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Italia decretará el estado de emergencia tras detectarse la primera fuga en el Costa Concordia

  • El barco tiene el depósito lleno de combustible pesado
  • Los equipos de rescate solo trabajarán durante las horas de luz
  • El ministro de Medio Ambiente alerta de que tiene los depósitos llenos
  • Una fuga podría afectar a un rico ecosistema marino y al archipiélago de Giglio

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Las labores de rescate del Costa Concordia se han suspendido por el mal tiempo

El Gobierno italiano va a declarar el estado de emergencia por el hundimiento del crucero Costa Concordia tras detectarse las primeras fugas de líquido del barco, que está cargado con más de 2.300 toneladas de combustible.

Así lo ha adelantado el ministro de Medio Ambiente, Corrado Clini, que ha matizado que aún no se sabe si el líquido que está saliendo del barco es fuel y que se han colocado barreras protectoras alrededor del barco.

"El seguimiento continúa y se están tomando decisiones para evitar los riesgos medioambientales", ha declarado Clini en una conferencia de prensa en la ciudad de Livorno, cerca de la zona del naufragio, en la Toscana.

Allí el ministro ha adelantado que el estado de emergencia, que liberará fondos para evitar un desastre medioambiental, se declarará en el próximo consejo de ministros.

Depósito lleno

El depósito de combustible estaba prácticamente lleno debido  a que el crucero acababa de dejar el puerto de Civitavecchia, al norte  de Roma, para un viaje de una semana por el Mediterráneo cuando encalló  el pasado viernes.

El área donde el barco ha encallado, junto a  la isla de Giglio, es un parque natural marítimo conocido por sus aguas  crisalinas, su rica vida marina y arrecifes de coral. De hecho, la zona  es una parada obligatoria para los aficionados al submarinismo.

Giglio es un archipiélago de siete islas, entre ellas Elba, y situado en una zona única de la Toscana que atrae a muchos turistas en verano.

"Todo dependerá de las corrientes, que pueden poner en peligro sin   duda a la isla, tal vez el archipiélago en su conjunto, tal vez la   costa", ha observado.

El barco, de 290 metros de largo, está situado sobre un saliente subterráneo con una profundidad de entre 15 y 20 metros pero los equipos de salvamento temen que si se desliza pendiente abajo caiga de forma abrupa en aguas mucho más progundas.

"Estamos ahora en una fase de emergencia para tratar de evitar la contaminación", ha declarado el presidente de Costa Crucero, la compañía propietaria, que ha reconocido este lunes que la catástrofe se debía a un eeror humano del capitán.

El barco lleva a bordo combustible pesado que, debido a su densidad, es difícil de bombear a no ser que sea clentado o diluido. 

"El diésel es denso y pesado, lo que podría hacer que se sedimente en los fondos marinos, lo que sería un desastre", ha alertado Clini.

Poniéndose en lo peor, el ministro ha explicado que el carburante  podría "dispersarse al mar, contaminando un costa excepcional con  efectos, conocidos en casos como éste, en la vida marina y las aves".

Saltarse las normas

Para llevar a cabo las tareas de extracción del fuel se han trasladado hasta la isla un  grupo de expertos holandeses, de la sociedad Smith.

Posteriormente, habrá que retirar el barco, "que bloquea la entrada  de la bahía y es un problema para el medio ambiente y el turismo."

Mientras aumenta la controversia por el paso de enormer cruceros como  el Costa Concordia muy cerca de la costa, el ministro ha anunciado su  deseo de "definir los instrumentos más adecuados para este tipo de situaciones no se repitan".

"Ya hay reglas y limitaciones, pero son en parte atenuadas e incluso  saltadas", ha reconocido, aunque no se ha atrevido a predecir "si el  gobierno debe tomar medidas autoritarias" como la prohibición de la  navegación cerca de línea de costa.

Los equipos de rescate han recuperado seis cadáveres del barco y fuentes  oficiales aseguran que 16 de los 4.200 pasajeros siguen desaparecidos.

En este sentido, la mejora de las condiciones meteorológicas han permitido que las operaciones de rescate se reanuden tras un parón de tres horas ya que, según el portavoz de los servicios de bomberos, Luca Cari, los movimientos persisten pero son "pequeños" y no son considerados peligrosos.

Cari también ha explicado que debido al desplazamiento que ha sufrido el barco esta mañana, y que ha obligado a los equipos de rescate a abandonar su trabajo,  las tareas de salvamento solo se realizarán durante las horas de luz.

"Ha habido una bajada de nueve centímetros en sentido vertical y 1,5 centímetros en sentido horizontal y hemos evacuado de forma inmediata. Es algo que nos había estado preocupando", declaró Cari a mediodía, en un momento dramático, ya que el paso de las horas merma las esperanzas de encontrar con vida a la quincena de desaparecidos.

"Todavía estamos tratando de encontrar sobrevivientes", declaraba el alcalde de Giglio, Sergio Ortelli. "Yo siempre conservo la esperanza porque nunca podemos saber si en este laberinto una burbuja de aire puede permitir que la gente viva un poco más".