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José Manuel Trabado reivindica los clásicos del cómic como precursores de la novela gráfica

  • Analiza los logros de 'The Spirit', 'Little Nemo', 'Gasoline Alley' y 'Krazy cat'
  • Títulos que en España deberían tener ediciones "Al alcance de todos"

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'The spirit', de Will Eisner, 'Little Nemo', de Windsor McCay; 'Gasoline alley', de Frank King y 'Krazy Cat', de George Herriman
'The spirit', de Will Eisner, 'Little Nemo', de Windsor McCay; 'Gasoline alley', de Frank King y 'Krazy Cat', de George Herriman

Es esta época en la que parece que antes de la novela gráfica no había tebeos de calidad, José Manuel Trabado reivindica a los grandes clásicos en Antes de la novela gráfica (Anaya Cátedra) un interesante estudio sobre los cómics que inventaron el lenguaje de la historieta y su influencia en autores como Art Spiegelman, Eddie Campbell, Chris Ware o Seth, que han llevado a la novela gráfica a terrenos inexplorados.

"No pretendía, asegura José Manuel, más que dar la oportunidad al lector para que se acercase a grandes obras del cómic. En la primera parte se analizan ciertos detalles con más minuciosidad; es una lectura más detallista, una suerte de microlecturas sobre algún pasaje que era especialmente relevante y que dieran cuenta, en cierta manera, de su profunda singularidad e innovación dentro del lenguaje del cómic".

"La segunda parte vuelve a recuperar las mismas obras pero aquí se ofrece un enfoque más trasversal de modo que lo que antes se analizaba aisladamente ahora encuentra un denominador común. Con ello se ofrece un carácter más orgánico a la explicación al tiempo que intento hacer ver cómo cada obra resolvía cuestiones como el metalenguaje o su relación con la narración literaria. Todo ello va arropado con un capítulo final que intenta esbozar las relaciones entre estas páginas de la prensa y algunas de las novelas gráficas más rompedoras".

'Little Nemo', la interpretación de los sueños

"Cada uno de estos cuatro títulos (Little Nemo, Gasoline Alley, Krazy Kat y Spirit) son a su modo un clásico indiscutible, un hito y presentan una madurez en fechas tan tempranas que todavía uno se queda perplejo", asegura José Manuel.

"Little Nemo (Norma Editorial) es una delicia visual. McCay encuentra en el mundo de los sueños y la figura del niño la coartada para desarrollar una inventiva gráfica y narrativa que es imposible olvidar. No sólo revoluciona la concepción espacial de la página dominical sino que además aborda las relaciones entre realidad y sueño de una forma inquietante".

"Bastaría recordar, continúa José Manuel, que Little Nemo se publica apenas cinco años después de una obra como La interpretación de los Sueños de Freud. En los años finales también se convierte en una profunda innovación cuando integra materiales literarios (especialemente las canciones infantiles dentro de su mundo narrativo). McCay era alguien que siempre iba más allá. Sucede que algunas de sus innovaciones no saltan tanto a la vista y permanecen más soterradas si las comparamos con las primeras páginas de Little Nemo, que eran muy espectaculares".

'Gasoline Alley', la conquista de lo cotidiano

"Gasoline Alley es otro gran hallazgo, comenta José Manuel. No quiero insistir en sus novedades formales, que las hay y son de gran calado, sino resaltar otra gran conquista para la tradición del cómic: lo cotidiano".

"No busca así un ritmo trepidante sino el lento discurrir de los días y, aunque en las tiras diarias se desarrolla todo un folletín, en las páginas dominicales se observa una finura en el desarrollo en las relaciones padre-hijo que serviría para remodelar en cierta manera ese tópico trágico-freudiano del mito de Edipo".

"En Gasoline Alley, padre e hijo en sus innumerables paseos otoñales por el bosque contemplan conjuntamente el mundo y su viaje es un viaje cercano pero su aventura es maravillosa: la de crecer juntos aprendiendo a mirar las cosas".

