Autobuses y camiones usados como barricadas por los manifestantes checoslovacos, reducidos a chatarra y cenizas por disparos de las fuerzas soviéticas.
Un tanque de la URSS arremete contra uno de los edificios del centro de Praga ante el estupor de decenas de habitantes de la capital checoslovaca.
Los tanques soviéticos -marcados con la cruz de pintura blanca para diferenciarse de los checoslovacos- rodean la sede central del Partido Comunista de Checoslovaquia.