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Huntsman, el moderado que trabajó para Obama

  • El exembajador en China representa el ala más centrista de los republicanos
  • Es mormón como Romney y fue gobernador de Utah con máxima popularidad

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Huntsman, durante un acto de campaña en New Hampshire.
Huntsman, durante un acto de campaña en New Hampshire.

En tiempos del Tea Party, la política partidista y enfrentamiento entre la Casa Blanca y un Congreso republicano, Jon Huntsman se presenta como la opción más 'antisistema' en las primarias republicanas: un exempleado de la Administración Obama.

"Trabajé para el presidente Obama. Trabajé para mi presidente, mi presidente me pidió que trabajase para él en un tiempo de guerra, en tiempo de dificultades económicas para este país. Soy el tipo de persona que cuando me pide mi presidente que me levante y sirva a mi país, lo hago", se justificaba Huntsman el pasado mes de mayo, consciente de que sus años en Pekín de representante de una Administración demócrata es su talón de Aquiles.

Obama le nombró en 2009 embajador en China en un movimiento que muchos vieron como estratégico para alejar a un potencial rival que su estratega David Plouffe calificó como el rival más a tener en cuenta en el lado republicano.

Considerado como un republicano moderado, Huntsman ha roto con su partido en asuntos como las uniones civiles. Además, su creencia mormona, como en el caso de Mitt Romney, le aleja del electorado conservador religioso republicano.

Sin embargo, consiguió ser reelegido con un 78% de los votos en un estado tan conservador como Utah, que durante su mandato fue calificado por el Pew Center como el estado mejor gobernado del país.

Como prueba de que su independencia también afecta a sus creencias  religiosas, en las primarias de 2008 optó por John McCain frente a  Romney, pese a ser mormón como él.

Curiosamente, los paralelismos con Romney le colocan como un negativo perfecto del favorito a la carrera republicana: los dos son mormones, los dos se identifican con el ala centrista del partido, ambos son multimillonarios y adoptaron políticas cuando eran gobernadores que no fueron bien vistas por la base del Partido Republicano.

La carta exterior

Hay algo que les diferencia: Hunstman cuenta con una mayor experiencia exterior, ya que no en vano es miembro del cuerpo diplomático,

Además de ser embajador en Pekín, ya lo fue de Singapur a comienzos de los 90, cuando con 32 años se convirtió en el embajador de Estados Unidos más joven en los últimos siglo, probablemente por los contactos de su padre, Jon Hunstman senior, en las Administraciones Reagan y Bush padre.

Durante la administración de Bush hijo, el candidato fue el número dos de la Secretaría de Estado de Comercio y negoció acuerdos comerciales importantes con China, Taiwán, Singapur, Sudáfrica y otros países asiáticos y africanos.

Este credencial exterior, que se extiende hasta el clave puesto en China, hace que también sea casi desconocido en su país, donde las encuestas le dan poco más de un 2% de voto.

Ante las dificultades para conseguir apoyos significativos en Iowa, Hunstman se ha concentrado en el estado de New Hampshire donde prácticamente ha vivido desde hace meses, consciente de que era el único lugar para dar un impulso a su candidatura por la afluencia de votantes independientes.

Finalmente quedó en tercer lugar, por detrás de Romney pero también del ultraliberal Ron Paul, lo que colocaba en una mala situación de cara a la próxima cita, las primarias en el estado conservador y sureño de Carolina del Sur.

Así las cosas ha decidido retirarse de la carrera dando su apoyo, esta vez sí, a Mitt Romney.