En una vertiente más formal y sobria, la catalana presenta pantalones y faldas conjuntados con blusas color beige confeccionadas en tul y gasa, que envuelven a la mujer con volantes, pliegues y anchas mangas.
Durante el día, la mujer de Delgado se viste con camisetas de nube de algodón bordadas con perlas y cintas de seda. Éstas se conjuntan con 'minishorts' o pantalones a medio muslo y faldas mínimas elaboradas con tejidos brillantes y ligeros pliegues que les confieren volúmenes discretos.
Las formas alcanzan su plenitud con los vestidos de inspiración medieval adaptados a su mundo desenfadado y actual: grandes faldas acampanadas, con bordados de queburines y cupidos sobre fondo azul.