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Jorge González: "La Patagonia es un lugar lleno de historia y de misterio"

  • El autor resume la historia de los indios en 'Dear Patagonia'
  • Y expone en Madrid las páginas originales de esa novela gráfica

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Ilustración de 'Dear Patagonia', de Jorge González
Ilustración de 'Dear Patagonia', de Jorge González

Jorge González (Argentina, 1970)

Reside desde hace más de una década en España. Fue en Madrid donde comenzó a dibujar “Hard Story” y “Hate Jazz” (Heavy Metal), ambas con guión de Horacio Altuna. Desde hace años también se dedica a la publicidad realizando ilustraciones y storyboard. Con “Fueye” (2008), González ganó el Primer Premio Internacional de Novela Gráfica creado por Fnac y Ediciones Sins entido.

A estas alturas nadie discute ya que el cómic es arte, pero si a alguien le queda alguna duda solo tiene que acercarse a la exposición de los originales de Dear Patagonia (Sins Entido), del argentino Jorge González, que ha reflejado en esta espectacular novela gráfica la historia de los indios de la Patagonia.

"Soy argentino y la Patagonia siempre fue un misterio para mí. Es un  lugar vacío, muy grande, lleno de historia y de misterio y que también  ha sufrido la invasión del europeo. Y he querido reflejar eso, cómo ha  cambiado la Patagonia, cómo se ha transformado y pervertido, desde  finales del siglo XIX a comienzos del XXI”

"Son ciento cuarenta años, continúa González, puntualizados en momentos históricos  fundamentales (1890, 1920, 1940, 1970, 2010), años que tienen que ver  con la dictadura argentina y con cómo estos indígenas son invadidos por los  europeos, como los ingleses (que fueron por Tierra de fuego), los  salesianos, españoles, alemanes. Todos fueron poblando la zona y chocando  con el universo indígena, matándolos o mediante el mestizaje y cómo el  indígena se fue perdiendo en esa mezcla".

"Cómo perdió su dignidad y su  historia y cómo hoy en día intentan conservar la poca identidad que les  queda".

Un pueblo arrancado de sus raíces

"La historia de la  perversión de la Patagonia empieza con la llegada de  los europeos, comenta González. Allí había oro, ganado ovino, los ingleses se llevaban la  lana, compraban espacios de tierra impresionantes por dos duros y todo  empieza en esa época. Se trataba de matar al indio, expulsarlo o  incorporarlo".

"Los Salesianos les cristianizaban,  les vestían de europeos  y se morían de frío, los bañaban, los transmitían  enfermedades europeas, los alcoholizaban poco a poco… Luego empezó la  conquista del desierto, la idea del gobierno de Buenos Aires de echarlos  de la tierra para dársela a los europeos o terratenientes. Hubo una  masacre igual que en América del Norte".

"Hoy en día hay grupos de indígenas que intentan mantener las  tradiciones, como los Mapuches, muy bien organizados políticamente, y  con buena relación con el Congreso de Chile. Son un poco la voz de esa  época. Luego están los Tehuelches, mucho más introvertidos; y de los Onas  de Tierra de Fuego no sé lo que quedará. Es una pena que se haya  perdido su voz. Ahora es se trata de irlos acomodando y devolverlos,  poco a poco, el espacio que se les quitó en su momento y no hacerlos más  occidentales. Tratar de escucharlos por primera vez".

"En la Patagonia todo está por hacer"

"En la Patagonia se ve el aire, comenta Jorge, uno gira la cabeza y es como que todo se te viene encima. Lo interesante es que hay gente que se agobia con eso y otra que lo disfruta. En la Patagonia parece que está todo por hacerse pero hay a gente que eso le echa de allí, porque tienes tantas posibilidades que no sabes ni por dónde empezar. Esa es la sensación que me dan los enormes espacios libres de la Patagonia".

Jorge ha contado con la ayuda de tres guionistas para este ambicioso proyecto: "He estado allí pero no conozco bien la Patagonia porque es muy grande, hay una parte del libro con guión de un autor patagónico, Alejandro Aguado,  que su bisabuelo era cazique y que le da el sentido real a la historia. Casi todo el libro es ficción excepto esa parte que le da un tono documental y que es el que me dio los detalles  que hacen que el libro tenga más peso".

"Otro amigo argentino, Hernán González, habla del Buenos Aires de hoy. Un día hablé con él y me encantaron sus ideas, y si yo oigo una idea buenísima la integro sin problema, reconociendo el mérito del que me la ofrece. Quería hacer el libro cada vez más surrealista y el me daba esa posibilidad".

"Y con Horacio Altuna (uno de los mejores dibujantes del mundo) hice una parte de una mujer en los años 70, cuando se empieza a ver que la dictadura está tomando forma. Eso sólo lo podía hablar alguien que hubiera vivido eso, como Horacio. Es como mi tío y hablar con él es lo más natural del mundo".

El cine también está presente

"En cuanto al cine, asegura Jorge, lo introduzco en la historia porque necesitaba un documento visual que permaneciese en el tiempo, y el cine era lo ideal. Un pionero del cine que llega a esa zona, ve cómo se está pervirtiendo a los indios, se rompe en mil pedazos y cambia su manera de filmar. También era una forma de documentar que los nazis mandaron mucha gente a Argentina".

En cuanto a influencias, González lo tiene claro: "Todo lo que vengo leyendo desde que soy chico, desde Alberto Breccia, que es mi ídolo, a Altuna, José Muñoz

"Ahora estoy haciendo un cómic sobre Kosovo. Una historia dura de un habitante de esa zona que fue corresponsal de guerra y vivió en  Francia, Barcelona… sería para el 2012. También quería volver a Argentina. No puedo hacer historias españolas, no me las creo".

"Mis originales son a lápiz, comenta Jorge, que luego coloreo con unas tramas y algunas  cosas que hago con el Photoshop y para la última parte del libro he  hecho cosas con acuarelas y pasteles. Hacia una página y media por día".

Esos espectaculares trabajos son los que se pueden contemplar en el Espacio Sins Entido.