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Al Asad asegura que es un "deber del Estado" actuar frente a "delincuentes"

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El presidente de Siria, Bachar al Asad, ha asegurado que es un "deber del Estado" proteger la seguridad de sus ciudadanos y actuar contra los "delincuentes que violan la ley" en su país.

Al Asad ha hecho estas declaraciones tras reunirse en Damasco con el ministro libanés de Asuntos Exteriores, Adnan Mansur, según la agencia oficial siria Sana, en un día en que el Ejército sirio ha intensificado su ofensiva sobre las ciudades rebeldes de Homs (centro) y Deir al Zur (norte).

El presidente ha dicho que el Estado tiene la obligación de actuar frente a los "delincuentes que violan la ley, cortan carreteras, cierran ciudades y aterrorizan a las familias", para, de ese modo, "proteger la seguridad y la vida de sus ciudadanos".

Mientras los enfrentamientos continúan en el país. Decenas de personas han muerto este domingo en un nuevo ataque del Ejército sirio contra la ciudad de Haula, en la provincia de Homs (centro), ha afirmado un portavoz de los Comités de Coordinación Local, Omar Edelbe. También hay decenas de heridos.

Tachan las protestas de terrorismo

Desde el inicio de las protestas contra el régimen el pasado marzo, las autoridades sirias han difundido la tesis de que las manifestaciones son obra de grupos terroristas y de alborotadores, teledirigidos desde el exterior del país en una conspiración para desestabilizar Siria.

Además, Al Asad ha destacado que su país "continúa en el camino de las reformas con pasos firmes". En la reunión abordaron también la situación en Líbano con el nuevo Gobierno, y, según Sana, Mansur expresó al líder sirio "el rechazo total de su país a las tentativas de injerencia externa en los asuntos internos de Siria".

El Líbano ha sido el único país dentro del Consejo de Seguridad de la ONU que se abstuvo la semana pasada de apoyar una declaración de condena a la violencia en Siria.

Criticas a iniciar reformas serias

Por otro lado, una fuente oficial no identificada criticó el comunicado del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) difundido ayer, que insta a Siria a poner fin a la violencia y reclama la puesta en marcha de reformas serias.

"El comunicado del CCG ignora completamente las informaciones avanzadas por Siria en lo referente a la matanza y el sabotaje ejercidos por los grupos armados", ha señalado la fuente a la agencia oficial Sana.

Añadió que salir del círculo de violencia actual implica que los "hermanos árabes del CCG llamen al final de los actos de subversión, denuncien la violencia armada de los grupos que no quieren el bien para la patria y den más tiempo para completar las reformas".

La fuente ha pedido a los países del CCG a que "reconsideren sus posiciones" y tomen en cuenta los pasos adoptados por las autoridades sirias para superar la crisis.

Pese a que Siria, gobernada por la minoría chií alauí a la que pertenece Al Asad, es un país tradicionalmente opuesto a los intereses de las monarquías suníes del Golfo, estas se habían abstenido hasta el momento de expresar de forma conjunta su rechazo a la violencia.

De todos los países miembros del CCG, el único que ha vivido graves incidentes dentro de la llamada "primavera árabe" ha sido Baréin, mientras que Arabia Saudí acalló de raíz los conatos de protestas.