Cientos de miles de refugiados rohinyás sobreviven en campos de refugiados de Bangladesh tras huir de Myanmar, perseguidos por las autoridades birmanas.
Botes tradicionales de pesca.
Niños y jóvenes refugiados hacen cola en un punto de distribución de ayuda en Nayapara; reciben arroz, aceite, sal, azúcar y bienes de primera necesidad, como ropa.
Un grupo de refugiados llena y transporta bolsas de tierra para fortalecer los cimientos de sus frágiles refugios, en preparación frente a las lluvias, los vientos y las inundaciones de la época del monzón y de ciclones.