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España persigue el sueño americano

  • Ágatha Ruiz de la Prada revisa estampados de los 80
  • Victorio&Lucchino e Ion Fiz visten la noche de negro.
  • Ana Locking y Andrés Sardá se inspiran en la cultura norteamericana
  • Vidal presenta su colección más cara y Nieto se lleva un tibio aplauso

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Desfile íntegro de Andrés Sardá en Fashion Week Madrid Febrero 2014

¡Vaya broche! Tino Casal, Locomía, La Prohibida, Alaska y los Pegamoides han sido la banda sonora, toda en español, del desfile de Ágatha Ruiz de la Prada, perfecta para revisar su trabajo con el que lleva visitando esta pasarela desde 1988.

Si en la colección anterior ya recuperó sus dibujos a mano ahora retoma sus estampados más ochenteros para su coleccion de otoño e invierno 2014/15. Vemso besos, topos, borratajos y manos que esconden bolsillos, para ella y para la pareja.

Destaca la madurez de su costura en abrigos de corte perfecto sin costuras y con bolsillos encajados con mimo. No faltan sus aros, en XS y XXL. Abunda la silueta extragrande y es que resulta perfecta como lienzo para exhibir la obra gráfica de la diseñadora.

Los prints (estampados) se superponen algunas veces pero otras salen en solitario. Siempre en prendas de tejidos naturales como el algodón que se pasea en diferentes texturas: acolchado, entretelado y hasta con efecto guatiné.

Desfile con corazón

Neoprenos, sargas y sedas completan la selección de tejidos y destaca el de lentejuelas que lleva el estampado encima.También hay aplicaciones como las cerezas-corazón (hay unas 200) y las margaritas de organza de triple seda que parecen de papel.

Lass modelos llevaban pelucas rosas, a juego con la pasarela. Ágatha propone cambiar alfombras rojas por pasarelas rosas en su ayuda a una ONG que trabaja con niñas que crecen en situaciones difíciles.

Para el carrusel final las modelos han desfilado con " No controles, mi forma de vestir, porque es total", de Olé, Olé. Perfecta para la ocasión.

De negro lorquiano

Victorio&Lucchino nos cuentan que venden en el continente americano. Chile, México y Colombia son sus principales mercados pero también Nueva York, donde han llegado a customizar escaparates enteros. 

En la Gran Manzana se anda mucho, más que nada por lo difícil que resulta “pillar” taxi y allí  vendrían genial los zapatos planos que proponen en esta colección. “Es la segunda vez que hacemos calzado sin tacón”, dicen.

La propuesta va en diferentes tonos del negro que consiguen con una extensa carta de tejidos en este color no-color. Junto a la gama de negros vemos toques de femeninos lilas y elegantes ocres, a veces formando flores o trazos geométricos.  

Con zapato plano

Los diseñadores juegan a despegar el patrón del cuerpo, con líneas vaporosas en evasé que provocan sensuales movimientos al caminar. La mezcla de tejidos es rica en detalles y osada en las combinaciones, apostando por las mezclas de moda: tejidos de nueva generación con otros nobles como seda, adamascados.

La noche se vuelve caprichosa con vestidos de línea asimétrica, con faldas de diferentes largos y, siguiendo los looks de día, van todos en negro. Los vemos en liso o con encaje y, de nuevo, con zapato plano.

La línea de complementos lleva bolsos, zapatos y joyería que, al contrario de la textil, va cargada de color y energía.

Ion Fiz, campos de Castilla

Ion Fiz está muy contento, o al menos lo parece. Las ventas en en Rusia, donde tiene presencia desde hace cinco años, se están consolidando y además tiene clientas en los Países Árabes.

Se trata de culturas de gusto sofisticado y para ellos crea Fiz una propuesta de riqueza visual y reminiscencias clásicas. La meseta castellana y el esmoquin son sus puntos de partida. Así vemos colores tierra, como ocres, verdes y alegres marrones- que llevan naranja y rojo-que tiñen telas de aire masculino.

La calidez de las texturas ayuda en la batalla contra el frío castellano. “He trabajado con mohair, lanas, cheviots, fil á fil y pieles suaves como el visón, también en los cuellos de los abrigos de hombre”, cuenta antes del desfile.

Se adivinan detalles de la sastrería clásica, tanto en la línea masculina como en la femenina, y para los vestidos de coctel “propongo abrigos-vestido y abrigos-esmoquin-vestido, pensando en el coctel como un afterwork. 

La noche se centra en diez vestidos negros y el cierre es una novia de encaje “desacralizado, bordando tres veces encima del propio encaje”.

Fiz confiaba que la Príncesa de Asturias viera el desfile online. Dice que, cuando coincidió con ella en inauguración de la nueva sede de la agencia EFE, Doña Letizia le dijo que intentaría verlo y tambien que quería citar a todos los diseñadores españoles para escuchar sus impresiones. De ahí que el diseñador estuviera tan contento.

