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El gobierno de Baréin prohíbe las manifestaciones y concentraciones públicas

  • Lo hace para "proteger la unidad nacional"
  • Cualquier propuesta será considerada ilegal en el país

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Manifestantes y comerciantes se protegen de una granada de sonido durante una protesta en la capital de Baréin, Manama, el 26 de octubre
Manifestantes y comerciantes se protegen de una granada de sonido durante una protesta en la capital de Baréin, Manama, el 26 de octubre.

El Ministerio bareiní del Interior ha prohibido todas las protestas en el país hasta que se restablezca la seguridad, con el objetivo de "proteger la unidad nacional", según un comunicado.

"El Ministerio del Interior ha decidido prohibir todo tipo de manifestaciones y concentraciones hasta que se recupere la seguridad, para proteger la unidad nacional y la integridad del tejido social e impedir cualquier forma de extremismo", se explica en la nota difundida en la página web ministerial.

El Gobierno bareiní ha advertido de que cualquier protesta será considerada ilegal y de que las autoridades adoptarán medidas jurídicas contra quienes convoquen manifestaciones o concentraciones y participen o estén implicados en ellas.

En el comunicado, el ministro del Interior, general Rashid bin Abdelá al Jalifa, ha asegurado que el Estado ha intentado garantizar la libertad de opinión y expresión permitiendo las protestas. Sin embargo, el ministro ha afirmado que la "falta de compromiso con la legalidad" por parte de los manifestantes, entre los que citó al partido opositor Al Wifaq, ha hecho que se reproduzca la situación vivida entre febrero y marzo de 2011, cuando comenzaron las revueltas antigubernamentales en Baréin, al calor de la primavera árabe.

Al Jalifa ha recordado que durante esos meses los manifestantes "pidieron la caída del régimen con sus consignas y perjudicaron los símbolos de la patria y la soberanía del Estado, lo que amenazó la paz nacional y dañó la seguridad y el orden".

El ministro ha dicho que su departamento ha ejercido los "máximos esfuerzos" para evitar esas violaciones y lo ha tratado en varias ocasiones con los organizadores de las protestas, que no han podido impedirlo.

Desde febrero de 2011, el reino de Baréin, con una población de mayoría chií, es escenario de protestas contra la minoría suní gobernante, que en ocasiones han derivado en disturbios.

Entre marzo y junio de ese año, las autoridades impusieron el estado de emergencia en Baréin, donde los países del golfo Pérsico, de mayoría suní, enviaron tropas para apoyar a los efectivos bareiníes.