'Krazy cat', la metáfora de las relaciones

"Krazy Kat (Planeta DeAgostini) es otra maravilla, asegura Trabado, y lo que empezó siendo un gag humorístico (el ladrillo que un ratón le lanza a un gato) acaba tomando una transcendencia mucho mayor para convertirse en una metáfora de las relaciones, comenta José Manuel.

"Tiene su toque surrealista pero en su discurrir se va liberando del lastre narrativo para buscar una esencialidad lírica que cuesta trabajo creer si uno tiene en cuenta el punto de arranque de la serie".

"Es sorprendente pensar en la evolución no sólo del creador sino del lector que en su fidelidad supo variar el rumbo para deleitarse con páginas donde la narración dejaba paso a hondas escenas que con poco sugerían mucho".

"The Spirit", la innovación constante

Clásico indiscutible, según Trabado: "Spirit (Norma Editorial) ensaya otros registros y, aunque era un cómic de género negro, entabló un diálogo muy rico con otro lenguaje como el del cine, buscó siempre innovar formalmente el lenguaje gráfico-narrativo y lo convirtió en un laboratorio permeable incluso a la entrada de textos literarios ajenos a la tradición policiaca como eran los cuentos infantiles.

Su capacidad de condensación en apenas 7 páginas de toda una trama no deja de ser algo sorprendente por la calidad de matices que es capaz de deslizar.

"La novela gráfica ha liberado al cómid de ataduras"

"La novela gráfica actual, asegura Trabado, ha sido muy beneficiosa para el mercado y para la creatividad del cómic. Ha buscado nuevas formas de distribución, ha encontrado nuevos temas a tratar (mucho más pegados a lo cotidiano) capaces de interesar a un lector que a priori no se dejaba enganchar por un cómic. La novela gráfica ha liberado al cómic de lo que le lector medio pudiese considerarlo como un encorsetamiento temático y ha visto que puede contar cualquier tema".

"Esa liberación temática (ligado en muchas ocasiones a una explosión de lo autobiográfico) ha incidido en algo obvio: que el cómic era un lenguaje tan válido como cualquier otro (el cine, la novela) para contar algo que ahora ya no está necesariamente ligado a un espectro temático determinado. Precisamente, autores que se han visto como estandartes dentro de la evolución del cómic como Art Spiegelman o Chris Ware no sólo han declarado su admiración por esas páginas de prensa de inicios del siglo XX".

"Han sido una especie de brújula, continúa Trabado, que les ha ayudado a encontrar su propia gramática. Una de las grandes lecciones, quizás, sea en manos de McCay, Herriman o King la página deja de ser un soporte físico para contar una historia para convertirse en un espacio estético".

"Lo que podría considerarse como una traba acaba siendo la espoleta para iniciar una reflexión acerca de la esencia del cómic. Spiegelman o Ware, además, están activamente involucrados en la recuperación editorial de esos clásicos. En cierto modo no son sólo creadores sino que desde un lado crítico han reinvidicado siempre la figura de estos creadores".

"El cómic siempre ha sido algo serio"

"No hay que esperar a la novela gráfica para pensar que el cómic por fin se ha hecho serio comenta Trabado. El cómic ya era algo serio. Me cuesta trabajo pensar que autores como McCay o Herrimann viesen en su trabajo tan solo una forma de entretenimiento para masas. Pasa que el medio y formato utilizados (la prensa primero y el formato de comic book más tarde) lo situaron en el seno de la cultura de masas".

"Si a eso le añades la inmensa capacidad que ha tenido para generar iconos en el imaginario (Popeye, Superman)y la superabundancia del cómic de superhéroes era fácil derivar en el estereotipo de una lenguaje simplón y dirigido a adolescentes. La práctica lectora, además, parecía sancionar esta idea: muchos niños y adolescentes eran lectores habituales de cómic pero luego abandonan".

"Sin embargo, pensar que una novela por ser novela es mejor que un cómic por ser cómic es un planteamiento absurdo y, quizás, perverso. Hemos visto que lo que se consideraba de segunda fila en un momento determinado pasa a ser un gran clásico. Recuérdese tan sólo la novela negra. No creo que nadie dude a estas alturas de su posición en el sistema literario".

