Un anciano lanza una piedra contra un tanque soviético en la capital checoslovaca, Praga.
Tanques soviéticos vigilan la Plaza de Wenceslao de Praga, centro neurálgico de las protestas contra la invasión de las tropas del Pacto de Varsovia que puso fin en agosto de 1968 a la llamada 'Primavera de Praga', un período de reformas económicas y cierta liberalización política emprendidas por Alexander Dubcek cuando era líder del partido comunista del país, cuyo objetivo era flexibilizar la rígida doctrina impuesta por Moscú.
"El hombre a pecho descubierto frente a un tanque ocupante", es una de las fotografías más simbólicas de la invasión soviética. Se utilizó como metáfora de un conflicto interpretado como la lucha entre David y Goliat. El hombre captado por el fotógrafo checoslovaco Ladislav Bielik, fotoperiodista del diario Smena, es Emil Gallo, un fontanero de Praga que se plantó ante los blindados soviéticos que ocupaban el centro de esa ciudad.