El vuelo 4230 de UM Airlines se estrelló cerca del aeropuerto de Trebisonda (Turquía) el 26 de mayo de 2003 con 75 personas a bordo, de las cuales 62 eran militares españoles.
El 1 de septiembre, las pruebas del Instituto Nacional de Toxicología confirman las peores sospechas tras cotejar las muestras de ADN que tomaron los turcos con las de los familiares. Las 30 identificaciones realizadas por el equipo español son erróneas. El general Vicente Navarro asume ante el juez toda la responsabilidad de las identificaciones en noviembre de ese mismo año.
Las familias de nueve de ellos no lo pudieron hacer porque los restos habían sido incinerados. En la imagen, una mujer llora frente al monumento que recuerda la tragedia en Castrillo del Val.
En noviembre archiva también la causa relativa a las irregularidades en las identificaciones. En enero de 2008, La Sala de lo Penal de la Audiencia obliga al juez a reabrir la investigación sobre las identificaciones.