Enlaces accesibilidad

Un estudio revela que el anillo que rodea a Júpiter es mucho mayor de lo que se creía

  • El anillo tiene un diámetro de 640.000 kilómetros
  • Los datos fueron recabados por la sonda Galileo durante 8 años
  • El hallazgo permitirá conocer mejor la formación de los planetas

Por

Un grupo de científicos estadounidenses y alemanes han descubierto que Júpiter, el planeta más grande del sistema solar, tiene un anillo como Saturno, aunque de un tamaño muy superior al que se creía, unos 640.000 kilómetros de diámetro, según publica en su último número la revista británica Nature.

Las dimensiones reales de este anillo se han conocido gracias a los datos recabados por la sonda espacial Galileo, que viajó por los anillos del planeta entre los años 1995 y 2003. Estos datos han sido estudiados de forma conjunta por investigadores del Instituto Max Planck de Alemania y la estadounidense Universidad de Maryland.

El anillo se compone de partículas de polvo del mismo tamaño que las que forman el humo del tabaco. Estas partículas diminutas se mueven por influjo del sistema solar. Tan pequeñas que cuando pasan por la cara iluminada de Júpiter se cargan de energía positiva, mientras que sucede lo contrario en la cara opuesta al sol, lo que provoca que se vayan moviendo formando anillos.

La formación de los planetas

Lo que puede parecer una simple anécdota, ha ayudado a los astrónomos a conocer mejor el proceso de formación de los planetas, ya que éstos se forman a partir de estas diminutas partículas cuando entran en colisión.

Los grandes planetas como Júpiter están rodeados en su mayoría por anillos de partículas de polvo o grandes rocas, como en Saturno. Sin embargo, las partículas jupiterinas son tan diminutas que no fueron descubiertas hasta 1970. Sólo gracias a la Galileo y a este estudio se ha podido conocer su tamaño real, la dinámica que mantienen, y su carga electromagnética.

Los mismos científicos alemanes que han participado en este estudio han descubierto también el mismo tipo de partículas en Rhea, un satélite que orbita alrededor de Saturno, para lo que se sirvieron de la ayuda de la sonda Cassini.