El país se consume bajo cientos de incendios forestales en una de las peores crisis de las últimas décadas en Australia
El equipo de bomberos lucha contra las brasas para evitar que alcancen las casas cercanas en la ciudad de Nowra (Nuevo Gales del Sur). El Ejército australiano se ha unido a los bomberos para combatir el fuego y ayudar en el rescate de residentes y turistas.
El Servicio Rural de Bomberos de Nueva Gales del Sur cuenta con más de 72.000 voluntarios, muchos de ellos inactivos o en puestos de apoyo. Hombres y mujeres que han dejado a sus familias e incluso en muchos casos han renunciado temporalmente a cobrar sus salarios para combatir las llamas y son considerados unos "héroes" en el país.
El comisario del Servicio de bomberos rural (RFS), Shane Fitzsimmons, hace entrega de una medalla por la valentía y el servicio prestado al hijo del fallecido voluntario Geoffrey Keaton durante su funeral. Los fuegos se han cobrado la vida de al menos 17 personas desde que empezaron en septiembre, tres de ellos bomberos.