"Hay que editar los clásicos a precios asequibles"

En cuanto a por qué grandes clásicos como Little Nemo o Gasoline Alley no han tenido una edición española decente, Trabado asegura que: "No sé muy bien. Quizás es una pregunta más para los editores. Supongo e imagino que porque el cómic no tenido la misma relevancia en España que en otros países (pienso en Francia). Imagino que las editoriales piensen que es arriesgado publicar algo que suponen que no se venderá. Es difícil encontrar creadores que vivan sólo del cómic en España, es indicativo de algo".

"De todos modos esa pregunta me la he hecho en varias ocasiones. ¿Por qué no editar Gasoline Alley? Hay cientos o miles de lectores que no la conocen y acabarían encantados con lo que se dice ya o por qué convertirlo en fetiches de lujo como Norma con Little Nemo. Yo apostaría por hacerlos populares y a precios asequibles".

"Reinvidico una edición de Gasoline Alley o de Little Nemo para todos los bolsillos. Espero que algunos esfuerzos como cursos de verano (desde hace cinco años organizo uno sobre cómic y la gente se ha llevado sorpresas), estudios sobre estos cómics ayuden a hacerlo visible sin convertirlos en un gueto para especialistas o coleccionistas".

"Eisner es uno de los grandes"

"Eisner es uno de los grandes, comenta José Manuel. Lo que hizo con Spirit es una maravilla porque partiendo de una plantilla de un género bien definido pudo encontrar una flexibilidad temática y formal que buscaba una altura de miras en una época temprana. Cuando regresa al mundo del cómic con Contrato con Dios y otras obras como la Avenida Dropsie sabe tomarle el pulso al cómic de entonces y darle un buen empujón a la formulación de lo que llamamos novela gráfica.

"La relación entre cine y cómic es compleja"

"Es evidente que existe una relación natural del cómic con el cine y con la literatura, asegura Trabado. Ha sido considerado un hermano pobre de éstos pero si se mira bien el cómic (con figuras como McCay) ensayaba enfoques subjetivos mucho antes de que lo hiciese el cine; lo que pasa es que el cine fue una influencia poderosa para éste y acabó adoptando su gramática de planos y enfoques".

"A este respecto es interesante ver lo que hace Eisner con Spirit y lo que en esos mismos años está haciendo el cine negro: llegan a soluciones muy parejas. Sin embargo, cuando el cómic es capaz de buscar su identidad crea cosas que son difícilmente trasvasables al cine. Un caso concreto podrían ser los cómics de Chris Ware y sus numerosas páginas concebidas a modo de diagramas narrativos que posee una riqueza tal que es difícil traducir al cine".

"Por otro lado, el cómic ha surtido al cine no sólo con la figura del superhéroe sino que sigue siendo una fuente de argumentos rica para el cine contemporáneo. La industria del cine es más poderosa: mucha gente no sabe que una película como Camino a la perdición está basado en una novela gráfica hasta que ve la portada de ésta con el cartel de la película".

"Hay otro paso natural del cómic al cine que hay que tener en cuenta: el cine de animación (que también está lastrado por una serie de prejuicios). Películas como Persépolis son una maravilla que ayudan a sus hermanos “pobres” a encontrar un sitio entre las preferencias del lector. Incluso más tarde se hacen novelas gráficas a partir de estas películas: casos como Vals con Bashir Chico y Rita son ilustrativos. En fin el haz de relaciones es muy complejo".

En cuanto a sus nuevos proyectos, José Manuel Trabado incide en el tema de la novela gráfica: "En breve tengo pensado cerrar un volumen que es una antología de textos escritos por otros autores sobre el problema de la novela gráfica. Muestra una variedad de opiniones y enfoques que espero que sirvan para ayudar en el uso de un término que a veces se ha visto como algo polémico".

"También estoy metido en el análisis de formatos audiovisuales como el videoclip, el spot televisivo y su relación con el cine y la literatura. Espero poder ir dándole forma y no tardar mucho en acabarlo".