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Un androide para experimentar y descubrir la robótica

  • Su aspecto exterior es muy 'humano': es tan alto y grande como una persona
  • Pesa 80k y tiene una batería que le proporciona una autonomía de unas 6 horas
  • El robot puede caminar, sentarse en una silla o subir y bajar escaleras

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El robot REEM-C.
El robot REEM-C.

Tras casi una década trabajando en robots de todo tipo, la empresa barcelonesa PAL Robotics ha comenzado a comercializar el REEM-C, su último modelo de robot bípedo.

Las versiones anteriores, más sencillas, estaban pensadas para funciones tales como ser los guías y recepcionistas en hoteles y museos. El nuevo modelo tiene como objetivo servir a los investigadores como plataforma robótica de investigación,  para lo cual cuenta con un buen número de detalles tecnológicos interesantes.

Si el negocio en modelos anteriores podía estar en su venta para funciones específicas como 'ayudante' o el alquiler de su presencia para eventos puntuales, en el caso del REEM-C la idea es que se venda a instituciones y empresas interesadas en el ámbito de la robótica.

El REEM-C, de aspecto humano

Es por eso que lo denominan 'plataforma robótica' más que 'robot' a secas. Su aspecto exterior es muy 'humano': es tan alto y grande como una persona, pesa 80 kilos y tiene una batería que le proporciona una autonomía de unas 6 horas, de las cuales podría pasar unas tres caminando.

El REEM-C utiliza el llamado ROS, Sistema Operativo Robótico desarrollado originalmente en el laboratorio de inteligencia artificial de la universidad de Stanford para estandarizar y facilitar el uso y desarrollo de sistemas robóticos de todo tipo. Se trata de software abierto, por lo que en vez de encontrarse con una especie de 'caja negra que camina' y solo hace lo que le ha enseñado el fabricante los investigadores pueden programarlo, conectar sensores y otros aparatos para ampliar sus posibilidades.

El robot ya cuenta de serie con algunas habilidades, tales como caminarsentarse en una silla o subir y bajar escaleras. Internamente lleva dos CPUs corriendo una distribución de Linux y se entrega con el código fuente de todos los componentes para que se puedan realizar modificaciones, así como con un simulador llamado Gazebo que permite programar las acciones en un equipo independiente antes de probarlas con el robot real. 

Todas las partes y componentes del robot funcionan mediante controles en tiempo real, de modo que los motores y mecanismos de movimiento permitan al pequeño androide trabajar y moverse sin problemas.

En cuanto a conectividad y sensores, el robot incorpora Wi-Fi, dos cámaras estéreo en los ojos y una trasera, algunos LED para facilitar su interactuación con los humanos mediante señales visuales, cuatro micrófonos omnidireccionales, conexiones de audio, vídeo y diversos acelerómetros, giroscopios y brújula. 

También incluye unos láseres y sónares para calcular con precisión las distancias y realizar las funciones de navegación. Su software permite entre otras cosas reconocer comandos por voz en varios idiomas y explorar el entorno creando mapas. Todo esto puede controlarse a distancia no solo con un ordenador, sino también con una tableta android o incluso con un mando como los de las videoconsolas.