Cruzando los Estados Unidos

Ana Locking despierta pasiones. Al menos entre la prensa. Nos gusta su ropa, su estilo y, sobre todo, sus sudaderas de neopreno, sello de la casa. “No son una idea mía, primero las hizo Ricardo Tisci para Balenciaga pero ahora no faltan en mis colecciones”, cuenta Locking.

La suya, la colección,  propone un viaje por EEUU de este a oeste con paradas interesantes en zonas que inspiran sus prendas como los jerséis y sudaderas con bordados multicolor que representan el cráter de un géiser de Yellowstone.

Colores de la naturaleza y estampados recuerdan a los bosques de Secuoyas, y patrones, tonos pastelón y detalles cowboy nos recuerdan a la vida en Texas. Vemos, además,  guiños a la serie Dallas, como las chaquetas de neopreno en nude con el bajo de plumas, una mezcla brutal.

Seguimos en la carretera y paramos en Las Vegas. Tejidos brillantes, colores más subidos de tono y más sofisticados se mezclan en la coctelera para invitar al disfrute, a la fiesta, a la vida.

Y un viaje tan especial como este no podía terminar como terminan casi todos. Locking despega su nave y aterrizamos en la luna. Una sudadera en gris, blanco y negro, con el dibujo de la superficie lunar y tacto rugoso recrea de forma genial tal momento.

Andrés Sardá, ¡viva Las Vegas!

Y volvemos a Las Vegas, porque allí ha ambientado su desfile la firma Andrés Sardá. La colección de lencería y calle es alegre, vitalista pero también oscura y nocturna.

Las prendas absorben todos los mitos de la ciudad de la luz y el artificio y vemos bodies de manga abullonada en azul Klein, monos de cuerpo entero con topos de distinto tamaño y bodies completos de encaje con cristales que forman cielos estrellados.

Destacan los tonos que tienen el encaje. Verdes botella y burdeos tiñen piezas sofisticadas que llevan adornos de flecos, sin olvidarse del negro. Su apuesta ganadora, a la hora de jugar y en el momento de seducir.

Para brindar no faltan los looks de paillettes en dorado champagne y si la noche se alarga hasta el amanecer lo más seguro que termine en boda. Al menos eso hemos visto en la pasarela. 

Bimbá Bosé, a los platos, ha “pinchado” una sesión al más puro estilo after pero ha dejado la cabina para vestirse de Elvis y desfilar del brazo de la novia.

Tras la celebración, a descansar (o no) al hotel. Menos mal que la cómoda está llena de negligés y conjuntos delicados que invitan a comenzar la fiesta de nuevo. Carpe Diem, ¡¡Viva Las Vegas!!

El triunfador de la temporada pasada

Juan Vidal vuelve al lugar donde hace seis meses fue recibido con el premio a la mejor colección, en un año en el que brilló allá por donde pasó. Con su nuevo trabajo, más colorista que el invierno anterior y menos cursi que el verano de 2014, se adentra en el oscuro mundo de los chamanes para mezclar sus símbolos.

“Es una colección con aires de los años 60 y 70 pero no los de la moda, más bien los del espíritu revolucionario de las mujeres y su revolución por la igualdad, su fuerza. Quiero reivindicar el feminismo a través del simbolismo y la energía a través del color”.

Esta es su idea y la plasma en prendas de texturas apabullantes. Destacan los abrigos en Jacquard rayado – que llevan sofisticados cuellos de zorro- , el abrigo en patchwork de visón de colores y el abrigo de pitón rojo que quita el hipo.

Espíritus protectores

Las serpientes, animal considerado protector, se estampan deformadas en formas multicolor en vestidos que, a su vez, llevan serpientes bordadas en paillettes y canutillos de color negro. 

Los colores del fuego como los rojos, naranjas, amarillos y negro se unen o separan en prendas que varían de silueta, desde la mini a la maxi. Casi siempre con cortes rectos, limpios.

Vemos minivestidos en ante negro con bordados de figuras nagual, de tipo vudú; punto oversized en colores calientes y vestidos espectaculares largos de noche en negro con escotes muy trabajados y bordados en el mismo color.

Moda demasiado conceptual

Moisés Nieto, que nos dejó un agradable sabor de boca con su anterior colección- de primavera y verano de 2014-no convence con su nueva propuesta, basada en la obra de la artista Iris Schomaker y en la etapa más minimalista de Lauren Bacall.

Todo es blanco, negro o gris. Y tal concentración cromática se queda corta para su intención de crear “ropa que perdure en los armarios, moda atemporal”. La parte gráfica se basa en rayas y cuadros irregulares y decora diseños de línea relajada.

Se eliminan las sisas y se apuesta por la manga japonesa, y se dibujan abrigos con silueta cocoon. También por adornos de pedrería en racimo y mezclas de lana y lúrex.