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Baltasar Garzón: "Soy bastante pesimista sobre mi futuro"

  • Afirma que eso no quiere decir que "renuncie a la pelea"
  • Espera y desea que la ley se le aplique como a los demás

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El magistrado Baltasar Garzón ha afirmado este jueves que se siente "bastante pesimista" sobre los tres procesos judiciales que tiene abiertos por presuntos delitos de prevaricación en la investigación de los crímenes del franquismo, las escuchas a los abogados del "caso Gürtel" y los supuestos cobros del Banco Santander por impartir unos cursos en Nueva York.

En una entrevista concedida a la Cadena Ser, Garzón se ha explicado así tras ser suspendido por el Consejo General del Poder Judicial y haber pedido su traslado al Tribunal Penal Internacional.

"Soy bastante pesimista sobre mi futuro, lo que no quiere decir que renuncie a la pelea. En los tiempos malos hay que apretarse los machos y tirar para adelante", ha dicho.

"Al mal tiempo, buena cara"

Garzón ha asegurado tener "tranquilidad absoluta" ante la posibilidad de tener que sentarse en el banquillo y ser inhabilitado. 

"No es una situación que me agrade, no creo que sea una situación en la que debería de encontrarme por interpretar la ley, pero seguimos adelante. Las cosas hay que continuarlas y al mal tiempo buena cara", ha añadido.

Sobre la posibilidad de volver a la Audiencia Nacional, Garzón ha comentado que no lo ve "difícil necesariamente" aunque admitió que se trata de "una situación compleja" sobre la que todavía no quiere hacer una evaluación.

Espera y desea que la ley se le aplique como a los demás

"Es un proceso judicial abierto. En el momento en el que se tengan que decir las cosas se dirán y lo único que he dicho muchas veces, desde la más absoluta tranquilidad que da el saber que no has cometido ningún hecho delictivo, es que deseo y espero que la ley se me aplique igual que a los demás ciudadanos", ha puntualizado.

Garzón ha manifestado que la Audiencia Nacional es "un punto de referencia y hay gente muy válida en ella", así que confió en que no se la haga desaparecer y se comprenda que es necesaria "para combatir eficazmente figuras tan complicadas como el crimen organizado, el blanqueo de activos y el terrorismo".