio".

Don Raimundo de Andrade es el último descendiente de noble linaje venido a menos, dueño de vetusta casona solariega, y propietario de los terrenos que circundan el pueblo, los cuales tuvo que hipotecar por falta de recursos para subsistir, y que se ve coaccionado por el Director del banco a vender estos terrenos para la instalación de una fábrica de productos químicos que alteraría seriamente la fisonomía y forma de vida de los habitantes del pueblo".

Adega”, su vieja ama, que nunca pudo cobrar su sueldo, y que con ingenio consigue mantener a su amo, quien vive ausente de la realidad. “Chachi” el astuto perro de Adega, quien en ocasiones roba alimentos que luego serán servidos en la mesa de Don Raimundo.  “Burato” avispado mozalbete, que intenta conquistar a la hija del panadero paseando, como si fuesen suyas, las vacas que había tomado “prestadas” de un vecino y quien descubre el asunto de la fábrica. A diario, en la barbería, lee en alta voz el periódico, y aprovechándose del analfabetismo de los oyentes inventa múltiples y descabelladas noticias".

“Y "El Ojo de Siva” fabuloso diamante de gran valor que pasará a bordo de un transatlántico frente a las costas del pueblo y que dará origen a una serie de peripecias en las que se verán envueltos todos estos personajes",asegura MATA..

"Los años cuarenta no tenían nada de apetecibles".

Ambientar la historia en los años cuarenta no ha sido casual, según MATA: "Es un espacio estético más atractivo. Por lo demás los años 40 en la mejor España franquista no tenían nada de apetecible".

O Porto, es el marco perfecto para esta historia de esperanzas y sueños frustrados: "Creo que la historia podía contarse en cualquier otro lugar, aunque para mí lo importante era el espacio, por ser un lugar al que me unen lazos afectivos".

Un lugar para el que el artista se ha documentado profusamente: "Con fotografías pasadas mías, prestadas y apuntes del natural".

En la historia tambien encontramos algunos personajes que nos resultarán familiares, como un famoso detective y una no menos popular cantante. Y otros que "Son amigos míos que al dibujarlos me hacían compañía. Por supuesto, no tienen nada que ver con los personajes que representan".

La luz del norte

En cuanto al color, es un elemento más que nos permite situarnos en Galicia. "Los colores tienen mucha importancia en la historia -asegura MATA-. Me interesaba que fuesen lo más planos posible, y trataba de que representasen lo mejor posible la luz del norte".

También destacamos la portada, en la que se ve a los pescadores en su pequeña barca al lado de un gigantesco transatlántico y de la que MATA destaca varias cosas: "La composición, la pared de fondo que hace el casco del trasatlántico y el espacio teatral que se forma con esta y la luz del farol. También el nombre de mi nieto pintado en la lancha".

Por último, hemos preguntado a MATA por sus proyectos: "En este momento estoy haciendo algo a partir de una novela del escritor gallego Hixinio Puentes".